Intentar medir el peso de la economía sumergida en España es un ejercicio "excesivamente osado", sentenciaba esta semana el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa.
El Departamento de Elena Salgado ha corregido en tromba al ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que se atrevió a poner números al dinero negro que circula en España: entre un 16% un 20% del PIB. Es decir, entre 160.000 y 200.000 millones de euros, una cifra que supera con creces la recaudación total del Estado en 2009.
Para Salgado "no tienen ninguna base científica" este cálculo de Corbacho, que ayer rectificó a su manera: "Cada uno le tiene que dar el valor que considere, en el valor de la estimación y nunca en el del rigor científico".
No cabe duda de que la recesión genera el caldo de cultivo propicio para el dinero B. Y, a pesar de estar sumergido, asoma indicios en el mar estadístico.
En el tercer trimestre de 2009 (últimos datos disponibles) había en España 18.870.200 personas ocupadas, es decir, con un trabajo, según la Encuesta de Población Activa del INE. Sin embargo, estaban dadas de alta a la Seguridad Social 917.886 personas menos, según datos del Ministerio de Trabajo.
A pesar de la drástica caída de la actividad económica y la fuerte destrucción de empleo, el mercado laboral ha mantenido un limbo de un millón de personas que reconocen tener ocupación en la EPA, pero no están dadas de alta en la Seguridad Social. Un dato que, si bien no es científico, como asegura Salgado, sí que ha sido señalado por organizaciones sindicales como Comisiones Obreras para denunciar la emergencia de economía sumergida.
María Jesús Fernández, analista de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), admite que controlar este fenómeno requiere "estudios muy profundos", aunque piensa que "sí que hay indicios de que está creciendo". El más claro, en su opinión, es la fuerte caída de los ingresos fiscales. La recaudación de Hacienda por el Impuesto de Sociedades entre enero y noviembre de 2009 cayó un 23% interanual; y la del IVA, un 29%. Ni la actividad general, ni el empleo, ni el consumo de los hogares ha retrocedido de una forma tan drástica. Una señal, por tanto, de que parte del dinero se está escapando del control público.
En 2008, la Comisión Europea estimó que hasta el 23% del trabajo es no declarado
«Pequeñas empresas y autónomos que atraviesan momentos de estrecheces dejan de pagar el IVA y algunos trabajadores no cotizan a cambio de mantener el puesto de empleo», según Fernández.
Xavier Segura, economista jefe de Caixa Catalunya, piensa que existe una "confusión conceptual" en torno a la economía sumergida, porque "lo que está fuera del círculo fiscal", es decir, del control de Hacienda, "no siempre está fuera del circuito económico". Un pequeño taller que decide facturar la mitad de sus arreglos en negro, no recortará por ello su gasto en electricidad, repuestos, etc.
El Gobierno no se atreve a estimar de forma "científica" el mercado extraoficial de España. Pero no por ello se queda corto en sus propósitos: "La economía sumergida y los viejos usos tienen los días contados", sentenciaba ayer la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega. Toda una utopía para un país de la ribera mediterránea.
Los rastros
Bruselas
La Comisión Europea intentó elaborar en 2008 un diagnóstico oficial de la economía sumergida. El volumen de trabajos "no declarados" de un país se sitúa entre dos y tres puntos por encima del peso de la actividad no regular, según Bruselas. En el caso de España, el porcentaje de la economía negra es el 20% del PIB la Universidad austriaca Johannes Kepler coincide. Así, el trabajo no reglado llegaría al 23%.
Masa monetaria
Otro de los indicadores clásicos para intentar medir la economía sumergida es la masa monetaria en circulación. En los últimos años, el boom inmobiliario situó a España como el país del euro con más billetes de 500 euros en circulación. Pese a ello, se conocen popularmente como los Bin Laden, porque nadie los ve. Según los últimos datos, el 67% de la masa monetaria circulante en España corresponde a estos billetes.
De la Vega lanza grandes propósitos para 2010: El dinero negro "tiene los días contados"
Denuncias reiteradas
El anterior ministro de Trabajo, Jesús Caldera, ya reconocía en 2007 (año del auge laboral) 'focos' de irregularidad en la contratación. En concreto, en las labores del hogar, donde podían estar fuera de control hasta 75.000 empleos. CCOO también ha denunciado en los últimos meses un repunte de los trabajos irregulares: en el sector textil andaluz han crecido entre un 30% y 50%; y en Extremadura representan el 21% del total.
Boom demográfico
Un foco claro de atención es la inmigración. El paro de los extranjeros ha crecido con la crisis, pero más por un efecto de incorporación de nuevos efectivos al mercado laboral, que por la destrucción neta de empleo, según el último Anuario de la Inmigración en España. Entre otras, se señala el desplazamiento de trabajadores extranjeros a la economía sumergida como una de las causas que explican la resistencia de este colectivo a la crisis.
Fraude
Un informe de 2008 de los Técnicos de Hacienda (GESTHA) estimaba que el 23% del PIB está "sumergido". En su opinión, con "un plan eficaz de lucra contra el fraude", se podrían aflorar 90.000 millones de euros y recaudar vía impuestos otros 21.000 millones de euros. La patronal catalana PIMEC añade que esta reducción de 10 puntos del PIB del fraude fiscal, generaría 2,5 millones de puestos de trabajo reglados.
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