Esta situación sería un “perder-perder” para cadenas de autoservicio, expusieron.
De acuerdo con especialistas de Banamex Acciones y Valores (Accival), este año el Producto Interno Bruto (PIB) tendrá una caída previsible de 2.4%, lo cual complicará las ventas para el sector de los autoservicios, pese a su carácter defensivo.
Según las estimaciones de los economistas, el empleo caerá alrededor de 2.5%, con base en una contracción de 2.4% del PIB y la pérdida promedio de 390 mil empleos.
“¿Quién sería más vulnerable a un resurgimiento del comercio informal?” Un candidato sería justamente quien más terreno le ha ganado a la informalidad: Wal-Mart de México, cuyas tiendas Bodega en sus tres formatos han tenido una relevancia absoluta creciente, a decir de los analistas, quienes consideran que si la economía cae de forma más pronunciada, la población de ingreso bajo (ingresos inferiores a 10 mil dólares anuales) podría optar por recurrir de forma creciente a la economía informal.
Este segmento representa 60% de la población y 24% del poder adquisitivo y alimentos representa más de 40% de su gasto.
Aunque no hay información sistemática, se estima que alrededor de 50% de las ventas de abarrotes se concretan en la economía informal, sobre todo en áreas populares del centro y sur del país, así como en regiones rurales.
Los precios en comercios informales suelen ser mayores que en el sector moderno, pero estos competidores tienen cualidades específicas, como la cercanía al cliente, menor ticket —pues la variedad de productos es más limitada, y en algunos productos precios más bajos, aunque la calidad sea inferior.
Según el reporte, todas las empresas del comercio al detalle son vulnerables a una disminución de la demanda; sin embargo, “nos parece que la batalla podría ser incluso más intensa en otros formatos, como los hipermercados”.
Escrito por El Universal
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