Cuando el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que la tasa de desocupación a nivel nacional cerró en un 7% el trimestre móvil febrero-abril recién pasado, comenzó a rondar una pregunta en el mercado: ¿Chile alcanzó el pleno empleo?
Si bien distintos expertos consultados coinciden en que aún no se puede afirmar que el mercado laboral está en su máxima capacidad, sí se debe hacer la distinción por sectores, ya que las personas con más calificación, cuyas rentas se mueven entre un y tres millones de pesos, han logrado el “pleno empleo”. Pero, subrayan, existe evidencia que de continuar este ritmo de expansión es posible que se alcance una tasa de desocupación del 6%, tal como se evidenció previo a la crisis asiática.
No obstante, indican, el problema que se está presentando es la calidad del empleo, una mayor calificación de la mano de obra y, por otra parte, la exigencia de los trabajadores de mayores remuneraciones.
Pero desde el punto de vista político, el gobierno puede sacar cuentas alegres debido a que uno de los principales ejes de la actual administración es la creación de puestos de trabajo, una meta que tiene por objetivo levantar un millón de empleos al fin de su mandato. Y hasta ahora, prácticamente en un año y medio de gobierno, el Ejecutivo impulsó un poco más de la mitad de su meta final, pues se han creado 517 mil fuentes laborales, según sostienen desde el Instituto Libertad y Desarrollo.
“Por estacionalidad la creación de empleos va a ser más lenta”
El economista de la Universidad Central, Ignacio Larraechea, es enfático al señalar que no estamos en la máxima capacidad del empleo, porque aún nos enfrentamos a un período de estacionalidad favorable para la creación de nuevas fuentes laborales, “coherente con el rápido crecimiento económico del primer trimestre y que se estiró hasta abril”. Sin embargo, advierte que “en los meses de invierno, por estacionalidad, la creación de puestos de trabajo va a ser más lenta y la economía chilena comenzará a suavizar su curva de crecimiento”.
El analista refuerza su opinión de que no estamos cerca del pleno empleo manifestando que “además hay sectores de trabajadores que por su baja calificación, no encuentran trabajo aún cuando la economía crezca muy rápido”, hablando fundamentalmente de jóvenes y mujeres con un escaso nivel académico.
Para Larraechea, si bien el gobierno ha creado empleo asalariado y no sólo empleo informal, “hay una brecha entre el crecimiento real de la economía y el crecimiento de los salarios que es significativo, por lo tanto, sabemos que gran parte de los empleos no son bien remunerados”, argumenta, y termina diciendo que los ocupados a tiempo parcial declaran en la encuesta que quisieran trabajar a tiempo completo.
El mercado en su máxima capacidad muestra un desempleo de 6%
El economista de la Universidad de Chile, David Bravo, es enfático al advertir que se comete un error al hablar de pleno empleo en estas circunstancias. “Quienes así piensan no tienen una lectura apropiada de las cifras”, indica.
El analista basa su opinión en la comparación de las cifras de desempleo de su Casa de Estudios con las del INE. “La tasa de desempleo de marzo de 2011 para el Gran Santiago (Universidad de Chile) mostró una tasa de 8,7% y se espera una tasa promedio cercana al 8%, muy por encima de las tasas de pleno empleo que exhibió la economía chilena (cercanas al 6%) antes de la crisis asiática”, sostiene.
Para David Bravo cuando hemos tenido el mercado a su máxima capacidad de ocupación, las tasas de desempleo del organismo estadístico y las que entrega la Universidad han “coincidido generalmente en niveles del 6%”.
Con respecto a la calidad del trabajo generado, el especialista cree que después de una crisis es natural que primero se recupere el empleo por cuenta propia y, con posterioridad, el empleo asalariado, por lo que el asalariado ya está creciendo como empleo total. “Hay una mejor dinámica del empleo que usualmente se asocia a mayor calidad”.
“Queda claro que se han creado empleos en cuanto a calidad y cantidad”
“No puedo decir con seguridad que estamos frente a pleno empleo”, puntualiza de entrada Natalie Kramm, investigadora de Libertad y Desarrollo (LyD), argumentanto que el cambio metodológico realizado por el INE incide de sobre manera en cualquier diagnóstico (ver recuadro).
No obstante, la experta afirma que igual se puede verificar el progreso que “ha habido en materia de reducción de la tasa de desocupación”.
Según Kramm “el total de desocupados alcanza alrededor de 560 mil personas (para el trimestre febrero-abril), número que aún debe disminuir. Si seguimos obteniendo cifras tan buenas, lo que sucederá particularmente hacia fines de año, es que la tasa de desocupación se ubicará bajo el 7%, pero aún así es difícil obtener pleno empleo”, reafirma.
Sobre los cuestionamientos en torno a la calidad de los empleos generados, la investigadora de LyD asegura que en este punto se está comparando el número de empleos creados versus la categoría de ocupación creada, específicamente, la cantidad de asalariados comparados con los de cuenta propia. “De un total de 474.470 empleos, un 32,98% corresponde a cuenta propia y un 55,31% a asalariados. Si se considera que los trabajos por cuenta propia son de baja remuneración en relación a los asalariados, para distinguirlo, qué es calidad de empleos, queda claro que se han creado empleos en cuanto a calidad y cantidad”, concluye.
“Hay una guerra del recurso humano en nuestro país”
Para Thibault Vautier, director general de Adecco, Chile se encuentra en una muy buena posición si compara con otros países de América Latina e incluso supera a algunas naciones europeas en materia de pleno empleo en el sector privado. “No hay una guerra del talento, sino una guerra del recurso humano en nuestro país”, argumenta. “En Colombia, por ejemplo, esa escasez de mano de obra no se nota con su crecimiento fuerte, en Perú tampoco, y aunque es verdad que en Brasil con el crecimiento económico que tienen también están en una situación similar, allá existe mucho más mano de obra por empleado”, explica y asegura que contrariamente “en Europa hay una tasa de desempleo muy alta, especialmente en España, Portugal y Grecia”.
Para Thibault Vautier lo que está pasando con el pleno empleo es que “por naturaleza sube la calidad del empleo, porque al final lo que hacen las empresas para ser competitivas y atractivas es que tienen que ofrecer más”, dice, refiriéndose al incremento en las remuneraciones de los profesionales insertos en ese segmento.
“Gente empleada está buscando una mejor posición”
El segmento cuyas rentas se mueven entre $1 millón y $3 millones presenta tendencia de pleno empleo, pues “los profesionales de buen nivel hoy están todos trabajando, y el que no lo hace es por un tema circunstancial, pero rápidamente se inserta laboralmente”, argumenta Ignacio González, gerente general de Mandomedio, consultora especializada en ejecutivos de nivel medio para Chile, Argentina y Perú.
A diferencia de lo que sucede con la ocupación en las personas menos calificadas, los profesionales que perciben más renta se encuentran en la actualidad con una fuente laboral concreta, no obstante, las buenas condiciones económicas del país hacen que busquen nuevas proyecciones y exploren otras alternativas.
“La gente que está buscando trabajo es gente empleada, pero que está buscando una mejor posición o mejorar las expectativas que tienen dentro del mercado”, dice González, para luego confirmar que, efectivamente, hay una presión al alza en los salarios de este segmento. “Para traerlos de las empresas donde están actualmente hay que pagarles más”, aclara el directivo.
El gerente general de Mandomedio, explica, en este mismo sentido, que el próximo reto es centrarse en la capacitación del profesional. “El desafío en un escenario de un nivel de empleo muy alto es mostrar y preocuparse de los trabajadores, sobre todo, en nivel ejecutivo, de cómo pueden desarrollarse y progresar dentro de la empresa”, fundamenta Ignacio González.
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