El 13 de septiembre de 2010 la Central de Trabajadores de Cuba anunció que, para marzo de 2011, el sector estatal reducirá su número de empleados en medio millón. De acuerdo con las autoridades, la cifra de los que serán despedidos del sector estatal en el futuro cercano sobrepasará el millón. (1) En septiembre se anunció también que se permitirá a pequeñas empresas estatales transformarse en cooperativas administradas por los propios trabajadores. La intención es que la gran mayoría de los empleados despedidos se dediquen al trabajo por cuenta propia aunque no se descarta la posibilidad de que algunos de ellos puedan retornar al sector estatal en un futuro. En efecto, el gobierno es muy enfático en decir que el objetivo último de estas medidas es perfeccionar el socialismo y no destruirlo.
Liberación del empleo en Cuba
por Lorenzo L. Pérez
Noviembre de 2010
Tomado de: palabranueva.net
INTRODUCCIÓN
El 13 de septiembre de 2010 la Central de Trabajadores de Cuba anunció que, para marzo de 2011, el sector estatal reducirá su número de empleados en medio millón. De acuerdo con las autoridades, la cifra de los que serán despedidos del sector estatal en el futuro cercano sobrepasará el millón. (1) En septiembre se anunció también que se permitirá a pequeñas empresas estatales transformarse en cooperativas administradas por los propios trabajadores. La intención es que la gran mayoría de los empleados despedidos se dediquen al trabajo por cuenta propia aunque no se descarta la posibilidad de que algunos de ellos puedan retornar al sector estatal en un futuro. En efecto, el gobierno es muy enfático en decir que el objetivo último de estas medidas es perfeccionar el socialismo y no destruirlo.
El propósito de las medidas es aumentar la productividad del trabajador y, aunque no sea dicho oficialmente, permitir que actividades privadas ayuden a suplir al mercado interno para intentar a resolver los problemas de escasez de bienes y servicios. Las medidas fortalecen las adoptadas por la Asamblea Nacional en agosto de 2010 con vistas a fomentar el trabajo por cuenta propia. En esa oportunidad se eliminaron algunas prohibiciones en el otorgamiento de nuevas licencias y en la comercialización de algunos productos, además de flexibilizar la contratación de fuerza de trabajo en determinadas actividades. En esta línea, el anuncio
de septiembre amplía a 178 el número de actividades donde se permite el trabajo por cuenta propia, al tiempo que en 83 de ellas habilita la contratación de fuerza de trabajo sin que medie relación familiar con el titular. Se incluyen 29 renglones, cuyas autorizaciones estaban congeladas desde hace varios años, tales como vendedores de alimentos en diferentes modalidades y enrollador de motores, bobinas y otros equipos. Por otro lado, el otorgamiento de nuevas autorizaciones para el ejercicio por cuenta propia se mantiene limitado por ahora en nueve actividades, porque no existe un mercado legal para adquirir materias primas como, por ejemplo, son los casos de chapistería, venta de artículos de granito y mármol o ventas de jabón. En los “paladares” se podrá aumentar el número máximo de asientos (20 en vez de 12) así como el número de productos alimenticios a la venta.
Los trabajadores por cuenta propia, además de contribuir a la seguridad social con una tasa del 25 por ciento, estarán sujetos a un impuesto progresivo sobre los ingresos personales, a otro impuesto sobre las ventas y los servicios, a un impuesto sobre la utilización de fuerza de trabajo, y hasta una tasa por la radicación de anuncios y propaganda comercial. (2) Las tasas de impuestos para cada actividad están en proceso de ser ajustadas, pero existe el temor de que la suma de todas las tasas de impuestos resulte onerosa. (3)
Está claro que estas medidas son significativas. Que el Estado despida a más de un millón de empleados (20 por ciento de la fuerza laboral del país) en un lapso de unos dos años, constituye una medida de ajuste poco vista en el mundo. De implementarse, particularmente para volver a abrir espacios para el trabajo por cuenta propia, será un cambio de rumbo importante si se recuerda la reversión de las tímidas iniciativas introducidas en los 90 para fomentar el sector privado.
