martes, 14 de junio de 2011

“La Argentina incorporó la negociación colectiva y el fortalecimiento del salario mínimo”

Adolfo Rocasalbas, enviado especial


El secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, Gerardo Martínez, aseguró hoy en la OIT que “el mundo debe optar entre el capital financiero o el capital de la economía real, la producción y el trabajo”.





Y afirmó que “la Argentina ha incorporado el ejercicio de la negociación colectiva, el fortalecimiento del salario mínimo y la lucha contra la informalidad laboral”.



“Hay crisis en el mundo porque no puede haber justicia social con políticas de reducción de salarios y flexibilización laboral.



La Argentina ha incorporado el permanente ejercicio de la negociación colectiva, que acompaña el crecimiento de la actividad y el empleo; el fortalecimiento del salario mínimo; la lucha contra la informalidad laboral; la creación de la Asignación Universal por Hijo y el acceso a las jubilaciones”, afirmó.



Al hablar esta mañana en Ginebra en la tercera sesión plenaria de la 100ª. Conferencia Anual de la Organización Internacional del Trabajo en representación de los sindicatos argentinos, Martínez coincidió con el director general de la OIT, Juan Somavía, quien resaltó en su Memoria e Informe que “la justicia social es el objetivo principal” y que “la lucha por esa justicia social la realizan los trabajadores”.



En ese sentido, explicó que en la Argentina “se han producido grandes resultados, aunque también queda mucho por hacer, ya que hay que poner fin a la pobreza, la marginalidad y la desocupación que todavía lastima a parte de la población”, por lo que “el conjunto del movimiento sindical reivindica la creación del Consejo de Desarrollo Económico-Social como una herramienta esencial para discutir políticas de Estado que permitan terminar con la deuda social pendiente”.



Ante un colmado auditorio, Martínez condenó “las políticas de reducción salarial y flexibilización laboral”, indicó que “la OIT debe integrar el G-20 y estar alerta para no convalidar posiciones que sólo sirven para que haya más ajuste y se reduzcan los derechos laborales” y subrayó que “la opción del mundo es capital financiero o capital de la economía real, de la producción y del trabajo”.



“No es posible equivocarnos. Es preciso saber diferenciar los tiempos actuales, porque hoy otra vez la gente está en la calle.



Desde la región que integramos reclamamos un sinceramiento de los organismos financieros nacidos de Bretton Woods, que sólo defienden el capital financiero y no desarrollan las políticas necesarias para mejorar las condiciones de vida de los pueblos”, puntualizó Martínez.



El sindicalista argentino añadió que el continente tiene ya años de democracia y que al producirse “un signo de debilidad o ataque, la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) actúa con rapidez para defender las instituciones y la continuidad” de ese sistema de gobierno.



“Ello no sucede con el desarrollo productivo y social, ya que en algunos países la economía tiene supremacía sobre la política, cuando en realidad debe estar subordinada a la política y, ésta, al servicio del hombre”, sostuvo Martínez, quien consideró que “no alcanza con haber logrado la democracia en otras naciones, porque continúa habiendo muerte, violencia, persecución sindical, ausencia de diálogo social, de libertad sindical y de negociación colectiva”.



El también titular de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) enfatizó que “el Estado debe fomentar la negociación colectiva, resguardar la libertad sindical, luchar contra el empleo informal, reconstruir una sociedad salarial y apoyarse en la economía real” y, en ese sentido, puntualizó que sólo de esa manera “el diálogo social tendrá los ámbitos necesarios e imprescindibles para ser efectivo”.



Martínez exigió “coherencia” por parte del sistema internacional, aunque aclaró que “no basta hacerlo con meras declaraciones formales sino que se requieren acciones concretas contra las violaciones sistemáticas de los derechos fundamentales”.



En otro orden, Martínez señaló estar “convencido” de “la importancia del convenio 102 de seguridad social”, que aún analiza en comisión la OIT, y aclaró que “el piso mínimo de esa protección no debe ser utilizado para que los trabajadores paguen los costos de la crisis”.



“Es realmente una necesidad que la OIT se ocupe de los sectores más vulnerables, por lo que la Argentina respalda la aprobación del convenio de normas para trabajadores del hogar”, subrayó.



Al referirse a una parte de la Memoria e Informe de Somavía, quien señaló que al aspirar a “un mundo con justicia social no hay que ser presa de un idealismo de imposible cumplimiento”, Martínez invocó y reivindicó al “ilustre escritor argentino José Ingenieros” cuando afirmó que “es necesario tener un ideal para llegar a los objetivos posibles”.



En ese sentido y, luego de parafrasear al escritor, el sindicalista aseveró que “los trabajadores tienen el ideal de la justicia social y, como ocurrió en la Argentina, hay caminos para hacerla realidad cuando existe voluntad política, temple y coraje”.



“Llegó el tiempo de la justicia social. Llegó el tiempo de los trabajadores”, concluyó Martínez su discurso ante la asamblea plenaria, acompañado desde las gradas superiores por un nutrido grupo de sindicalistas argentinos como Andrés Rodríguez (estatales), Héctor Daer (sanidad), Enrique Venturini (electricistas navales) y Juan Carlos Schmid (dragado y balizamiento), entre muchos otros.



El discurso de Martínez completó hoy la participación de los delegados de trabajadores de los países del Mercosur, que ayer estuvo representado en el plenario por las alocuciones de los dirigentes gremiales de Uruguay, Brasil y Paraguay, todos con planteos y visiones coincidentes

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