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Aunque las cifras de desempleo en Colombia van en aumento, al igual que las del empleo informal, en Medellín la situación no logró ensombrecer la celebración del Día Internacional del Trabajo, por el contrario reafirmó la postura de los sindicatos.

Con consignas como “viva la justa lucha de los trabajadores colombianos”, o “el pueblo lo dice y tiene la razón. Primero es lo primero: empleo, salud y educación”, comenzó ayer en Medellín la marcha del 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo.

Esta celebración paradójicamente no logró ensombrecerse con el informe presentado por el Dane el viernes anterior, cuando sobre la mesa se expuso que en Colombia hay 2,5 millones de desocupados. Por el contrario, motivó a los trabajadores y representantes de los sindicatos a exigir con mayor ahínco políticas públicas que generen trabajo, y trabajo decente.

Para Carlos Julio Díaz Lotero, presidente de la Central Unitaria de los Trabajadores – CUT, seccional Antioquia, “el trabajo decente significa cuatro cosas: la primera de ellas, una política del gobierno para generar empleo productivo bien remunerado; la segunda es el derecho a la asociación, contratación y huelga; los otros elementos tienen que ver con el diálogo social y los derechos en el trabajo”.

Estos derechos, según los participantes de esta marcha, se irrespetan cuando se privatizan las empresas estatales, se promulgan leyes que van en contra de la estabilidad laboral y se convierte el acceso a la salud, las pensiones y los riesgos profesionales en un negocio.

Durante esta marcha fueron muchos los volantes en los que se denunciaba la venta, el cierre o el despido de cientos de trabajadores de distintas empresas de la ciudad, denuncias que de ser verdaderas incrementarían aún más las cifras de subempleo, que según el Dane en marzo pasaron de 29% al 30,7%.

Y es que son tantas las personas que hoy trabajan de cuenta propia, en especial los jóvenes, que en la ciudad existe la Asociación de Jóvenes Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Informal, que estuvo presente en la marcha del 1 de mayo.

“El trabajo informal seguirá creciendo si el gobierno y la empresa privada no se unen para generar proyectos productivos y competitivos que generen empleos dignos”, dijo Giovanni Galeano, representante de la Asociación.

Como él fueron cerca de 10.000 personas las que con ahínco gritaron una y otra vez en defensa de la vida, la libertad, la dignidad y, por supuesto el trabajo, durante una marcha que duro más de 3 horas en un recorrido que comenzó en el Parque Explora y finalizó en la Alpujarra.

Caminar y gritar a viva voz no fue lo único que hicieron los trabajadores y representantes de los distintos sindicatos de la ciudad, también hubo quienes a través de la música y obras de teatro se unieron a esta celebración.

Si bien durante la macha no se presentaron grandes disturbios como en otras ciudades del país, no faltó el punto negro y está vez dos motos de la Policía pagaron las consecuencias, pues una fue incinerada y otra dañada por un grupo de encapuchados.