La picaresca vuelve a estar de moda en España, sobre todo cuando se trata de engañar a Hacienda. La peor crisis que se recuerda en los últimos sesenta años ha obligado a activar el ingenio de españoles e inmigrantes con un único objetivo: el de sobrevivir.“Estoy declarando la mitad que hace unos meses antes”, comenta a Bloomberg Carlos Cruz, que dirige un negocio de pintura en Madrid.
“Los precios han caído un 30% y los clientes eligen tus servicios por una diferencia de precios tan pequeña como 50 euros”, explica este ecuatoriano de 29 años que lleva en España desde 2001.El de Cruz es sólo uno ejemplo entre muchos ya que, según los expertos, en periodos de recesión se observa un incremento de la economía sumergida, tanto desde el punto de vista de los trabajadores como del de las empresas. Friedrich Schneider, profesor de la Universidad austríaca de Linz Johannes Kepler asegura a Bloomberg que la producción de bienes y servicios legales, aunque no declarados, podría registrar su mayor crecimiento en los últimos nueve años.
Milton Haro, un electricista peruano de 37, es uno de los 3,5 millones de parados en España, aunque trabaja de manera ilegal. En ocasiones, según declara al portal financiero, gana más en un día de trabajo no declarado que lo que conseguía en una semana como electricista asalariado. “Tienes que arriesgarte”, afirma.Schneider estima que en 21 de los 30 países de la OCDE la economía sumergida equivaldrá al 13,8% del PIB oficial de 2009, por encima del 13,3% del año pasado. En total, se generarán unos 200.000 millones de dólares en dinero negro hasta totalizar 5,59 billones en el conjunto de esas 21 naciones desde los 5,39 billones de 2008, y basándose en las previsiones del PIB para este año.Para José Manuel Saiz Álvarez, profesor de la Universidad de Nebrija de Madrid, en épocas de vacas gordas este tipo de práctica no suele ser demasiado habitual porque las empresas intentan evitar el riesgo de no pagar impuestos.
“En periodos de recesión, sin embargo, se tiende a lo que se conoce por economía desregulada con acuerdos con subcontratas y ETTs con el objetivo de recortar costes y ganar flexibilidad”, explica al portal financiero. “Cuando hay una crisis, lo primero que hacen las empresas es dejar de pagar los impuestos”, comenta José María Mollinedo, presidente de Gestha.Desde el punto de vista de los trabajadores, “cuando todo va bien, sólo los inmigrantes que llegan a un país sin papeles o contactos podría acabar en este improvisado mercado de trabajo. Ahora, por el contrario, los que han trabajado legalmente en España durante años empiezan a plantearse esta posibilidad antes que hundirse”, apunta Bloomberg.
Este tipo de situaciones en muchas ocasiones se traduce en condiciones de trabajo insanas a lo que hay que sumar que muchas veces no se les paga. Para la Organización Internacional del Trabajo, los elevados porcentajes de trabajadores sin contratos puede ser un indicador del aumento de la pobreza en un país. El mercado laboral sin es “muy predador y gravemente dañino con la gente a largo plazo”, explica otro experto.
Economía sumergida y paro
Por otra parte, los expertos señalan que cuanto más alta es la tasa de paro de un país, mayor es la probabilidad de participar en la economía sumergida. España tiene la tasa de desempleo más alta de la UE con un 15% y es el país en el que más y a mayor velocidad ha crecido la economía sumergida junto a Grecia y Portugal. Saiz Álvarez estima que ésta alcanzará el 19,5% del PIB este año desde el 18,7% anterior, aunque no descarta que pudiera alcanzarse entre el 26% o el 29% tras caer al 17% en el punto más alto de del boom económico español.
El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero comenzó en 2005 una campaña contra aquellos que no pagan impuestos. Esto incluye la investigación de negocios que podrían estar contratando personal fuera de libros y llevando a cabo transacciones con billetes de 50 euros, a menudo asociados a trabajado pagados bajo cuerda.El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, aseguró a principios de marzo que se incrementará en un 30% las inspecciones laborales para detectar casos de economía "irregular". El propio Corbacho reconocía que en tiempos de crisis acostumbran a crecer los fenómenos de economía sumergida con repercusiones "negativas" sobre la.
