Honduras: economía estrangulada y disfrazada - Apertura - LaPrensa.hn
Disfrazada y estrangulada. Así consideran los economistas a la economía hondureña, debido al empleo informal que camufla la realidad del desempleo y la falta de ingresos en los hogares, y a la cantidad de recursos en los bancos que no pueden ser usados para generar proyectos mediante los cuales se creen esas plazas laborales y desarrollen el país.
“Disfrazada además porque no tenemos información clara de los capitales que se mueven en el país, ya que la DEI, Industria y Comercio, las alcaldías ni el resto del Gobierno tienen esos datos. Y estrangulada porque con toda la disponibilidad de recursos existentes no se puede generar desarrollo por el miedo al riesgo que hay”, explicó Julio Gom, ex presidente regional del Colegio Hondureño de Economistas.
En la actualidad, el país cuenta con cerca de 30,000 millones de lempiras en liquidez en los bancos “y en depósitos tenemos casi el mismo valor que el presupuesto del país -que se acerca a los 130,000 millones de lempiras-, y están guardados porque nadie los está sacando para usarlos”.
La historia de Edwin López evidencia la complicación actual que tiene el país para mover los recursos bancarios.
Con tan sólo 22 años y con un trabajo estable desde hace casi cuatro, Edwin piensa en comprar un casa, pero “busco donde haya recursos, porque los bancos no están prestando y menos cuando se es soltero. Tampoco se obtienen créditos para vivienda a bajos intereses”.
El mismo problema sufren quienes buscan préstamos personales o de otra índoles debido a la cautela a la que se ha llamado el sistema bancario nacional para afrontar el periodo de crisis de 2008-2010.
Y esa dificultad para acceder a crédito podría complicarse aún más en los próximos días si el sistema sigue la sugerencia hecha por la Comisión Nacional de Bancos y Seguros, Cnbs, de nutrir sus reservas financieras para blindar los créditos otorgados. “De manera eventual, esa determinación puede presionar un incremento a tasas de interés”, explicó la semana pasada el presidente de la Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias, Ahiba, Roque Rivera, quien agregó que eso afectaría las líneas de crédito de la pequeña y mediana empresa y al sector agrícola.
El estrangulamiento económico se hace palpable precisamente en el sector mipyme, que desde hace varios años está pidiendo la flexibilización de las políticas de acceso a crédito y en la actualidad. Según el presidente de la Asociación Nacional de la Mediana y Pequeña Industria, Anmpih, Roberto Núñez, se está trabajando por reactivar la producción y por eso piden al Gobierno un programa para elevar la productividad, el cuál incluya esas facilidades para acceder a fondos.
Estímulo y crecimiento
Economistas consultados por LA PRENSA señalan que a pesar de la crisis y del temor que puede generar la inestabilidad laboral de cientos de personas, en el país sí hay intenciones de invertir en negocios. “Pero se necesita crear un sistema que estimule a la clase media extendiendo los plazos de crédito para que compren una casa y se genere empleo. Si no es así, jamás se va a poder acceder a una casa.
Se debe pensar cómo hacer que los 166,000 millones que están en los bancos salgan a las manos de la gente de una manera en que también haya un retorno a los bancos”, agregó Gom.
Los economistas reconocen que esa dificultad para usar los recursos también frena el empuje natural de la economía. “Honduras ha sido una economía que en los últimos años ha crecido a un ritmo promedio de cuatro por ciento, y eliminando la causa especial del año anterior vemos que ese ritmo se mantiene. Si se tiene en cuenta que el FMI dice que creceremos entre 2.5 y 2.7, y a ello se suma el 2.5 negativo recuperado de 2009, estamos hablando de un crecimiento a cinco por ciento o más, lo que nos ubica como la segunda economía regional en crecimiento después de Panamá”, explicó Gom.
Sólo en el primer semestre, Honduras creció un 5.3% y se estima que a final de año haya crecido más que Estados Unidos.
Sin embargo, esa cifra pudiera ser mayor si hubiera mayor utilización de recursos en sectores estrangulados como la construcción, que según Alejandro álvarez, presidente de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción, Chico, ha disminuido un 66% en lo que va del año.
La utilización de los capitales en la economía también significaría mayor bienestar para los hondureños, el cual no existe en la actualidad y que demuestra la brecha entre las cifras del Gobierno y la realidad de los hogares.
“Este año ha sido mejor que el anterior, tanto o igual que 2008. El producto interno bruto ronda los 13,000 millones de dólares. En exportaciones han ingresado cerca de 1,092 millones de dólares y tenemos productos con muy buenas proyecciones, como café, melón, camarones y la maquila debido a los productos de consumo popular que envía a Estados Unidos. En remeas familiares han ingresado hasta el 7 de octubre 1,940 millones de dólares, 4.3% mayor que en 2009 y estamos a sólo 100 millones de la cifra de 2008. Entonces no es tan cierto que estemos en crisis de inversiones. Lo que pasa es que ni el Gobierno ni la empresa privada han sido muy inteligentes para entender el problema”, dijo Gom.
Efecto
Esa incapacidad para poner el dinero en servicio del desarrollo, agravada por el divorcio entre sector público y privado durante el primer año de Gobierno, ha afectado también la reducción de la pobreza, una línea en la que el Instituto Nacional de Estadísticas pone a seis de cada diez hondureños, una cifra que también hubiera podido ser menor.
