“En México hay una tradición migratoria desde hace mucho tiempo por la cercanía y la historia que nos liga a los Estados Unidos, además de una nula política de estado en donde se evite las migraciones, aunque está siempre sea una válvula de escape entre políticos”, dijo Sandoval Palacios.
Agregó que a partir del Tratado de Libreo Comercio (TLC) entre Canadá, Estados Unidos y México la migración se agudizo con la llegada de nuevos corporativos, los recursos naturales y la mano de obra barata de México fueron aprovechados por los países del bloque y sus grandes corporaciones, las cuales crecieron y desplazaron a grandes cantidades de nuestra población que tuvieron que dejar el campo para convertirse en obreros y otros con empleo informal o desempleados.
“A raíz de la crisis la migración ha disminuido debido a que en los Estados Unidos no hay trabajo mejor se quedan en su tierra, pues tan solo hay 12 millones de mexicanos en el vecino del norte de los cuales emigraron a ese país y únicamente el 40 por ciento de ellos ha logrado regularizar su situación migratoria”, comentó.
Además, añadió, si le sumamos los 24 millones de individuos nacidos en los Estados Unidos de origen mexicano las oportunidades de trabajo son escasas”, mencionó.
Agregó que caso contrario es la cantidad de mexicanos que regresan a su lugar de origen por la mala situación económica que se vive en los Estados Unidos y otra mínima cantidad de mexicanos que fueron deportados.
Los estados que más aportan inmigrantes son Zacatecas y el Bajío, quienes tienen una cultura de migración superior a los 150 años y, en cambio, se ve my poco porcentaje en el Sureste.
“Otro tipo de migración se da con grupos de poder y terrorismo, esto sucede en países con conflictos y guerrillas, pues debido a esta situación se ven forzados a dejar su lugar de origen para encontrar su libertad”, puntualizó.
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