Kosovo, el sueño roto de la prosperidad tras la independencia - ABC.es - Noticias Agencias
Luis Lidón Lehnhoff Pristina, 10 dic (EFE).- Kosovo dijo adiós a Serbia pero todavía no dio la bienvenida a la prosperidad. El territorio, que celebra este domingo las primeras legislativas desde la independencia en 2008, aún sigue buscando un modelo económico que reduzca el paro, el crónico déficit comercial y la corrupción.
"Gano diez euros los días que trabajo. Cuando no lo hago no cobro nada. Los sueldos son bajos y hay que luchar para encontrar trabajo", explica Avni Atafai, un obrero de uno de los muchos edificios a medio construir cerca del centro de Pristina.
A pesar de todo, Avni, de 31 años, se considera "afortunado".
Tiene trabajo, una pequeña proeza en un país con una cifra oficial de paro del 47%, aunque en algunas regiones llega al 80%. La pobreza alcanza al 45% de la población, y la extrema necesidad al 15%, según datos del Banco Mundial.
Otro factor de presión es que Kosovo es el territorio más poblado de los Balcanes con más de 200 habitantes por kilómetro cuadrado, de ellos el 65 por ciento son jóvenes de menos de 30 años. Cada año 30.000 personas nuevas entran en un mercado laboral casi estancado.
La elite política kosovar argumentó durante años que la indefinición jurídica de Kosovo frenaba la inversión extranjera y que una vez se lograra la independencia llegaría el dinero y el nivel de vida mejoraría de forma sustancial.
Pero muy poco ha cambiado. De hecho, la economía kosovar actual sigue teniendo las mismas debilidades que en la Yugoslavia comunista: exporta materias primas y productos poco elaborados, apenas tiene industrias de transformación, y por el contrario, importa todo tipo de bienes.
Las exportaciones cubren menos del diez por ciento de las importaciones, según datos oficiales, con el consiguiente impacto en las finanzas públicas.
Las inversiones tampoco llegan por la crisis internacional y la inestabilidad política de Kosovo debido a su pugna internacional con Serbia. El crecimiento, aunque alto -un 4,4% en 2009 y un 5% en 2010- no permite reducir el paro crónico.
Quizá sólo un dato sirva para ejemplificar el estado de la economía kosovar: la primera exportación del país es la chatarra de los vehículos usados que acabaron en cementerios de automóviles, según los datos del Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas (UNDP).
En las calles de Pristina uno de los negocios que parece florecer es el de los puestos callejeros que venden todo tipo de mercancías pirateadas, desde software informático a ropa de marca.
Más difícil de apreciar es la economía en la sombra del crimen organizado, un aspecto del que el país es "fuente y lugar de tránsito", según el último informe de la Comisión Europea.
En la actualidad, el 20% de las familias kosovares viven de las remesas que envían sus familiares emigrados a países como EEUU, Alemania, Suecia y Austria, y ese dinero supone alrededor del 15% del PIB, según cifras de la UNDP.
Además, se ha desarrollado un sector de servicios alrededor de los miles de funcionarios internacionales de la ONU, la OTAN y la UE, toda una hipoteca para el futuro, ya que éstos algún día se irán.
El incipiente sector de servicios es el más importante de la economía kosovar y representa alrededor del 60% del PIB.
Kosovo sigue siendo además extremadamente dependiente de la ayuda internacional, que ha ascendido en los últimos diez años a entre 4.600 y 5.400 millones de euros, según las fuentes, y anualmente representa alrededor del 15% del PIB.
"El país sigue siendo dependiente de las remesas y la ayuda internacional, lo que supone que el desarrollo de una economía de mercado alejada de la economía informal va a tardar todavía muchos años", indicó esta semana en un informe Dragana Ignjatovic, analista del prestigioso laboratorio de ideas "Global Insight".
En la mayor encuesta de opinión realizada en los Balcanes, Gallup Balkan Monitor, presentada a finales de noviembre, el 37% de los kosovares cree que en 2010 la situación económica ha empeorado, un incremento de 14 puntos sobre los datos de 2009.
Y entre los parados consultados, el 59% ha perdido toda esperanza de encontrar un trabajo en el próximo año.
Peor aún son los datos sobre corrupción: el 91% cree que el nivel de corrupción en el Gobierno es alto, un incremento de ocho puntos respecto al año anterior, el mayor aumento de los Balcanes.
Por primera vez, la reputada ONG Transparencia Internacional ha puesto este año cifras a la corrupción en Kosovo, situado en el puesto 110 del mundo, 48 puntos por encima de la vecina Macedonia, lo que le otorga el título de sitio más corrupto de los Balcanes.
¿Cuál es la salida para miles de jóvenes de Kosovo? Avni apunta: "Me gustaría irme un día a Europa, tengo un primo en Suiza y las cosas le van bien. Trabajando duro se gana dinero allí". EFE
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