miércoles, 3 de septiembre de 2008

Catia es una selva llena de buhoneros

Como arroz picado se han multiplicado desde hace algunos meses, los trabajadores informales en el bulevar de Catia y calles adyacentes.

Algunos vecinos denunciaron que los informales se multiplicaron luego de que las autoridades del municipio Libertador desalojaron varios espacios del centro de la ciudad.

En miles de tarantines exhiben toda clase de mercancías, obstaculizan el paso de peatones, generan mucha basura y contribuyen a incrementar la inseguridad, sin que las autoridades tomen medidas.

Retoman el centro. Los "manteleros" o "guapeadores" también están retomando las calles del casco histórico, la Candelaria, las avenidas Urdaneta, Baralt, Fuerzas Armadas y Universidad, bulevar La Marrón y San Jacinto, espacios que habían sido recuperados por la Alcaldía de Libertador.


Joanna Armigo, presidenta de la Gran Feria de Sabana Grande, adonde fueron trasladados parte de los informales desalojados del bulevar, señaló que los manteleros son un problema que los líderes de la economía informal no pueden controlar. "Ellos saben que hay normas que deben respetar".

Sin embargo, precisó que de los 1.280 comerciantes reubicados en la Gran Feria hace 18 meses, apenas quedan 800. "Se han ido porque aluden que la gente no se acerca al lugar. Los que quedan anhelan que la alcaldía y el Ministerio para la Economía Comunal (Minec) cumplan con la promesa de remodelar el edificio Isimar antes del 23 de noviembre, para mudarse y mejorar las ventas.

Son minoría. Silfredo Zambrano, presidente de Fundacaracas, estima que los manteleros no pasan de 1%. "Es un grupo pequeño que siempre ha ido contra las normas. Las autoridades tienen orden de actuar", enfatizó. Desmintió que informales desalojados del Centro hayan ido a parar al bulevar de Catia.

Juan Ramón Lugo/ Ultimas Noticias

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