No sólo los empleados dentro de convenio o de baja calificación corren con desventaja en un mercado laboral que se adormece. Sino que quienes están en negro (que, por lo general, tienen menor calificación) también están quedando excluidos de la posibilidad de salir de la informalidad. Pese al fuerte crecimiento de la economía, la masa de trabajadores informales se mantiene constante.
Jorge Colina, economista de Idesa, asegura que mientras que la demanda de nuevos asalariados está avanzando en forma modesta, en el sector informal, donde se incluye a los no registrados y cuentapropistas, casi no hay movimiento. Así, según sus estimaciones sobre la base de los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, mientras que en el primer trimestre del año el empleo total creció apenas 1,3%, el empleo registrado, que representa 50% del total, avanzó 3,2%; el informal, que suma el otro 50%, apenas tuvo una variación negativa de 0,5 por ciento.
"La bonanza económica tiene impacto positivo sobre el empleo registrado, pero no alcanza para revertir la masiva presencia de la informalidad", subraya Colina, para quien esto se debe a que las regulaciones laborales hacen que los costos laborales de contratar a un trabajador sean muy elevados.
Por cada $ 100 que se lleva un empleado a su casa en el bolsillo, la empresa debe desembolsar $ 160, ilustra. "Solamente las empresas grandes contratan personal altamente calificado, pero las chicas, de menos de 20 trabajadores, contratan a gente de bajo nivel de educación", dice el economista. "El 87% del empleo informal está en empresas de menos de 20 trabajadores", aclara.
Quien trabaja en negro no sólo no recibe aportes patronales, sino que además suele quedar excluido de todos los aumentos salariales que hoy gozan quienes están dentro de convenio o dentro de una estructura formal.
Pocas perspectivas
Pero la incertidumbre que domina a la economía internacional -con Italia, Grecia, Portugal y España en la cornisa- también plantea una sombra de duda para el mercado laboral argentino en el segundo semestre y, por ende, muestra pocas posibilidades para quienes están en la informalidad.
Muchos economistas, de hecho, ya están previendo que el PBI no crecerá en la segunda mitad del año tanto como originalmente preveían. "Ya hay es una salida de capitales que es más alta de lo que uno podría esperar a principios de año, y en un contexto que está mostrando turbulencias más fuertes, todo indica que el segundo semestre no será tan bueno como el primero", desliza Maximiliano Castillo Carrillo, director de ACM Consultores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario