Con incentivos fiscales y consumo interno se reducirá impacto salarial

**También se debe reducir impuesto sobre renta a sectores que se verán afectados
** Crecerá más la economía informal

El crecimiento del nivel de desempleo incrementará el comercio formal.

TEGUCIGALPA.-Para algunos analistas, el aumento al salario mínimo llegó en el momento menos oportuno, porque las tasas de crecimiento económico no lo permiten, tampoco el entorno de la economía nacional y la situación de los socios comerciales de Honduras.

El analista, Efraín Díaz Arrivillaga, expresó a LA TRIBUNA que “si bien es cierto que es válida la intención para la gente más necesitada, el aumento debió realizarse gradualmente para darle a las empresas la oportunidad de acomodarse a las condiciones que se puedan dar en el futuro”.

“Se debió realizar en períodos de un año para esperar los efectos de la crisis financiera mundial”, sostuvo el analista.

El sector de la economía más afectado por el aumento al salario mínimo, será la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Mypimes) que emplea el mayor número de hondureños, explicó.

En ese sentido, Arrivillaga dijo que “el gobierno debió acompañar el aumento con un paquete de incentivos fiscales”, que premie a las empresas que generen y mantengan los empleos para que puedan afrontar la crisis.

Una de las formas de incentivo que se debió aplicar es la reducción en el impuesto sobre la renta a los sectores económicos que se verán más afectados, aconsejó.

Pese a que el gobierno ha dicho que pondrá más de mil millones de lempiras para incentivar la generación de empleo, este analista considera a esa medida como poco útil, porque los

Efraín Díaz Arrivillaga

bancos no les dan crédito a personas que tienen problemas económicos.

“No es tan cierto como se quiere plantear, el sistema bancario está teniendo problemas para solventar problemas de liquidez”.

La banca sigue siendo sólida, pero a raíz de la incertidumbre en la economía el sector de la banca está poniendo mayores restricciones al crédito, abundó Díaz Arrivillaga.

Los obreros nacionales con ese aumento pasarán de ganar 3,428 lempiras a 5,500 en la ciudad y 4,055 en el campo, el aumento podría incidir en las tasas de inversión extranjera, máxime cuando ya existe un clima de temor entre los inversionistas como lo han anunciado expertos internacionales, pero según los expertos no es el tema más importante para atraer inversión.

Según pronósticos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Honduras crecerá no más del dos por ciento en el 2009.

REZAGO HISTORICO

Por su parte, el economista, Martín Barahona, sostuvo que el salario mínimo ha tenido un rezago histórico, porque se debió hacer en tiempos en que la economía hondureña registró crecimientos de más del seis por ciento.

Entre los años 2004 al 2007 hubo tasas de crecimiento de hasta el seis por ciento.

Martín Barahona

Barahona consideró como un error haber realizado el ajuste al salario mínimo en base a la tasa de inflación y no en base a los niveles de crecimiento.

El ex presidente del Colegio de Economistas de Honduras (CEH), con ese incremento ve un crecimiento del sector del comercio informal de las principales ciudades del país. “Con seguridad el sector informal urbano va a crecer”, sentenció.

Este fenómeno se dará porque el desempleo orillará a la población a ganarse la vida en la economía informal.

También se prestará para que los empleadores se pongan de acuerdo con los trabajadores a no pagarles el total del salario, dada la necesidad de ganar aunque sea algo porque el grueso de la población no está sindicalizada.

Se darán negociaciones informales entre contratantes y trabajadores para no cubrir todo el pago del salario, puntualizó Barahona.

Para los conocedores del tema, no es bueno que la gente tenga mejores ingresos, pero este no ha sido el mejor momento para aumentarlo.

Además, que el fracaso en las negociaciones entre la clase trabajadora y el sector empresarial dejó la puerta abierta para que el gobierno decretara el aumento. Por: Jeremías Bustillo