La reforma laboral es la legislación que le hace falta al país, aseveró el presidente Felipe Calderón, quien afirmó que las condiciones actuales en la ley ya no responden a los desafíos de la economía mexicana, además de que imponen “severas” dificultades en la creación de empleos formales.
Durante la Sexta Conferencia sobre Empleo y Desarrollo de IZA/World Bank, que se llevó a cabo en las instalaciones del ITAM, el Jefe del Ejecutivo lamentó que por “cálculos políticos” se haya frenado la reforma que ya estaba lista y había adquirido consensos.
La legislación actual, expuso, data de 1970 y contiene distorsiones que “actúan verdaderamente como un impuesto sobre el empleo”, incluso crea incentivos para la informalidad.
Ante especialistas nacionales e internacionales en la materia, Calderón Hinojosa enumeró las dificultades laborales por no contar con un marco legal moderno: dificulta la incorporación de jóvenes al mercado laboral, genera incentivos adversos al aumento de la productividad e impone altísimos costos de entrada y salida laboral del mercado formal para personas y empresas.
La presencia de esas “rigideces”, comentó, limitan la posibilidad de asignar eficazmente recursos hacia áreas productivas, además de que impide la contratación de “cientos de miles de personas en México”.
Por lo anterior, hizo un llamado al Congreso para que apruebe la reforma laboral como un mecanismo que dé al mercado de trabajo la eficiencia que necesita para contratar más personas y aumentar la competitividad y productividad de la economía mexicana.
El rector del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Arturo Manuel Fernández, comentó de igual forma que es necesaria dicha reforma y explicó que los países en desarrollo están inmersos en un síntoma crónico de los mercados laborales: el dualismo.
El dualismo, argumentó, es la coexistencia entre el mercado informal y el formal. El primero, dijo, se caracteriza por el empleo precario y sin acceso a seguridad social, mientras que el rubro formal está sujeto generalmente a una regulación excesiva o inadecuada de las relaciones obrero-patronales.
Comentó que en México, el cierre de la brecha de la productividad rural y la urbana generaría un PIB de 21% mayor al actual.
A la ceremonia asistieron los secretarios de Hacienda, Ernesto Cordero, y deL Trabajo, Javier Lozano. También estuvieron presentes Mahmoud Mohieldin, director ejecutivo del Banco Mundial y Klaus Zumwinkel, presidente del Instituto para el Estudio del Empleo (IZA).
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