Sin embargo, surgen preguntas que requieren clarificación para saber si las medidas anunciadas tendrán éxito en aumentar la productividad, crear empleos en la actividad privada y aumentar la disponibilidad de bienes y servicios en la economía en el nivel necesario que permita mejorar el nivel de vida de la población. Específicamente estas preguntas son: ¿El campo que se está abriendo para el trabajo por cuenta propia es suficiente para absorber a los trabajadores separados del sector estatal? ¿Existen las instituciones para fomentar el trabajo por cuenta propia y que se haga como parte de la economía formal? ¿Se va permitir que los precios sean libremente determinados para que sirvan de guía en la actividad económica por cuenta propia? ¿Se contemplan programas de protección social para ayudar a quienes van a ser afectados negativamente por estas medidas y así promover la aceptación popular de estos cambios? (4)
TRABAJO POR CUENTA PROPIA Y LA ABSORCIÓN
DE LOS DESPEDIDOS DEL SECTOR ESTATAL
Las medidas de liberación del trabajo por cuenta propia identifican, en primer lugar, las actividades que se pueden realizar bajo esta modalidad. La mencionada lista de 178, abarca una gama de servicios (barberos, payasos, cuidador de enfermos), labores en el sector de la construcción (carpinteros, carretilleros, electricistas), de los alimentos (vendedor de comidas a domicilio), de reparación (joyería, artículos de cuero, bicicletas, cocinas), de figuras costumbristas (danza folclórica, caricaturistas, pelador de frutas), o del transporte de carga y pasajeros. Básicamente, se refieren a actividades individuales de carácter artesanal, que difícilmente podrán absorber tantos empleados que quedarán redundantes a partir del próximo marzo, o adquirir niveles de productividad mucho más altos que los observados actualmente.
El mercado laboral necesita un choque positivo más drástico y mucho más ambicioso de lo que se ha anunciado. Para que el área de trabajo por cuenta propia absorba todos los trabajos que se necesitan absorber es crucial ampliar el área de actividad privada más de lo contemplado hasta el presente. Específicamente a los profesionales como ingenieros, arquitectos, médicos, y otros contadores se les debe dar acceso al trabajo por cuenta propia en sus aéreas de formación. Esta es la mano de obra con la calificación necesaria para gerenciar nuevas empresas que, a su vez, generarían empleo y aumentarían la disponibilidad de bienes y servicios. Los expertos en informática, maestros y economistas, son los únicos tres grupos de profesionales contemplados hasta el presente en la lista de trabajador por cuenta propia, si bien el maestro, que aparece como “repasador”, se le exige sea jubilado. Aunque no se ha hecho público, se habla de una segunda lista de clasificaciones de trabajo por cuenta propia en el futuro. Pudiera haber la objeción de que los profesionales han sido educados gratuitamente por el Estado y que, por lo tanto, deben de trabajar en el sector estatal (pueden trabajar en el sector privado, porque de hecho, muchos de ellos perderán el empleo, lo que sucede es que no está reconocida, hasta ahora, la posibilidad de que un arquitecto, por ejemplo, abra su oficina privada, por lo que, según las categorías permitidas hoy, estos profesionales deben hacer otros trabajos). Este argumento ignora los beneficios que el trabajo por cuenta propia de estas personas tendría para la sociedad en su conjunto. Además, como en cualquier otro país del mundo, estos profesionales pagarían impuestos sobre su renta, lo que redundaría en beneficios para la totalidad de la sociedad. Como una norma de política sería mejor tener una lista limitada de actividades que por determinadas razones se prefiera mantener exclusivamente dentro del ámbito estatal, dejando que el resto se pueda ejercer por cuenta propia libremente.
Otra medida que ayudaría a aumentar la productividad del trabajador por cuenta propia sería abstenerse de limitar el número de empleados que se pueden contratar o el número de clientes que se pueden atender (numero de sillas de barbero, número de mesas en restaurantes). Estas restricciones limitan poder lograr economías de escala – costos unitarios de producción más bajos a medida que aumenta la producción con la inversión hecha – que aumentan la productividad de los trabajadores. También sería muy deseable que se puedan organizar empresas privadas que complementen o compitan con la actividad estatal, dado el grado de deterioro que tiene la economía cubana. Aunque esto está contemplado en los planes de reforma, es importante que la creación de empresas privadas sea claramente aceptada para asegurar que las actividades se llevan a cabo en la economía formal del país y, de esta manera, facilitar alcanzar economías de escala.
Es conveniente, además, sacar lecciones de la experiencia de América Latina en los últimos 20 años. Estudios hechos por el Banco Interamericano de Desarrollo muestran que desde 1990 la productividad en el sector manufacturero en América Latina ha crecido menos rápido que en el Este de Asia (región que sirve de ejemplo por su rápido crecimiento en este periodo), y que en el sector de los servicios la productividad está prácticamente estancada. (5) El problema en muchos países latinoamericanos es que la actividad económica ha sido dominada por un conjunto de empresas pequeñas e ineficientes negocios de servicios, y casi la mitad de la población trabaja en la economía informal (subterránea). Las causas de la existencia de la economía informal son profundas incluyendo la mala infraestructura, impuestos, regulaciones mal diseñadas y problemas de derechos de propiedad que empujan a los negocios a esconderse del Estado. La falta de competencia en el mercado informal implica que haya menos incentivos para innovar; y por otra parte, a causa de la ausencia de derechos de propiedad, se limita o se imposibilita el crédito, que es un insumo de producción muy importante. Las nuevas políticas económicas en Cuba deben de tratar de evitar estas situaciones.
