miércoles, 7 de octubre de 2009

Explotación laboral infantil mal endémico de la sociedad

La Paz - Bolivia.- Para referirnos a esta problemática cabe mencionar que los factores que influyen en la oferta de trabajo infantil están directamente relacionados con la pobreza, lo que obliga a muchos niños a trabajar a tiempo completo para poder vivir ellos y sus familias.

La explotación del trabajo infantil en el país es un tema no resuelto, que atenta contra el desarrollo de la familia, la sociedad, la economía y el futuro productivo del país.

Según la responsable de la Unidad de Derechos Fundamentales del Área de Trabajo Infantil del Ministerio de Trabajo, Eva Udaeta, las regiones y rubros que concentran mayores niveles de trabajo infantil están ubicados en Santa Cruz con la zafra de azúcar, en Riberalta con la zafra de la castaña y en Potosí con la minería, consideradas las peores formas de trabajo infantil en Bolivia.

La mayor concentración de niños, niñas y adolescentes trabajadores se produce en el área informal en labores como ayudantes de cocina, vendedoras, ayudante de vendedoras, ladrilleros, ayudante de carpintería, voceadores de vehículos, aguateros, cuidadores, porteros, lava autos, que realizan estas labores para financiar sus estudios, alimentación y para sostener a sus familias.

El factor económico es el principal impulsor que genera el trabajo infantil en el país, según estimaciones, ya que no se cuenta con estadísticas sobre esta problemática, hasta el momento hay 800.000 niños y adolescentes insertos en labores informales.

Las edades de estos menores de edad oscilan entre los 5 a 8 años que trabajan en su mayoría más de 13 horas.

La normativa indica que de 14 años para abajo está prohibido el trabajo infantil y de 14 a 18 se permite con las condiciones mínimas de trabajo que no afecten su desarrollo, su escolaridad y que fundamentalmente, perciba un salario vital mínimo, entre otros.

Esta problemática se presenta sólo en el sector social humilde del país que representa una parte importante de la población boliviana que pierde oportunidades de superación en temas familiares, económicos y de educación de los niños que tienden a reproducir el círculo de pobreza con el que se afecta el desarrollo productivo del país.

Sectores como la clase media y alta no presentan esta problemática, debido a la diferencia económica que impulsa los índices de trabajo infantil que atenta contra los derechos a la salud, educación, deporte, entre otros, de los sectores vulnerables de la sociedad que reproduce el círculo de pobreza.

La profesional resaltó que la nueva CPE en la sección V sobre los derechos de los niños, adolescentes y jóvenes especifica en el artículo 60 que el Estado y la sociedad boliviana velarán con prioridad los intereses superiores de los niños expresados en sus derechos fundamentales como la educación, salud, entre otros, en los cuales no figura el trabajo infantil.

El artículo 61 prohibe el trabajo infantil en condiciones de explotación. Udaeta manifestó la necesidad de crear un trabajo digno a nivel nacional, la ampliación de los servicios de salud, la educación gratuita y políticas que se vienen implementando en el actual Gobierno con el bono Juancito Pinto, Juana Azurduy de Padilla, entre otras, que tienen el objetivo de erradicar problemas sociales que aquejan a los bolivianos.

Anunció que hasta fines de este año se contará con información estadística sobre este drama infantil que viene elaborando el Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Organización Internacional de Trabajo (OIT).

EL DIARIO PREGUNTA

En la actualidad existen más de 250 millones de niños que trabajan en el mundo, la mayor parte de estos tienen entre 11 y 14 años y otros 60 millones de niños, cuyas edades oscilan entre 5 y 11 años, trabajan en condiciones deplorables: reducidos a servidumbre por deudas familiares, sometidos a diversos tipos de esclavitud, destinados a la prostitución o la pornografía y, en algunos casos, condenados a participar en conflictos armados.

Un informe conjunto de UNICEF y el Instituto Nacional de Estadística revela que más del 10% de los niños bolivianos están sometidos a explotación laboral.

Si bien no se cuenta con cifras exactas, miles de menores forman parte de los servicios domésticos y desempeñan tareas no remuneradas. Estos menores están particularmente expuestos a los abusos y a la explotación.

Por tanto, estas actividades tienen implicaciones negativas sobre la vida de estas personas, sobre todo en la violación de derechos humanos como son la educación y la salud, que llegan incluso a la explotación, la esclavitud y los trabajos forzados.
¿Qué plantea su partido para liberar de la explotación laboral a estos menores comprendidos entre 5 y 17 años de edad sin derecho a la educación, a la protección social y la diversión propia de su edad?

