La patronal y los sindicatos se oponen al cuidador familiar

Los empresarios de residencias de Aerte cuestionan la validez jurídica de la figura y CC OO y UGT buscan crear empleo

Pilar G. del Burgo, Valencia
La asociación empresarial de residencias de tercera edad (Aerte) y los sindicatos CC OO y UGT se opusieron ayer en Valencia a la proliferación de los cuidadores familiares como prestación de la Ley de la Dependencia.
Aunque los argumentos de ambas partes convergían en puntos en común, en la exposición de motivos quedó claro que la razón primordial que llevó a los secretarios de sanidad de ambas organizaciones sindicales, Arturo León y Miguel Usó, a aliarse con la patronal de centros de tercera edad no es otra que la creación de puestos de trabajo.
Ambas organizaciones sostienen que la figura del cuidador familiar o informal (que en un porcentaje elevadísimo es del sexo femenino) perjudica el acceso de las mujeres -estas mismas u otras- al empleo digno y reconocido, si bien los sindicatos aprovecharon para revindicar ante el representante empresarial, Alberto Giménez, una mejora de los salarios de los empleados del sector.
"Estamos muy preocupados ante el aumento de cuidadores informales porque entendemos que vulnera los criterios de la Ley de la Dependencia referentes a la calidad del servicio y la profesionalización", declaró Giménez que añadió que la presencia de un cuidador informal no es sinónimo de "buenos cuidados".
El presidente de Aerte destacó que con el predominio de la figura del cuidador, "corremos el riesgo de desvirtuar el principio de la ley e incurrir en una falta de control y garantías a lo que el dependiente tiene derecho".
En la Comunitat Valenciana existen 2.566 prestaciones reconocidas de cuidador, aunque hay 6.000 solicitudes, según informó Arturo León, de CC OO.
En España, se han reconocido 62.267 ayudas para cuidadores informales.
Si la ratio de trabajadores de tercera edad por anciano es de uno a dos, la existencia de 2.566 cuidadores reconocidos podría haberse traducido en la más de mil puestos de trabajo.
La Asociación empresarial de residencias de tercera edad ha elaborado un informe jurídico que indica que la existencia de la figura del cuidador familia conlleva una responsabilidad por parte de la Administración, "si sucediera algo, el dependiente podría presentar una demanda", añadió.
El presidente de Aerte se mostró absolutamente disconforme con el hecho de que los grandes y severos dependientes, que requieren cuidados especiales, estén bajo el cuidado de familiares sin formación.