Entre las características de los países de América Latina y el Caribe (ALyC) están las condiciones sociales derivadas de la pobreza y la desigualdad, las cuales repercuten intensivamente en vulnerabilidad y mayor exposición a distintos riesgos, cuya ocurrencia conlleva a graves secuelas en la calidad de vida de los hogares afectados. Entonces, ¿qué pueden hacer aquellas familias que no están protegidas ante posibles siniestros, como son incendio y terremoto, accidente, muerte por inseguridad, enfermedad, etc.?
Tomando los datos del INE, la economía informal ronda la mitad de la población, los cuales están excluidos del seguro social por no estar laboralmente formalizados, como también por el seguro comercial debido a que no hay productos para estos estratos. Es decir, más del 60% de los venezolanos son vulnerables ante diversos siniestros a los cuales todos estamos expuestos, aunque es la base de la pirámide la que hace mayores sacrificios para paliar sus consecuencias.
En ALyC la tendencia a asegurar a los sectores de bajos ingresos ya tiene varios años. En Venezuela hay una primera experiencia donde participan tres actores fundamentales: una reaseguradora de prestigio mundial, una aseguradora con amplia trayectoria y el Grupo Social Cesap como canal de distribución. Para esta triada es fundamental adecuar la propuesta de Microseguros a las necesidades de la población por medio de los diagnósticos participativos, la prevención y la organización de la comunidad abordada.
¿Cómo solventa el microempresario -en su mayoría cabezas de familia- el fallecimiento de un ser querido? Generalmente descapitalizan al negocio o se endeudan con el prestamista a más de 250% de interés anual para pagar los gastos funerarios o deudas heredadas. ¿Cómo supera el sector informal el dilema de hasta qué edad trabajar luego de 40 años de arduo esfuerzo? No hay respuesta satisfactoria, habitualmente no tienen ahorros y siguen trabajando hasta la tercera edad, sin protección social ni comercial; en algunos países ya tienen micropensiones con buenas expectativas.
Este proyecto en Venezuela quiere ir más allá a través de la experiencia del Grupo Social Cesap, con 35 años de Acción Popular, fundamentado en la capacitación en materia de riesgo, formación microempresarial y acceso crediticio; se pretende brindar protección a las familias de emprendedores y microempresarios, a consejos comunales y grupos organizados, a niños y adolescentes en equipos deportivos y culturales, a los de la economía informal, a contratados de distintas instituciones, a los trabajadores y profesionales por cuenta propia, en fin, el propósito es proteger a los sectores de bajos ingresos. Esta es una buena oportunidad para los sectores populares.
Tomando los datos del INE, la economía informal ronda la mitad de la población, los cuales están excluidos del seguro social por no estar laboralmente formalizados, como también por el seguro comercial debido a que no hay productos para estos estratos. Es decir, más del 60% de los venezolanos son vulnerables ante diversos siniestros a los cuales todos estamos expuestos, aunque es la base de la pirámide la que hace mayores sacrificios para paliar sus consecuencias.
En ALyC la tendencia a asegurar a los sectores de bajos ingresos ya tiene varios años. En Venezuela hay una primera experiencia donde participan tres actores fundamentales: una reaseguradora de prestigio mundial, una aseguradora con amplia trayectoria y el Grupo Social Cesap como canal de distribución. Para esta triada es fundamental adecuar la propuesta de Microseguros a las necesidades de la población por medio de los diagnósticos participativos, la prevención y la organización de la comunidad abordada.
¿Cómo solventa el microempresario -en su mayoría cabezas de familia- el fallecimiento de un ser querido? Generalmente descapitalizan al negocio o se endeudan con el prestamista a más de 250% de interés anual para pagar los gastos funerarios o deudas heredadas. ¿Cómo supera el sector informal el dilema de hasta qué edad trabajar luego de 40 años de arduo esfuerzo? No hay respuesta satisfactoria, habitualmente no tienen ahorros y siguen trabajando hasta la tercera edad, sin protección social ni comercial; en algunos países ya tienen micropensiones con buenas expectativas.
Este proyecto en Venezuela quiere ir más allá a través de la experiencia del Grupo Social Cesap, con 35 años de Acción Popular, fundamentado en la capacitación en materia de riesgo, formación microempresarial y acceso crediticio; se pretende brindar protección a las familias de emprendedores y microempresarios, a consejos comunales y grupos organizados, a niños y adolescentes en equipos deportivos y culturales, a los de la economía informal, a contratados de distintas instituciones, a los trabajadores y profesionales por cuenta propia, en fin, el propósito es proteger a los sectores de bajos ingresos. Esta es una buena oportunidad para los sectores populares.
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