El Chaco paraguayo está siendo masivamente deforestado para la expansión de la frontera agrícola ganadera. Esta práctica no es recomendada por el economista del Banco Mundial (BM), Pablo Fajnzylber, quien sugiere un mecanismo de retribución para todos los que conserven sus bosques.
Pablo Fajnzylber, del BM.
Los ganaderos del Chaco están deforestando para transformar el suelo en favor de la actividad productiva ganadera. Esto va en detrimento de la fragilidad de los remanentes boscosos de la Región Occidental del país.
Pero ¿qué hacer para evitar la deforestación y, a la vez, impulsar el desarrollo productivo agroganadero?
Aunque no existe una receta o modelo “exportable”, porque cada país tiene su particularidad, es rescatable las acciones emprendidas en otros países con la producción ganadera sin requerir mucho espacio para la pastura, con alimentación facilitada antropogénica (intervención del hombre), evitándose así la deforestación para obtener más campo de pastura.
Otra práctica recomendable es la adaptación del ganado a las condiciones naturales existentes, en una combinación armoniosa entre producción sustentable y naturaleza.
El suelo chaqueño es frágil, y es la Región Oriental la zona propicia para la producción ganadera, por las condiciones técnicas que los propios ganaderos conocen.
PAGO POR BOSQUES
Así se deforesta en el Chaco para ampliar la actividad agrogana- dera. La mayoría son colonos brasileños, quienes en su país no pueden desmontar libremente.
Fajnzylber está en desacuerdo con la deforestación. A su criterio, se debe apuntar a lograr un mecanismo de retribución económica a los que mantienen en pie los bosques, que con el tiempo no muy lejano tendrá mucho más valor.
Este mecanismo debe ser regulado por el Estado, y se debe fomentar a partir del Protocolo de Kioto sobre incentivos para los que evitan la emisión de gases de efecto invernadero (GEI).
Fajnzylber es doctor en economía por la Universidad Estatal de Michigan, Estados Unidos. Autor de publicaciones sobre una variedad de temas de economía del desarrollo, como “Los determinantes del crecimiento económico en América Latina”, “La economía del sector informal”, “El impacto de las remesas de los trabajadores”, “La dinámica de la microempresa en los países en desarrollo”, “El impacto del comercio internacional en la demanda laboral” y “Las causas económicas de los delitos violentos”.
Trabajó como economista en los Departamentos de Finanzas y Desarrollo del sector privado y en el Departamento de Investigación del BM. Actualmente es economista sénior para América Latina y el Caribe del BM. Como tal, estuvo el viernes último en el país para presentar el informe bandera 2008 del Banco: “Respuestas latinoamericanas al desafío del cambio climático”.
DEFORESTACIÓN EVITADA
Justamente, en el marco de dicho informe se destaca la necesidad de lograr un desarrollo con menos carbono. Esto implica producir sin emitir carbono, en lo posible.
La deforestación implica emisión de carbono, lo que obliga al Gobierno paraguayo adoptar medidas para mitigar estas deforestaciones.
El cambio climático amenaza con impactar negativamente sobre los bosques y la biodiversidad, según el informe del BM, situación que debe alertar a nuestro gobierno en la necesidad de preservar los recursos naturales y no callar o pasar por inadvertido respecto a las masivas deforestaciones en el Chaco.
El reporte del BM, en las cuatro áreas prioritarias para la mitigación, recomienda evitar todo tipo de deforestación, según explicó Fajnzylber. Insistió en la necesidad de impulsar mecanismos de incentivos para la deforestación evitada.
TURISMO ECOLÓGICO
El turismo de naturaleza, en el Chaco, es también un buen recurso para ayudar a una campaña de “deforestación evitada”.
La titular de la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur), Liz Cramer, dijo que los bosques, la biodiversidad y todo lo que es naturaleza, son materias primas para el fomento del turismo ecológico.
Lamentó la deforestación masiva en el Chaco para las actividades agropecuarias, y espera que las instituciones responsables de velar por los recursos naturales actúen con severidad, para evitar más desmontes. Se refirió a la Secretaría del Ambiente (Seam) y al Ministerio Público (Fiscalía del Ambiente).
¿PAUSA ECOLÓGICA?
En respuesta a estas inquietudes sobre la deforestación masiva en el Chaco, principalmente por colonos brasileños (no se les permite deforestar en territorio del Brasil), el ministro del Ambiente, José Luis Casaccia, dijo que están trabajando en un anteproyecto de ley que regule la actividad agropecuaria en el Chaco, que podría ser una “pausa ecológica” (deforestación cero) o modificar la ley para aumentar de 25% a 50% la exigencia de mantener en pie las reservas boscosas.
Sostuvo que ante la fragilidad del suelo chaqueño, están apuntando más hacia una medida de pausa ecológica, que prohíba la tala de árboles. Esto afectará, incluso, a la producción de carbón que está en auge en territorio de nativos, que tienen como hongos los hornos.
La Seam está trabajando con el BM en la elaboración de un ordenamiento territorial ambiental que ayude a identificar zonas frágiles y clasificar mejor las actividades según las condiciones naturales.
GANADEROS, A ADAPTARSE
Aunque estas medidas molesten a los ganaderos, estos deben comprender que en la actualidad se debe recurrir a investigaciones agropecuarias más sustentables, más armoniosas con la naturaleza, con la aplicación de nuevas tecnologías que les ayuden a ganar más dinero produciendo sin necesidad de expandir su frontera agroganadera.
A ello se suma una ganancia extra, una retribución adicional (plus) por mantener en pie sus bosques.
Con estas transformaciones, los ganaderos ayudarán al país en las medidas de mitigación y adaptación a los efectos adversos del cambio climático.
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