El año más crítico de la crisis económica será 2009, debido a que se agravará la caída en la producción, la pérdida de empleos y el cierre de empresas, coincidieron los investigadores de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Puebla, Germán Sánchez Daza, Jaime Estay Reyno y Jesús Rivera de la Rosa.
Los tres investigadores concluyeron que el año es negro para la economía nacional y estatal, pues tan sólo en Puebla tres de cada 10 trabajadores se ubican en la economía informal, la tasa de ocupación en condiciones críticas es de 10 por ciento de la población ocupada y 75 por ciento de los asalariados no cuenta con seguridad social.
Estay Reyno sostuvo que el escenario podría empeorar, porque no existe una estrategia gubernamental para enfrentar la crisis, y las políticas de rescate se encaminan hacia los menos indicados, como son los intermediarios financieros, pese a que fueron ellos quienes generaron la crisis.
Aunque consideró que en términos de profundidad y extensión la crisis actual es similar a la gran recesión económica de 1929, aseguró que ahora se pueden coordinar mejor las políticas macroeconómicas de diversos países para superarla, a través del G–20, conformado por los integrantes del G–7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón), 12 naciones emergentes (Arabia Saudita, Argentina, Australia, China, Corea del Sur, Brasil, India, Indonesia, México, Rusia, Sudáfrica y Turquía), así como la Unión Europea como bloque.
“En la crisis del 29, la política que se puso en marcha fue la de empobrecer al vecino; todos los países impulsaron barreras proteccionistas y no hubo un grupo que encabezara los esfuerzos para salir de la crisis”, comenta el especialista en política y economía mundial.
Sánchez Daza opinó que la actual recesión económica mundial es profunda, y sus efectos se manifestarán en el tercer trimestre del año.
Incluso, advirtió, ya hay indicadores del aumento de la pobreza extrema, producto de la caída de la producción, el crecimiento negativo de la manufactura, el aumento de la economía informal y la elevación de las tasas de desempleo.
Por su parte, Rivera de la Rosa dijo: “debemos estar preparados para superar una gran recesión; ya se habla de 2 millones de desempleados en el mundo por la crisis, pero el otro año se sumarán algunos millones más”.
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