El equilibrio y la justicia, en duda - lanacion.com
Cristina Kirchner repitió ayer que los aumentos que se conceden a los jubilados son los que se pueden dar sin arriesgar la sustentabilidad de largo plazo del sistema, que ella dice preservar, y que algunos de los que piden mayores subas, al contrario que ella y su esposo, ajustaron a la clase pasiva, reduciendo sus haberes.
Las dos cosas son inexactas. Néstor Kirchner hizo un ajuste real sobre los haberes de los jubilados que ganaban más que la mínima cuando él llegó al gobierno, al mantenerles sus haberes congelados y luego actualizarlos muy poco, permitiendo que la inflación hiciera el "trabajo sucio". Fue una injusticia, una expropiación, una confiscación que merece reparación. No lo dice la oposición, sino un fallo de la Corte Suprema.
Es Cristina Kirchner la que se niega a cumplir con esa sentencia si cada uno de los potenciales beneficiarios no hace a su vez una nueva causa. Miles de juicios se acumulan y entorpecen los tribunales y hace esperar injustamente a miles que no vivirán para ver recuperado lo que el gobierno de Néstor Kirchner les quitó.
La deuda crece, las sentencias habrá que pagarlas y los haberes deberán actualizarse, lo que supone un riesgo para la sustentabilidad del sistema.
El otro problema del sistema que fue heredado por los Kirchner es el alto grado de evasión. La mitad o más de los activos no contribuyen y, por lo tanto, no tienen derecho a un haber jubilatorio ni a las prestaciones complementarias, como las del PAMI.
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