El investigador de la Facultad de Economía de la UAEM, Leobardo de Jesús Almonte dijo que el hecho de que el último sexenio haya crecido el empleo informal y se observe una escasa generación de plazas laborales formales tiene que ver con la dinámica de la actividad económica del país. “No podemos olvidar que estamos saliendo de un proceso recesivo cuyo principal costo fue la tasa de desempleo”.
Y refirió que cuando hay un desplazamiento de la oferta de trabajo, una vez que inicia la fase de recuperación, el sector que más lentamente responde a la dinámica de crecimiento de la economía es el empleo.
“Esto tiene sus consecuencias en la estructura del mercado del trabajo pues la población que se ve excluida de los empleos formales, de alguna forma tiene que buscar ingresos y el mercado informal se esta convirtiendo en esa posibilidad”.
Dijo que si se revisa la estructura de la producción de este país es evidente que estamos en un proceso de terciarización; es decir, donde el sector servicios está fuerte pero éste es de escaso valor agregado.
Aunque los datos indican que el número de empleos ha crecido, éstos son eventuales lo que a la larga podría llevar a un proceso de pauperización; “la forma en que se está tratando de impulsar la generación de empleos tiene que ver con una disminución de costos laborales vía seguridad social”.
Consideró que la generación de empleos formales tiene que ver con el proceso de reactivación de la actividad económica; en este contexto dijo que de los estados más pujantes y que más empleos generan es el Estado de México en el sector industrial pero la recuperación no es fácil.
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