MEXICO, Agosto. 18.- Mientras los gobiernos estatales redujeron la regulación en costos y tiempo para abrir un negocio en México, la economía informal como proporción del PIB aumentó o en su defecto, se mantuvo, de acuerdo con un ejercicio elaborado por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), basado en datos del Doing Business 2006-2007.
Por ejemplo, Aguascalientes, que registró récord de reducción en sus indicadores de regulación, su economía informal como porcentaje del PIB se disparó. Así, el tiempo para abrir un negocio pasó de 32 a 12 días; el costo de abrir un negocio como porcentaje del ingreso per cápita pasó de 7.3 a 6.77 por ciento, y el tiempo para registrar una propiedad, de 29 a 18 días; pero su economía informal como porcentaje del PIB brincó del 22.1 a 25.2 por ciento en tan solo un año, destaca el ejercicio contenido en la estudio La República Informal.
"Con estos indicadores esperarías que se notara la formalización de muchos negocios, sin embargo se muestra un aumento de la población dedicada a la informalidad.
"Parece que no responden los empresarios y emprendedores a las políticas gubernamentales; eso nos preocupa", señaló Horacio Omar Jiménez, profesor investigador de la división negocios del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
Querétaro redujo tres indicadores claves, pero su economía informal pasó de 24.1 a 25.2 por ciento; el Estado de México, mejoró dos indicadores, y su economía informal aumentó 33.3 a 33.8 por ciento, y Nuevo León, se mantuvo.
En el caso del Distrito Federal, donde se experimentó una reducción importante en estos indicadores durante tres años consecutivos, la economía informal pasó de 27.7 a 25 por ciento.
Esto contrasta con argumentos que utilizan algunos gobiernos para criticar la economía informal, debido a los altos costos y tramitología, añadió el especialista en informalidad.
"Creemos que no necesariamente alguien que está instalado en la economía informal, al verse reducido el costo para instalarse y operar en la formalidad, le pueda resultar atractivo; más bien, al estar en la calle sus costos son iguales a cero, por ello no responden; no les interesa", añadió.
Incluso, la reducción que experimentó el Impuesto Sobre la Renta, de 33 por ciento en 2004 al 30 por ciento en 2005 y al 29 por ciento en 2006, no se reflejó en un crecimiento a nivel nacional de la formalidad.
En constraste, en los emprendedores estadounidenses, españoles y chinos, una disminución en el costo de la regulación, sí les impacta porque esos países tienen altos costos por operar en la calle.
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