No en vano, este crecimiento de la economía, también denominada ‘informal’, está privando a los gobiernos de ingresos en un momento en el que esos países están sufriendo en carne viva los efectos de la recesión. Para algunos expertos es un sistema insostenible para las arcas públicas.
“Los precios han caído un 30% y los clientes eligen tus servicios por una diferencia de precios tan pequeña como 50 euros”, explica este ecuatoriano de 29 años que lleva en España desde 2001.El de Cruz es sólo uno ejemplo entre muchos ya que, según los expertos, en periodos de recesión se observa un incremento de la economía sumergida, tanto desde el punto de vista de los trabajadores como del de las empresas. Friedrich Schneider, profesor de la Universidad austríaca de Linz Johannes Kepler asegura a Bloomberg que la producción de bienes y servicios legales, aunque no declarados, podría registrar su mayor crecimiento en los últimos nueve años.
Milton Haro, un electricista peruano de 37, es uno de los 3,5 millones de parados en España, aunque trabaja de manera ilegal. En ocasiones, según declara al portal financiero, gana más en un día de trabajo no declarado que lo que conseguía en una semana como electricista asalariado. “Tienes que arriesgarte”, afirma.Schneider estima que en 21 de los 30 países de la OCDE la economía sumergida equivaldrá al 13,8% del PIB oficial de 2009, por encima del 13,3% del año pasado. En total, se generarán unos 200.000 millones de dólares en dinero negro hasta totalizar 5,59 billones en el conjunto de esas 21 naciones desde los 5,39 billones de 2008, y basándose en las previsiones del PIB para este año.Para José Manuel Saiz Álvarez, profesor de la Universidad de Nebrija de Madrid, en épocas de vacas gordas este tipo de práctica no suele ser demasiado habitual porque las empresas intentan evitar el riesgo de no pagar impuestos.
“En periodos de recesión, sin embargo, se tiende a lo que se conoce por economía desregulada con acuerdos con subcontratas y ETTs con el objetivo de recortar costes y ganar flexibilidad”, explica al portal financiero. “Cuando hay una crisis, lo primero que hacen las empresas es dejar de pagar los impuestos”, comenta José María Mollinedo, presidente de Gestha.Desde el punto de vista de los trabajadores, “cuando todo va bien, sólo los inmigrantes que llegan a un país sin papeles o contactos podría acabar en este improvisado mercado de trabajo. Ahora, por el contrario, los que han trabajado legalmente en España durante años empiezan a plantearse esta posibilidad antes que hundirse”, apunta Bloomberg.
Este tipo de situaciones en muchas ocasiones se traduce en condiciones de trabajo insanas a lo que hay que sumar que muchas veces no se les paga. Para la Organización Internacional del Trabajo, los elevados porcentajes de trabajadores sin contratos puede ser un indicador del aumento de la pobreza en un país. El mercado laboral sin es “muy predador y gravemente dañino con la gente a largo plazo”, explica otro experto.
Economía sumergida y paro
Por otra parte, los expertos señalan que cuanto más alta es la tasa de paro de un país, mayor es la probabilidad de participar en la economía sumergida. España tiene la tasa de desempleo más alta de la UE con un 15% y es el país en el que más y a mayor velocidad ha crecido la economía sumergida junto a Grecia y Portugal. Saiz Álvarez estima que ésta alcanzará el 19,5% del PIB este año desde el 18,7% anterior, aunque no descarta que pudiera alcanzarse entre el 26% o el 29% tras caer al 17% en el punto más alto de del boom económico español.
El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero comenzó en 2005 una campaña contra aquellos que no pagan impuestos. Esto incluye la investigación de negocios que podrían estar contratando personal fuera de libros y llevando a cabo transacciones con billetes de 50 euros, a menudo asociados a trabajado pagados bajo cuerda.El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, aseguró a principios de marzo que se incrementará en un 30% las inspecciones laborales para detectar casos de economía "irregular". El propio Corbacho reconocía que en tiempos de crisis acostumbran a crecer los fenómenos de economía sumergida con repercusiones "negativas" sobre la.
No en vano, este crecimiento de la economía, también denominada ‘informal’, está privando a los gobiernos de ingresos en un momento en el que esos países están sufriendo en carne viva los efectos de la recesión. Para algunos expertos es un sistema insostenible para las arcas públicas.
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