BRUSELAS.? Dos días después de que se revelara que Grecia manipuló sus estadísticas para enmascarar su elevado déficit fiscal, los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE), reunidos ayer en esta ciudad, endurecieron su posición y le dieron al gobierno de Atenas un mes de plazo para que demuestre que su plan de austeridad es eficaz.
En un comunicado, los ministros del bloque de 27 países dijeron que Grecia debe demostrar para el 16 de marzo que se encamina a recortar su déficit para este año de 12,7% a 8,7% del PBI. Y que para 2012 lo dejará debajo del máximo de 3%, que impone el Pacto de Estabilidad de la UE.
Si no lo logra, según se resolvió ayer, el gobierno griego deberá presentar nuevas medidas, afirmó el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn. Esas medidas incluirían aumentar el IVA dos puntos porcentuales, recortar los salarios públicos y elevar los impuestos sobre el combustible, la electricidad y los vehículos de lujo.
"Nuestro punto de vista es que el plan del gobierno griego es insuficiente ?dijo el ministro sueco de Finanzas, Anders Borg?. Deben ser serios. Hay que tomar medidas concretas en lo que hace a la fiscalidad y el gasto."
La decisión de la UE de imponerle un ultimátum a Grecia fue muy mal recibida en ese país, donde el actual plan de ajuste, basado en la adopción de normas contra la economía informal y la reducción de premios a los funcionarios públicos, está provocando una fuerte tensión social. A ello podría sumarse una subida de la edad de jubilación.
"Mientras más medidas, más pide Bruselas", afirmó el diario de centroizquierda Elefterotipia y añadió: "Adoptan medidas en Bruselas sin preguntarnos".
Además, para avivar aún más el clima de tensión, los 3500 empleados de la aduana griega iniciaron un paro ayer y una bomba dañó el edificio del banco JP Morgan en Atenas. Se trata de uno de los bancos que habrían ayudado al gobierno griego a disimular su deuda, según informó The New York Times.
Pasado mañana comenzarán una huelga los dueños de las estaciones de servicio y 16.000 taxistas, disconformes con la obligación que les impuso el gobierno de entregar recibos para minimizar la evasión impositiva. Y todo el país se prepara para una huelga general el 24 de marzo próximo.
El ultimátum de la UE tiene por objetivo calmar a los mercados y evitar que la crisis de Grecia, un país agobiado por su enorme endeudamiento externo, se extienda a otros países de la eurozona con elevado déficit, como España, Portugal e Irlanda. De extenderse, la crisis podría desembocar en la necesidad de varios salvatajes multimillonarios, en un derrumbe del valor del euro y en una agudización del estancamiento de la UE.
En realidad, los líderes europeos se comprometieron la semana pasada a ayudar a Grecia siempre y cuando Atenas demuestre voluntad para ampliar su plan de austeridad.
Sin embargo, no precisaron cómo lo harán, lo que provocó que los mercados castigaran al euro, cuyo valor tocó el viernes pasado su valor mínimo en meses al situarse por debajo de 1,36 dólares. Atenas dice que no necesita un rescate y que no lo pedirá.
El comunicado de los ministros tampoco dio detalles ayer respecto de un eventual salvataje, aunque se mostró crítico con las medidas llevadas adelante hasta ahora por Atenas, lo que hizo que el euro repuntara y llegara a los 1,37 dólares.
Pese al creciente escepticismo, el ministro de Finanzas griego, Giorgios Papaconstantinou, dijo en Bruselas que su país ya ha superado sus metas de reducción del déficit. Afirmó que hasta alcanzó un superávit en enero gracias a un impuesto cobrado por única vez a grandes compañías.
"La ejecución del presupuesto griego... va bastante bien", dijo Papaconstantinou.
Falta de credibilidadEn realidad, el ultimátum también tiene por objetivo evitar que Grecia vuelva a mentir sobre su déficit, hecho que fue denunciado por The New York Times y que será investigado por la UE, según advirtió ayer el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn.
Según el diario, Grecia presuntamente burló los límites de endeudamiento de la eurozona en 2001 por medio de un acuerdo con bancos como Goldman Sachs y JP Morgan, que le permitió disimular como intercambio de divisas la obtención de créditos por miles de millones de euros.
El propio Papaconstantinou admitió ayer la falta de credibilidad de su gobierno. "Haremos lo que haga falta para bajar el déficit, a pesar de que la gente no nos cree", dijo.
Agencias Reuters, AP, EFE y AFP
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