domingo, 14 de diciembre de 2008

La economía sumergida indonesia, salvavidas de los desempleados por crisis

Juan Palop Yakarta, 13 dic (EFE).- Con la irrupción de la crisis financiera, la gigantesca economía sumergida indonesia se ha convertido en el salvavidas de los miles de asalariados que pierden sus empleos, al evitar que caigan en la pobreza.

"En tiempos de crisis, el sector informal es la red de seguridad que salva de la caída a los trabajadores que pierden su puesto en el sector formal", explicó a Efe el analista del Banco Mundial Ari Perdama.

La economía sumergida indonesia, que supone el 70 por ciento de su Producto Interior Bruto, ofrece infinitas posibilidades laborales y dispone de centenares de puestos en hostelería, alimentación, comercio minorista, seguridad, recogida de basuras y gestión del tráfico, entre otra multitud de servicios.

"La recesión nunca afecta (a la economía sumergida), por lo que habría que afrontarla políticamente desde un punto de vista integrador", afirmaba recientemente un estudio financiado por la Sociedad Australia-Indonesia.

Como es lógico, el sector informal adolece de derechos laborales y cobra de media un 30 por ciento menos que el legal, pero al menos ofrece una fuente de ingresos en momentos de incertidumbre financiera.

Las dificultades se están empezando a sentir en especial en Yakarta, una bulliciosa capital de 14 millones de personas, ya que el desempleo es un fenómeno eminentemente urbano en Indonesia.

Este hecho es particularmente visible en los principales cruces de la ciudad, donde está aumentando el número de vendedores ambulantes de todo tipo.

Para muchos expertos, en estos momentos "la economía sumergida no es el problema, sino la solución", como aseguró a Efe Sudarno Sumarto, del Instituto SMERU, un centro de estudios políticos y sociales.

En el fondo, apostilló, "son empresarios, emprendedores, y colaboran con la economía de mercado".

En los últimos meses, conforme empezaba a hacer mella en la economía indonesia el frenazo en seco de los países desarrollados y el enfriamiento de China y la India, las cifras de desempleo se han disparado.

Según los últimos datos del Ministerio de Trabajo, al menos 63.000 personas perdieron sólo en el mes de noviembre sus empleos, debido a cierres de empresas o Expediente de Regulación de Empleo.

Algunas empresas, como las del sector del automóvil, barajan la posibilidad de parar temporalmente la producción para evitar despidos masivos.

No obstante, los expertos aseguran que la crisis se puede cebar especialmente en Indonesia en el ámbito laboral, ya que la mayor economía del Sudeste Asiático es intensiva en mano de obra y está basada en las exportaciones, que llevan tres meses consecutivos con descensos.

Así, las perspectivas para el año que viene son bastante sombrías, ya que el sector exterior indonesio tiene previsto reducir su producción en un 30 por ciento en el primer semestre de 2009.

El presidente de la Asociación de Empresarios Indonesios, Sofyan Wanandi, afirmó recientemente que esta tendencia podría arrastrar al desempleo a "al menos medio millón de trabajadores para mediados de 2009".

El Ejecutivo indonesio se ha visto forzado a rebajar su previsión de crecimiento para el próximo año hasta el 5 por ciento, y algunos analistas apuntan al 4,5 por ciento, frente a las tasas por encima del 6 por ciento de éste y el anterior ejercicio.

Para paliar este enfriamiento, el Gobierno de Indonesia ultima un conjunto de medidas para reactivar la economía nacional que podría rondar los 10.000 millones de dólares y que incluiría ayudas directas a las familias y recortes de impuestos. EFE

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