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Posadas.
Además aseguran que la desocupación llegó al 7,9 por ciento en el nivel nacional, mientras que en Nordeste llega al 3,6 por ciento, según el organismo nacional. El estudio del Indec considera ocupados a los beneficiarios de los Planes Jefes y Jefas de Hogar y comprende al total de aglomerados urbanos.
El desempleo decreció, con respecto al 2009, casi un punto porcentual, ya que en aquel entonces alcanzaba el 8,8 por ciento. En relación al primer trimestre de 2010 (8,3%), la tasa de desempleo se redujo 0,4 puntos porcentuales. Al respecto merece destacarse que en los segundos trimestres de cada año suele observarse una reducción de la desocupación en relación al trimestre anterior, que obedece a factores estacionales. Aún así, según los indicadores oficiales, la desocupación parece caer de manera sostenible durante los últimos tres trimestres relevados, en respuesta a la recuperación del nivel de actividad que exhibe la economía local.
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Crecer en la informalidad
Producto de la recuperación del nivel de actividad económica y del crecimiento de la producción que tiene la Argentina en los últimos años generó cierto crecimiento del empleo formal. Pero el envión que trae la actividad no alcanza a resolver el problema de la informalidad y precariedad laboral, ya que todavía existe una amplia franja de trabajadores en negro, que se estima en torno al 35 por ciento del total de los asalariados del país. Buena parte de estos empleados bajo el ala del Estado, tanto nacional, como provincial o municipal.
Los sectores más informales, tanto en Misiones como en el resto del país, son el del trabajo rural, el servicio doméstico y el propio Estado.
“En Misiones es muy importante la cantidad de trabajadores en negro. No queremos ser irresponsables y tirar cifras, pero sabemos que los niveles en la Provincia son importantes y estarían por encima del 30 por ciento y creo que me quedo corto”, explicó José Giménez, titular de la CGT en Misiones.
“El más castigado en la Provincia es el trabajo rural y el de los trabajadores de los municipios, que por estos días están negociando bajar esos niveles”, afirmó. Explicó que “tanto en las municipalidades, como en otros lugares políticos, en la carrera por llegar al Gobierno los funcionarios meten gente que después queda colgada trabajando en negro. Hoy desde todos lados se está trabajando para bajar eso”.
Según Giménez, la cantidad de trabajo en negro se explica con la “falta concientización de toda la sociedad sobre esto, el tema está en que el que más tiene más quiere, y cuesta que compartan las ganancias con el trabajador. El trabajador le pone el hombro al país, pero cuando tiene que llevar su remuneración se lo negrea para achicar por ahí los gastos”.
Sobre el trabajo en negro, existe gran disparidad a nivel regional en el País. Mientras que en el Norte Grande la informalidad laboral llega al 40,5 por ciento, con el Noroeste (NOA) en un índice de 41,3 por ciento y el Nordeste (NEA) con un 39,7 por ciento; en la Patagonia el empleo en negro se reduce a la mitad, con el 21 por ciento.

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