El año que está por iniciar precederá el comienzo de una recuperación pausada que se resiste a generar empleos suficientes. En el caso de México, el consenso de analistas económicos estima que el año entrante las tasas de desempleo se mantendrán muy próximas a 6% de la fuerza laboral; nivel superior a la tasa promedio de 3.7% reportada en 2007.
Aunque, la actividad económica nacional desacelera el ritmo con el que dió inicio la reactivación económica el año pasado, mes con mes el gobierno federal ha insistido en apuntar sólo lo positivo de la situación presente y futura.
Las secretarías de Hacienda y del Trabajo anunciaron mes tras mes el avance de los empleos formales inscritos al IMSS.
A noviembre difundieron 959 mil nuevas plazas, pero guardaron para el último momento la noticia de que cada año, por estacionalidad, se pierden alrededor de 200 mil empleos formales en diciembre.
Este año, el retroceso podría ser de hasta 250 mil empleos en el último mes; más que los 186 mil perdidos en el mismo mes de 2009.
Con el acelerado repunte del empleo, sobre todo en la industria manufacturera —gracias a la reactivación de la demanda externa—, las fuentes de empleo que se alcanzarán al cierre del año sumarán cerca de 700 mil empleos, según Hacienda, y 612 mil de acuerdo con el consenso del mercado.
Sin embargo, incluso los 700 mil empleos previstos de forma oficial no alcanzan a cubrir las cerca de 955 mil plazas que, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), México debe crear para compensar las pérdidas laborales registradas el año pasado.
Esas 700 mil fuentes de empleo tampoco lograrían cubrir las necesidades de empleo en el país ante una creciente población en edad de trabajar, entre los más de 112 millones de mexicanos, cifra que supera lo estimado previamente.
Es por ello que las tasas de desempleo en el país permanecerán en niveles elevados, cercanos a 5.8% de la fuerza laboral, o superior a las 2 millones 700 mil personas durante 2011 y 2012, periodo en el que se prevé que la economía crecerá a menores tasas que el presente año.
La recuperación económica global, descrita como “pausada” por diversos analistas económicos, se destacará por elevados niveles de desempleo en el mundo, por lo que la previsible corrección de la precariedad de los mismos será lenta.
En el último reporte de desempleo en Estados Unidos quedó claro que la reactivación del mercado laboral aún está lejos. De acuerdo con el Departamento del Trabajo de ese país, 9.8% de la fuerza laboral, esto es más de 15 millones de personas, estuvo sin empleo.
El aspecto crítico que se suma a esta mala noticia es que los subsidios de seguro de desempleo otorgados al inicio de la recesión en ese país están por caducar, lo que sumará presiones adicionales al emproblemado mercado de trabajo estadounidense.
Al mes de noviembre, los datos de manufacturas en Estados Unidos permanecieron positivos, sobre todo en las industrias metálica y automotriz.
En el más reciente libro Beige de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, se reportó que las ventas de automóviles nuevos y camiones ligeros fueron mucho mayores que en el reporte previo.
A México esto le favorece por el estrecho vinculo con el ciclo industrial estadounidense.
No obstante, en Estados Unidos las firmas esperan señales de certidumbre y expansión de la actividad económica para aumentar su planta laboral de forma más agresiva.
Así, en noviembre se generaron sólo 39 mil plazas nuevas en EU.
En tanto, los consumidores, considerando inciertos por los altos niveles de desempleo, mantienen un gasto positivo, aunque todavía altamente sensible a los precios y enfocados en la compra de bienes duraderos y necesarios.
En el lado negativo de la balanza, el mercado de vivienda permaneció deprimido, con varios distritos de la Fed de EU que muestran una debilidad mayor en el pasado mes y medio.
Para el año que está por iniciar, se prevé un menor crecimiento económico al registrado este año con el rebote global, lo que mantendrá las tasas de desempleo en niveles altos, superiores a los reportados antes del comienzo de la crisis.
En México, los empleos creados no alcanzan a cubrir las necesidades de empleo, pues a octubre la tasa de desempleo se mantuvo elevada en 5.7% de la fuerza laboral.
Si bien en el tercer trimestre del año mejoró parcialmente la situación del empleo en el país con relación a los trimestres previos, el nivel de subempleo, el empleo en el sector informal y los ingresos erogados por las empresas permanecieron en un terreno poco afortunado.
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