Según la última encuesta nacional de hogares, la pobreza extrema en general afecta al 39.1% de los hogares; en el área urbana perjudica al 23.7% y en el área rural al 53.7%. ¿Es eso congruente con la realidad económica?
“Nuestra economía puede ser capaz de reducir la pobreza en términos de un punto porcentual por año si sabemos utilizar los recursos para crear desarrollo y lograr que la gente pueda trabajar, y si el Gobierno fuera capaz de reducir su tamaño respecto al producto interno bruto”, explica Gom.
A lo positivo se une el director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés, Raúl Reina, quien considera que es momento de cambiar la actitud temerosa ante el futuro, ya que “el país ha pasado por situaciones más graves como la del último año del presidente Callejas, cuando quedamos con un déficit de 10.5%, nunca antes registrado ni siquiera durante el Mitch, quedamos prácticamente sin reservas y sin posibilidad de generar negocios por los problemas de energía eléctrica y la devaluación fue de más del 100%. En este momentos cuando vemos que las reservas llegan a 2,300 millones de dólares que cubrían 3.3 meses, que la devaluación se ha mantenido estable, y que el déficit, si bien es alto, es manejable. La situación no es tan compleja”.
Reina señala además que para recuperar la confianza de la empresa privada y se permita el uso de los recursos, se debe mejorar su comunicación y bajar la suceptibilidad en el país. “A raíz de los sucesos de 2009, el capital privado bajó.
El sector privado está desmotivado, está asustado por la política inquietante, y se dice que no se sabe por dónde va el país; aunque yo considero que sí hay claridad. Hay que reducir la polarización que tenemos, al final de cuentas lo que está es haciendo daño al país y eso afecta al montón de oportunidades que tenemos”.
Esa falta de confianza se evidencia en una caída de unos 22,000 millones en la formación bruta de capital fijo por parte del sector privado en 2009, cuando en comparación con 2008 la cifra pasó de 73,706 millones de lempiras a tan solo 51,594 millones. Esa caída contrasta con el aumento, en casi los mismos 20,000 millones entre 2006 y 2007.
Por eso Reina sugiere que para facilitar el movimiento de los caudales represados en los bancos el Gobierno debe trabajar también en mejorar la posibilidad de hacer negocios en el país, un factor que hasta ahora es negativo “porque el precio de la energía es caro, porque las operaciones portuarias y el transporte marítimo y aéreo también lo son. Y es indudable que se debe trabajar en limitantes intangibles como la inseguridad jurídica y de bienes y personas”.
Reina concluyó señalando que el problema de desempleo sólo se puede enfrentar atrayendo inversión; por eso tanto el campo de servicios como de seguridad deben tener relevancia en la agenda.
“Si soy un inversionista serio no voy a interesarme en un país sólo porque haya un exposición de productos en una feria; sino que primero veo si mi Gobierno tiene relaciones con ese país donde quiero llevar mi dinero, luego veo las cifras de las calificadoras de riesgo y luego hago un viaje de exploración al país para ver toda la parafernalia gubernamental que se debe hacer. Entonces ahí es donde se debe trabajar”.
Los empresarios también señalan que se debe aprovechar la creación de la Ley de Inversiones Público Privadas para mover los dineros. Obviamente, el Gobierno tiene que mejorar su eficiencia en la utilización de recursos.
Honduras también pierde llegada de inversiones
En río revuelto ganancia de pescadores. Ese refrán parecen haberlo entendido muy bien países como Colombia, Brasil, Uruguay, Chile y Costa Rica, que están aprovechando la fuga de capitales de Estados Unidos y Europa -en donde las condiciones no son buenas para los inversionistas debido al fuerte impacto de la crisis económica-. ¿Cuál es su éxito?
“El capital va para donde sea más atractivo, y los bonos del tesoro de Estados Unidos ya no lo son porque las tasas de interés son muy bajas. Entonces, los inversionistas están buscando destinos seguros en toda la región; y Colombia, Brasil y Uruguay las están ganando, mientras nosotros las estamos dejando perder e incluso les estamos poniendo trabas”, resalta el economista Guillermo Altamirano.
Proyectos de energía eléctrica, de combustibles, de entretenimiento y hasta de maquila se han perdido debido a la burocracia que afecta su establecimiento en Honduras para generación de empleo, ingreso de divisas y uso de aeropuertos, puertos y de sistemas nacionales.
Eso quiere decir que el país, además de tener problemas para usar sus recursos, está dejando de lado los que vienen desde afuera.
Otro punto por el que los inversionistas se van tiene que ver en un feliz matrimonio de respeto a los procesos democráticos y la definición de una política económica a largo plazo, sin importar los Gobiernos de izquierda o de derecha.
“Las reglas del juego deben ser claras. No se debe jugar a los inversionistas. Si eso se logra, el tema político no es trascendente. Brasil y Chile nos dan la respuesta del porqué Honduras no está siendo destino para esas inversiones”, dice Gom.
Los analistas relataron la importancia de que los consulados, además de prestar los servicios a los ciudadanos hondureños que envían cada año cerca de 2,000 millones de dólares en remesas también deben ayudar a abrir mercados y a atraer inversiones hacia Honduras, otro punto en el que se destacan los consulados y los programas especiales de los países que se están quedando con las inversiones, aprovechando el efecto rebote que viven las economías consideradas como potencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario