El 34,5 por ciento de los asalariados rosarinos estaba en negro al cabo del tercer trimestre del año, según las cifras difundidas ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Este indicador representa una baja de 1,2 punto porcentual respecto del segundo trimestre y de 3,2 puntos en relación al período junio-septiembre de 2008.
El informe sobre indicadores socieconómicos del Indec da cuenta de un giro bastante notable en la evolución del mercado del trabajo asalariado.
Según el Indec, a septiembre de 2009 había 407.415 trabajadores en relación de dependencia en la región, de los cuales 140.558 están empleados en negro. Un año atrás se registraron 395.720 asalariados y 149.186 empleados informales. Es decir que en 12 meses creció el número de asalariados y bajó el número de ellos que no reciben aportes.
En la comparación con el segundo trimestre, pico de la crisis de empleo en la región, el empleo en negro cayó en términos porcentuales, aunque creció cuando se relacionan las cifras absolutas. Entre junio y septiembre se sumaron 8.986 trabajadores informales. Pero su peso en el total cae porque al mismo tiempo aumentó en 30.987 mil la cantidad de asalariados.
En el período que va de abril a junio, el dato saliente del mercado de trabajo regional fue la salida de oferentes por el efecto desaliento. Dentro de ese fenómeno se produjo una marcada reducción del trabajo asalariado. En la foto que se sacó en junio, se vio que los empleos precarios cayeron en primera línea mientras que hubo más capacidad de resistencia en el sector formal. Tres meses después, creció la cantidad de trabajadores en relación de dependencia. Incluso, la tasa de asalariados, del 78,5 por ciento, es una de las más altas de la región pampeana. Pero sólo una tercera parte de este crecimiento se produjo en la formalidad.
En tanto, la tasa de sobreocupación horaria llegó al 27,5 por ciento en el tercer trimestre
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