Los trabajadores domésticos desempeñan un papel importante en la economía, y permiten que otros vayan a trabajar para percibir un sueldo. Sin embargo, permanecen invisibles y con frecuencia su contribución no es reconocida. En la Conferencia Internacional del Trabajo (en Ginebra, 1-17 de junio) se realiza una discusión que podría generar las primeras normas internacionales elaboradas específicamente para proteger a los trabajadores domésticos. Por Neelam Agnihotri, de la Oficina de la OIT para India.
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30 de mayo de 2011
NUEVA DELHI, India – El rostro de Kuwari se ilumina de orgullo mientras escribe su nombre en inglés. Nacida dentro de una familia pobre de trabajadores agrícolas sin tierra en Jharkhand, India, su vida ha sido una batalla perenne por sobrevivir. Sus padres eran demasiado pobres para ofrecer dos comidas completas a sus seis hijos, la educación era un sueño lejano.
Ya que era la hija mayor, Kuwari fue enviada a Delhi a trabajar cuando tenía 14 años, para aumentar los exiguos ingresos de la familia. Pero como no había recibido educación, su única opción era el trabajo doméstico. Un amigo la puso en contacto con una organización de voluntariado que la ayudó a encontrar una buena familia empleadora.
Mientras trabajaba se inscribió en un programa de formación, la Iniciativa de desarrollo de calificaciones para trabajadores domésticos, dirigida por el Ministerio de Trabajo y Empleo (MOLE) y la Gobernación de Delhi, con la asistencia técnica por parte del proyecto financiado por Noruega e implementado por la OIT. Esta formación no sólo le permitió organizar su trabajo de manera más sistemática, sino que también reforzó su autoestima. Ella se dio cuenta que no estaba sola y que había muchas más personas en su situación.
Jasinta también llegó a Delhi desde una aldea remota, Amlai Gudi en Assam. Pero después de que había trabajado un año, la agencia de contratación la estafó y le pagó sólo la mitad de su salario. Afortunadamente ella encontró otro trabajo con rapidez y, con la ayuda de una organización de voluntariado, también asistió al programa de formación para trabajadores domésticos. “Solía trabajar de manera desorganizada. Esta formación me ayudó a mejorar mi rendimiento. Mi empleadora está muy contenta con mi trabajo y me dio un aumento”, dijo Jasinta.
El trabajo doméstico remunerado crece en muchas economías, pero sigue siendo una forma de trabajo invisible. Además, con frecuencia, es percibido como un trabajo no calificado, una prolongación natural del trabajo de las mujeres en sus propios hogares. Con frecuencia los trabajadores domésticos soportan malas condiciones laborales, muchos reciben bajos salarios, no tienen cobertura de seguridad social, trabajan horas extraordinarias, y realizan sus tareas en condiciones difíciles y no siempre seguras. Algunos son vulnerables a la trata, al abuso sexual, físico y psicológico, en especial cuando son migrantes.
Sin embargo el trabajo doméstico y de cuidado en el hogar, es vital para la economía. Permite que otras millones de personas vayan a trabajar y al mismo tiempo mantengan sus rutinas cotidianas. En India, un nuevo trabajador doméstico puede esperar un sueldo de 1.800 INR (41 dólares) mensuales. Esta cifra debería aumentar si el trabajador adquiere calificaciones adicionales como cocinar o cuidar de los niños.
De acuerdo con Tine Staermose, Directora del Equipo de Trabajo Decente de la OIT para Asia Meridional y de la Oficina de la OIT para India, además de mejores salarios los trabajadores domésticos desean el reconocimiento a la importancia de su trabajo. “Su contribución a la economía y al crecimiento necesita ser reconocida”.
El trabajo doméstico ha sido una preocupación de la OIT desde sus primeros días y la igualdad de género es un componente fundamental del Programa de Trabajo Decente de la Organización.
Para dirigir la atención sobre el tema y sensibilizar sobre los derechos de los trabajadores domésticos, en 2009 fue lanzada en India una campaña pública “Tu trabajo es importante”. Para profesionalizar el trabajo doméstico y promover mejores salarios y condiciones de trabajo, la OIT colaboró con MOLE, el Gobierno de India y la Gobernación de Delhi a fin de establecer programas de formación piloto para desarrollar las calificaciones y competencias de los trabajadores domésticos y de los colaboradores de los hogares.
La OIT también colaboró con el Congreso Nacional de Sindicatos (INTUC) y el Congreso Panindio de Sindicatos (AITUC) con el objetivo de ayudar a los trabajadores domésticos en algunos estados a organizarse, y formarlos para mejorar sus calificaciones, incluyendo la disciplina en el trabajo y las llamadas “competencias sociales” que pueden mejorar sus perspectivas profesionales.
En junio 2010, representantes de los Estados miembros de la OIT sostuvieron su primera discusión sobre la adopción de una nueva norma internacional para trabajadores domésticos. Sobre la base de este proyecto se prepararon los borradores de un Convenio y Recomendación que fueron enviados a los mandantes de la OIT para que fuesen comentados. Las herramientas propuestas ofrecen niveles mínimos de protección para los trabajadores domésticos en un número de ámbitos, incluyendo salarios, condiciones de trabajo, protección social y salud y seguridad en el trabajo.
Sachiko Yamamoto, Directora Regional de la OIT para Asia y el Pacífico dijo: “Es estimulante y oportuno ver los comentarios positivos provenientes de parte de tantos Estados miembros en Asia y el Pacífico”.
La respuesta de los mandantes fue incorporada en nuevos proyectos que serán analizados durante la segunda discusión sobre este tema, en la 100ª Conferencia Internacional del Trabajo en junio 2011, con miras a la adopción de una nueva norma internacional del trabajo para trabajadores domésticos.
Si son adoptadas, estas herramientas serán un paso importante para otorgar visibilidad a los trabajadores como Kuwari y Jasinta, para dar reconocimiento público al valor de su trabajo, y para que sea más factible la posibilidad de un trabajo decente para ellos.
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