PIB, escaso para el desarrollo - El Universal - Finanzas
Al iniciar 2010 prevalecen asignaturas pendientes enfocadas a apoyar la generación de empleos, al sector industrial y al mercado interno del país.
En el desarrollo industrial, faltan cambios orientados a incorporar a la economía informal dentro del sector formal, evitar subejercicios en los proyectos de inversión considerados en el Plan Nacional de Infraestructura y formar un diálogo entre los distintos actores económicos con miras al beneficio común de largo plazo.
Durante la actual crisis, el sector industrial nacional, sobre todo la manufactura, registró retrocesos anuales en su ritmo de producción de hasta 17%, que impulsaron importantes pérdidas de empleo.
El más reciente censo económico difundido por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) muestra que en 2008 el sector industrial agrupó a 435 mil 436 unidades económicas (12% del total) y dio empleo a 4.52 millones de personas, 22% del total de ocupados en las unidades económicas del país.
En 2008, el total de unidades económicas en México ascendió a 3.74 millones y éstas dieron empleo a 20.25 millones de personas.
Creación de empleos
Las industrias que crearon la mayor cantidad de empleos en 2008 fueron la alimentaria, la de fabricación de equipo de transporte, la industria de elaboración de productos de panadería y tortillas; la de fabricación de partes para vehículos automotores; de fabricación de productos metálicos; de fabricación de prendas de vestir; la industria de confección de prendas de vestir; la de fabricación de equipo de computación, comunicación, medición y de otros equipos, componentes y accesorios electrónicos; la industria del plástico y del hule; y la química. En conjunto, estas industrias generaron 3.94 millones de empleos en 2008.
Sin embargo, durante la presente crisis se perdieron alrededor de 400 mil empleos formales en el sector manufacturero, con un pico entre junio y julio, cuando se perdieron 426 mil plazas, con relación a un año atrás. Y en los primeros 10 meses de 2009, la producción en la industria manufacturera cayó 12.7% a tasa anual.
Para el presente año se anticipa un escenario más complicado para la industria nacional y las familias mexicanas, que son los consumidores finales de las empresas y los proveedores del gasto público del gobierno, ante repuntes en los precios de productos básicos, en los servicios y bienes públicos como los combustibles, y al alza de impuestos.
Si bien se estima que este año el país crecerá alrededor de 3%, de acuerdo con el consenso de analistas económicos, quienes prevén que la recuperación económica comenzará a consolidarse a mediados del año, parte de este crecimiento responde al efecto estadístico, dada la baja base de comparación de 2009.
El mercado interno y el sector industrial del país han sido severamente afectados por la recesión económica global, y al momento no se han efectuado medidas integrales y de largo plazo orientadas al fortalecimiento de la actividad económica del país.
México se ha quedado rezagado en la elaboración de reformas estructurales orientadas a salir del largo proceso de debilidad o estancamiento del crecimiento económico, y así detonar la inversión y el consumo.
La Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) señaló en días recientes que a pesar de que la economía doméstica muestra signos de abandonar el fondo crítico, urge evitar la visión de corto plazo o electoral y aplicar las medidas necesarias para lograr la reactivación económica del mercado interno, y de esta manera, impulsar el crecimiento económico que genere los empleos necesarios.
Históricamente, el Producto Interno Bruto (PIB) ha reportado, en promedio, crecimientos que difícilmente alcanzan 2% en la última década. Y el crecimiento presupuestado para el PIB del presente año, de 3%, no será suficiente para detonar el desarrollo económico nacional.
El consumo privado en el país retrocedió –7.8% a tasa anual en los primeros nueve meses del año pasado y el desempleo aumentó en 1.1 millones de personas entre octubre de 2008 y el mismo mes de 2009, con lo que se perdieron más de 700 mil empleos formales y el empleo informal se incrementó en cerca de un millón de personas, según datos del INEGI y la Secretaría del Trabajo.
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