INSTITUCIONES NECESARIAS PARA PROMOVER
EL TRABAJO POR CUENTA PROPIA
EN LA ECONOMÍA FORMAL
El trabajo por cuenta propia conlleva, por definición, la toma de riesgos por las personas que lo ejecutan, a diferencia de la situación del empleado estatal que recibe un salario mensual asegurado independientemente de su productividad. La ganancia de la persona trabajando por cuenta propia va a depender del esfuerzo que haga dentro de las reglas de juego existentes. Es por esto que las reglas de juego deben ser claras y no sujetas a cambios arbitrarios – a esto se conoce como la confianza del inversionista. En Cuba existe el precedente negativo de los años noventa, cuando, después de abrirse el campo a ciertas actividades privadas, posteriormente se volvió a restringir esas actividades directa o indirectamente (a través de impuestos confiscatorios). Con ese antecedente la tarea de volver a ganar la confianza es difícil, pero la mejor manera de señalar el necesario compromiso del gobierno con la apertura al trabajo por cuenta propia es establecer sin demora instituciones legales con autonomía suficiente para asegurar reglas claras y transparentes para la actividad privada.
En el plano operativo, las regulaciones para obtener permisos de trabajo por cuenta propia no deben ser onerosas o arbitrarias, y los permisos se deben conceder a la mayor brevedad posible. Existen encuestas llevadas a cabo por el Banco Mundial sobre los trámites para abrir negocios en los diferentes países del mundo, y no es de sorprender que en los países donde es más fácil abrir nuevos negocios tienden a ser los más dinámicos en la inversión y el crecimiento. Además, el derecho mercantil y, específicamente, la ley de contratos deben de ser revisados para asegurarse que esté al día con las nuevas circunstancias del país. Se precisa el máximo cuidado en no desincentivar la iniciativa privada imponiendo impuestos altos sobre la masa salarial, o contribuciones a la seguridad social que penalicen a los trabajadores en la economía formal. Las instituciones legales deben promover la competencia entre las actividades privadas para incentivar la eficiencia
Habría que repensar, por otra parte, el papel de la propiedad privada en la economía cubana. La estrategia de fomentar el trabajo por cuenta propia implícitamente acepta que parte del fruto de las ganancias de los trabajadores privados sean para ellos, y esos frutos hay que colocarlos en su nombre en activos financieros o reales. Si existe el temor que esos activos puedan ser confiscados se rompe el círculo virtuoso del trabajo por cuenta propia que lleva al crecimiento de la productividad y la producción. La propiedad privada es un tema que va más allá de este ensayo, pero hay que enfatizar en que la participación de la propiedad privada deberá ser ampliada para que el trabajo por cuenta propia sea motor de crecimiento y de aumento de productividad.
SISTEMAS DE PRECIOS
El sistema de precios y monetario existente en Cuba es complejo debido a la cantidad de precios controlados y, aunque disminuyendo en número, a la cantidad de productos subsidiados distribuidos a través de la libreta de racionamiento. Los salarios son extremadamente bajos y han sido revisados muy esporádicamente en las últimas décadas. Existen dos monedas nacionales en circulación: el peso, y el peso convertible obtenido a través del cambio de monedas convertibles – tales como el euro y el dólar – a la tasa oficial de cambio. Las monedas convertibles no circulan legalmente en Cuba y su valor en el mercado negro alcanzan valores entre 20-25 por ciento más alto (en pesos cubanos) que en el mercado oficial. Este sistema de precios y régimen cambiario no pueden servir de guía para las decisiones de inversión y de trabajo, incluyendo el trabajo por cuenta propia.
Las autoridades no han aclarado aún cuales son los planes en esta materia, pero habría que dejar que el trabajador por cuenta propia determine cuánto va a cobrar por sus servicios o productos. (6) El mercado de bienes intermedios de donde los trabajadores por cuenta propia se abastecerán, debería ser liberalizado también. Esto resolvería el dilema de que no se liberalicen ciertas labores porque no existen medios legales para obtener la materia prima y, al resolverlo, haría innecesario un sistema de planificación centralizada. Es evidente que esta medida puede perjudicar a las empresas estatales, pues pagarían unos precios más altos por sus insumos; pero, en los casos en que el gobierno decida subsidiarlas, dicho subsidio sería transparente con la consecuente responsabilidad política.
La simplificación del sistema cambiario y la valuación de la moneda nacional a un tipo de cambio que refleje mejor su valor relativo con respecto a las monedas convertibles, son cruciales para promover un aumento de producción de bienes transables. (7) Este aumento es imperativo dada la posición de vulnerabilidad de la balanza de pagos (Cuba no genera suficientes ingresos de divisas para las necesidades de importación que tiene y ha estado acumulando atrasos en los pagos externos). Es necesario que los precios que se refieren a bienes transables tengan precios adecuados, capaces de crear los incentivos necesarios para su producción. Hay que reconocer que tanto la liberalización de precios como el ajuste cambiario, podrían tener impactos negativos a corto plazo sobre sectores de la población que no están involucrados en la producción de bienes y servicios cuyos precios van a ser aumentados. Por otro lado, también es preciso reconocer que mientras más se atrase la liberación, más lenta será la recuperación económica. Para conciliar estos objetivos es imprescindible mejorar la red de protección social.
PROTECCIÓN SOCIAL
Es importante que los esquemas para elegir a los empleados que van a ser despedidos, sean transparentes y que se usen criterios económicos para penalizar o premiar a ciertos grupos. Una manera de afrontar la decisión de los despidos pudiera ser otorgando la jubilación anticipada a los trabajadores que están cerca del retiro y/o hacer el despido voluntario ofreciendo incentivos a los que decidan separarse del servicio público (una compensación monetaria ayudaría a los nuevos trabajadores por cuenta propia a establecer sus negocios). Si las reglas del juego para los trabajadores por cuenta propia están claras y si se hacen los otros cambios descritos anteriormente, las autoridades pudieran quedar sorprendidas por el número de voluntarios que desean salir del empleo estatal. Al igual que en la mayoría de los países que toman medidas de reducción de personal, es de esperar que los empleados despedidos reciban una compensación para suavizar el impacto negativo del despido. Sin embargo, el monto de la compensación, en términos generales, estará condicionado por la situación actual de las finanzas públicas.
Como se ha explicado líneas arriba, la ejecución exitosa de un programa de promoción del trabajo por cuenta propia puede llevar a corto plazo al aumento de precios, lo que afectará negativamente a algunos sectores de la población, sean o no parte del programa de despidos. En este contexto, habría que revisar o introducir programas de protección social para los sectores de más bajos ingresos. Existe ya una rica experiencia internacional en cuanto al diseño de programas de protección social con un criterio de ingreso familiar que debería ser introducido en Cuba en la coyuntura actual.
COMENTARIOS FINALES
La adopción de las medidas mencionadas en este ensayo, combinadas con las medidas ya tomadas de la liberación del trabajo por cuenta propia, podrían resultar en grandes beneficios económicos para el país. Estas reformas permitirían poner en real explotación el capital humano acumulado en Cuba y colocar al país en una mejor posición en la economía internacional. Al mismo tiempo, y no menos importante, elevaría la autoestima de los trabajadores y ayudaría a eliminar cierta apatía al depender la situación económica familiar de esfuerzos e iniciativas personales.
Lorenzo L. Pérez: Economista jubilado del Fondo Monetario Internacional y miembro de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana. El autor está muy agradecido de los comentarios de su colega, Humberto Arbulu-Neira.
Notas:
(1) Aparentemente del total de la fuerza laboral de 5 millones, casi 4,3 millones (85 por ciento) está en el sector estatal (gobierno y empresas públicas), según información proporcionada por el gobierno al Sr. Marc Frank, corresponsal de Reuters en Cuba, en septiembre 13, 2010
(2) El País.com Internacional, España, Septiembre 25, 2010.
(3) José Azel: ¿Marcha Cuba Hacia el Capitalismo? Instituto de Estudios Cubanos y Cubano Americanos, Universidad de Miami, septiembre 27, 2010.
(4) Otro tema importante que no es discutido en este ensayo es cuales van a ser las fuentes de financiamiento de las nuevas actividades por cuenta propia. Se ha informado que el Banco Central está estudiando mecanismos de crédito a trabajadores por cuenta propia. Pero el financiamiento de las nuevas actividades requiere iniciativas en la banca comercial y revisión del papel que van a jugar las inversiones directas extranjeras.
(5) Esta información esta citada en la revista The Economist, septiembre 11, 2010, página 9 (sección de América Latina).
(6) En el caso de la agricultura, la política de precios está en evolución, permitiéndose a agricultores que han recibido tierras en usufructo vender parte de sus cosechas a precios libres.
(7) Los economistas llaman bienes transables a los productos de exportación o de importación (o productos domésticos que compiten con las importaciones). Ejemplos de actividades no transables son servicios que no hace sentido ir a buscarlo a otro país por el costo de transporte como, por ejemplo, servicios de peluquería o de barbería.
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