Sin empleo 210 millones en el mundo : OIT
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), alertó sobre el creciente descontento y tensiones sociales que se ven traducidas en protestas en contra de las medidas de ajuste y a favor de más trabajo.
Esto, señala, ante un panorama en donde el desempleo a nivel mundial supera los 210 millones de personas, su punto más alto en la historia y que en el sector juvenil “alcanza niveles inaceptables”.
Además, se revierten los avances logrados en la reducción del número de trabajadores pobres que viven con menos de 1.25 dólares por día paralelamente a que la economía informal y el trabajo vulnerable van en aumento.
La Secretaría del Trabajo resalta otro panorama para México: “Durante la primera quincena de junio de 2010 se registró un incremento de 18 mil 622 trabajadores asegurados al IMSS, permanentes y eventuales urbanos, con lo que se alcanzó la cifra de 14 millones 345 mil 110 puestos formales”.
A través de un comunicado, la dependencia que encabeza Javier Lozano Alarcón, precisa que del primero de enero al 15 de junio del presente año se han generado 463 mil 829 empleos. De ellos, el 60.7% (281 mil 517) son trabajadores permanentes y el 39.3% (182 mil 312) eventuales urbanos.
Las actividades económicas con mayor crecimiento son las manufactureras con 212 mil 433 puestos, la industria de la construcción con 106 mil 015 y la de servicios con 116 mil 356.
Por otra parte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer que la Tasa de Desocupación de mayo de 2010, disminuyó al registrar un 5.13% de la Población Económicamente Activa (PEA).
Esta tasa fue inferior a la de abril de 2010 (5.42%) en 29 centésimas de punto porcentual, mientras que en comparación con el mismo mes del año anterior (5.31%) fue menor en 18 centésimas de punto porcentual.
El director general de la OIT, Juan Somavia, destaca en un artículo difundido con motivo de la reunión de los líderes del G20 este fin de semana en Toronto, Canadá, que ante el desempleo registrado, en la víspera de ese encuentro, “nuevamente nos enfrentamos a una coyuntura crítica”.
Subraya que la percepción general sobre la falta de justicia – antes visto como un problema principalmente en los países en desarrollo – se está expandiendo rápidamente en el mundo desarrollado.
Menciona que según un próximo informe de la OIT, la confianza en los gobiernos ha bajado en alrededor de 10 por ciento desde el comienzo de la crisis y junto con esto, el descontento y las tensiones.
Considera sin embargo que todavía hay tiempo de revertir esta situación, pero se deben tomar medidas correctas, ya que hasta hace ocho semanas, el “Consenso de Pittsburg” -en referencia a las decisiones acordadas por el G20 durante su reunión en esa ciudad en septiembre del año pasado- era considerado como el camino correcto para salir de la crisis.
Es decir, continuó, ubicar el empleo de calidad al centro de la recuperación e ir cancelando las medidas de estímulo de manera gradual a medida de que la recuperación económica y del empleo se fuera afianzando.
De repente, puntualiza, este consenso comenzó a ser cuestionado. La preocupación en torno a la crisis de la deuda soberana y el creciente déficit fiscal en Europa llevó a que se tomaran decisiones tendientes recortar el gasto social, elevar las tasas de interés e impulsar drásticas medidas de ajuste.
“La historia ha demostrado que estas medidas pueden poner en peligro la misma recuperación que estamos tratando de lograr. También sabemos que frenarán la recuperación del empleo en el corto plazo”.
Ante esto, consideró conveniente considerar las conclusiones de la reciente reunión anual de la OIT en Ginebra, Suiza, que entre otras cosas se sugiere una estrategia equilibrada de políticas convergentes que proteja y promueva las inversiones productivas y el crecimiento con alto coeficiente de empleo, y que lo haga de una manera responsable desde el punto de vista fiscal.
Entre otras cosas, asegurar que las personas -y en especial los trabajadores jóvenes- tengan los conocimientos y habilidades necesarias para realizar los trabajos que son creados y se plantea que la creación de empleo debe ser un objetivo prioritario para los gobiernos, al igual que lo es la baja inflación, las políticas fiscales ordenadas y demás objetivos macroeconómicos
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