Yesille C. Ponce: yesille.ponce@laprensa.hn
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San Pedro Sula,
Honduras
Teresa Chávez es una ex operaria de la maquila que quedó desempleada porque la textilera donde laboraba desde hace tres años cerró en febrero.
Ella es una de las casi 200 mil personas que perdieron su trabajo debido a las crisis económica y política y al aumento salarial aprobado por la administración Zelaya Rosales que han golpeado fuerte a la economía nacional. En el sector maquilador eso se ha traducido en la reducción de aproximadamente el 70% de las órdenes de compra desde Estados Unidos.
Teresa es madre soltera y vive con su madre, que le cuidaba a un hijo de tres años.
Esta sampedrana tuvo suerte de que la maquila le cancelara sus prestaciones correctamente y afortunadamente no se quedó de brazos cruzados: aunque sabía que con el dinero que le dieron podía colocar un pequeño negocio que le generara ingresos, prefería un sitio estable que le otorgara un seguro social que abarcara a su hijo. En marzo decidió buscar otro trabajo, pero tocó varias puertas y nunca hubo respuesta y las pocas oportunidades tenían horarios esclavizantes y debajo del salario mínimo -5,500 lempiras en el área urbana-.
Llegó abril y por más currículos que entregó, nada fue positivo.
Iniciativa
Teresa conversó con su madre y, como tenía conocimientos de costura, compró una máquina de coser y colocó un rótulo en el cerco de la pequeña casa donde residen para atraer clientes que desearan un traje o uniforme.
Otra estrategia que utilizó Teresa, aparte de comunicarles a sus amigas de la iglesia y ex compañeros sobre su trabajo de costurera, fueron las hojas volantes -cuya utilización le genera entre 10 y 12 órdenes de piezas a la semana como mínimo-. En algunas obtiene más ganancia porque compra la tela, pero en otros casos sólo son arreglos de cortinas, cameras o ropa.
A casi seis meses de haberse hecho microempresaria, Teresa al fin tiene la posibilidad de regresar a la maquila, ya que la recomendó una ex compañera. A inicios de este mes fue entrevistada y la propuesta fue tan buena que la aceptó y comenzará a laborar en los próximos días después de recibir una inducción.
Teresa confiesa que, aunque tendrá un trabajo estable, haber obtenido ingresos por su trabajo de costura la motivó a seguir con su pequeño negocio en sus fines de semana libre. Eso la hizo vreflexionar, principalmente sobre su deseo de salir adelante, ya que ni a su madre ni a su pequeño nunca les faltó nada.
Como ella, existen infinidad de historias dignas de imitar.
Según estadísticas del Ministerio del Trabajo, San Pedro Sula es la ciudad que presenta el mayor índice de desempleo producto de la reestructuración de personal de las empresas.
Hasta la fecha, casi llegan a 27 mil desempleados. Se considera que la mayoría de ellos son del área de la maquila, que reporta más de 23 mil despedidos. Sin embargo, algunas empresas han aumentado sus ventas por la leve mejoría de la economía internacional.
En segundo lugar se sitúa Tegucigalpa con cerca de 20 mil.
Optan por microcréditos
Guillermo Altamirano, economista, explicó que al crecer el desempleo en una nación, aumenta el comercio informal. “Por lo general, un desempleado coloca su propio negocio con ayuda de su familia y en el hogar para ahorrarse alquiler, energía y otros servicios”.
Altamirano expresó que en Honduras la población económicamente activa se acerca a los tres millones. De ésos, el 48% son asalariados y el 52% pertenece al sector informal, que en su mayoría pertenecen a los sectores de la alimentación, la venta de ropa y zapatos, cualquier pequeña empresa. Según estadísticas, el 50% de las micro, pequeñas y medianas empresas, mipymes, está concentrado en los departamentos de Cortés y Francisco Morazán. Según el analista, los desocupados suelen buscar microcréditos para comenzar negocios propios, aunque suelen tener problemas por las tasas de interés y los tipos de préstamo.
Existe una alternativa: los famosos mil millones de lempiras en créditos con una tasa de interés del 7% anual que ha ofrecido el Gobierno. Hasta el 3 de septiembre, el último reporte del Banco Central de Honduras, BCH, traslavdó al Banco Hondureño de la Producción y la Vivienda, Banhprovi, como parte del fideicomiso, 230.6 millones de lempiras para microcréditos.
Algunas microfinancieras de la capital industrial comentaron que de abril a junio los solicitantes eran más, pero a raíz de la destitución del ex presidente Manuel Zelaya, la demanda cayó.
Desempleo sobre la economía
Economistas aducen que el desempleo ocasiona a la sociedad un costo económico y social. El económico corresponde a todo lo que se deja de producir y que será imposible de recuperar. Esto no sólo incluye bienes no producidos, sino la degradación del capital humano que resulta de la pérdida de destrezas. Mientras tanto, el costo social abarca la pobreza y la inquietud social.
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