Unas 25 mil personas se incorporaron a la economía informal en la entidad poblana durante el año pasado debido a que no encontraron empleos en empresas establecidas, estimó el investigador de la Universidad Iberoamericana Miguel Reyes Hernández. Explico que se calcula que por cada empleo formal que se creó en 2008, se generaron dos fuentes de trabajo informales.
En entrevista con La Jornada de Oriente, dijo que, de acuerdo a estimaciones económicas, se calcula que actualmente casi un 60 por ciento de la población ocupada –que es la que recibe alguna remuneración y tiene actividad laboral–, tanto del país como del estado, está en la economía informal, que va desde vendedores ambulantes y franeleros hasta las personas que se dedican a la venta “piramidal” o a crédito de diversos productos.
Sin embargo, hace 12 años la cifra por el mismo rubro estaba en menos del 30 por ciento, por lo que, debido a la falta de oportunidades laborales que garanticen estabilidad, se ha duplicado en dicho tiempo el número de personas que se mantienen a través de la economía informal.
El especialista detalló que por cada empleo formal que se genera, dos más se crean en la economía informal, que son a la vez las personas despedidas de su trabajo o que no pueden tener acceso a una fuente laboral formal.
Por lo anterior, si en 2008 se crearon en la entidad aproximadamente 12 mil 500 empleos formales, entonces unas 25 mil personas se refugiaron en la informalidad, indicó.
“Las necesidades económicas de los ciudadanos son apremiantes, desde alimentación, vestido y vivienda hasta transporte y educación, por lo que una familia no puede subsistir con dos salarios mínimos; ante lo que prefieren trabajar en la informalidad, ya que no es tan pesado y se gana más”, aseguró.
Dijo que lo anterior sucede también porque faltan estrategias adecuadas de desarrollo productivo por parte del gobierno estatal, por lo que a pesar de la situación nacional, el desempleo y el empleo informal no se han podido contener en Puebla.
Inadecuada metodologíadel INEGI
Reyes Hernández criticó la metodología que utiliza el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) para calcular el desempleo, ya que a la gente le pregunta si ha estado desocupada algún día de la semana o por un determinado tiempo, por lo que la mayoría de personas que no tienen empleo formal pasan como ocupadas, ya que “hacen algo y tienen alguna percepción económica”.
Sin embargo, los resultados del organismo gubernamental son falsos al considerar a las personas que están en la economía informal, ya que no es una ocupación que genere más empleo, sino que sólo “absorbe” el dinero de la producción generada.
A nivel nacional, de acuerdo con lo que indica el INEGI, son 12 millones 861 mil personas, es decir 29.4 por ciento –quienes se encuentran en el rubro de “trabajadores por cuenta propia y no remunerados–, las que se mantienen de la informalidad, mientras que de, acuerdo a los cálculos del economista, los cuales toman en cuenta las fuentes laborales que se debieron crear cada año y no ha pasado así, son más del doble las que se encuentran en la economía informal, es decir casi 26 millones de personas.
Para el caso local, de acuerdo con el organismo de estadística oficial, son sólo 854 mil ciudadanos los que viven del ambulantaje o ventas piramidales, es decir, 38 por ciento del total de la población ocupada –que llega a 2 millones 230 mil personas—, pero según las estimaciones económicas, más de 1 millón 300 mil personas viven de este tipo de economía.
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