La explotación laboral infantil es un problema social complejo que tiene origen en el abandono y la disgregación de las familias bolivianas. A su vez, la desintegración familiar tiene origen en la emigración al exterior provocada por la falta de empleo y oportunidades en el país.

Nuestra política de “repatriación de capital humano” se basa en generar una estrategia económica de impacto inmediato, mediante la propietizacion de los excedentes de la macroeconomía a cada familia, para lograr un capital de arranque o capital inicial que le permita a cada jefe de familia, retornar al país con la perspectiva real de iniciar un emprendimiento que le dé estabilidad, lo reúna de nuevo con su familia y le devuelva a los menores la estabilidad familiar y las condiciones de seguridad básicas.

Resolver la explotación de menores, la violencia sexual y la deserción escolar demanda resolver la situación de desempleo que ha disgregado el núcleo familiar, que es base de la sociedad.

PULSO plantea se realice 1.- La Planificación Familiar; 2.- Empleo digno a los padres o progenitores; 3.- Crear en gran magnitud Centros de Formación Especiales, Estudio-Trabajo. Nosotros como PULSO entraremos en sistema de protección a la niñez, adolescencia, toda riqueza y recurso debe ser empleada para acción inmediata y evitar desde todo punto de vista en trabajo infantil y de los adolescentes frente a la crisis social del sistema actual se deriva a la disgregación familiar (padres que abandonan a sus hijos por falta de trabajo o de orientación adecuada por falta de madurez), en resumen, este sistema monopólico y hegemónico del sistema político estatal y gubernamental, neoliberal y liberal debe cambiar, es decir, desde la matriz capitalista transnacional estadounidense y europea hace que existan más de 250 millones de niños que trabajan en el mundo es la economía política del mercado tirano esclavizador que destina a las mayorías infantiles del mundo a la prostitución. Proponemos aplicar políticas de Estado y de gobierno que se dé condiciones de vida, salud, educación y dignidad a todos, los niños y adolescentes.

El pasado 16 de Septiembre, el foro de las Naciones Unidas para la infancia UNICEF informo que uno de cada 3 niños y adolescentes de Bolivia debe trabajar para sobrevivir, esto equivale a que 845.000 menores de edad, es decir, el 10% de la población boliviana realiza alguna actividad económica.

Este foro nos demuestra que la realidad es mas critica de la que se muestra en las estadísticas, ello se debe al alto índice de desempleo de sus progenitores, por tanto mi propuesta como Candidata es solucionar este alto desempleo de los adultos, aplicando políticas de shock para reactivar la economía, para generar empleos, es decir generar empleos desde Municipios productivos, Prefecturas productivas y Nación Productiva, a través de mi propuesta de Participación Productiva Popular.

Con mi propuesta de Política de Estado, se genera mejor calidad de vida para la familia y por ende los niños y jóvenes son los beneficiados, eliminando todos los males a que son sometidos en esta sociedad empobrecida.

La explotación infantil, es un mal endémico de la sociedad, la crisis económica mundial, empujó para que las madres y los propios niños sean obligados a someterse a la voracidad del mercado laboral. En los últimos tres años, el Gobierno del Estado Plurinacional, presidido por Evo Morales, generó políticas de protección para la familia, como núcleo central de la familia, y para combatir especialmente, la explotación infantil.

Una de las más importantes es la del “triple sello”, un convenio entre los trabajadores, empresarios y Estado, con el objetivo de eliminar el trabajo infantil; es decir, que cada producto debe tener un “triple sello”, que da la garantía, que ese producto está libre de trabajo infantil.

El Plan de Gobierno, incidirá en esta política y otras como: el Plan de Servidumbre Cero, que tiene por objetivo: acabar con las formas de servidumbre, que vulnerando los derechos y las libertades humanas esenciales, todavía afectan a numerosas comunidades indígenas y campesinas en el área rural del país y especialmente en los territorios guaraníes del Chaco. Asimismo, se viene implementando el Plan Interministerial Transitorio para el Pueblo Guaraní PIT, que fue creado por el gobierno del presidente, Evo Morales, mediante Decreto Supremo 29292.

Desde la Unidad de Derechos Fundamentales del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, se han venido desarrollando una serie de acciones concretas para combatir el trabajo infantil, especialmente en las zonas identificadas como los bolsones de concentración del trabajo infantil: los municipios más pobres, particularmente del norte de Potosí y las zonas zafreras de caña de azúcar y castaña. Asimismo, se implementó el Sistema Único Nacional de Inspecciones para verificar que en estas zonas, no haya trabajo y explotación infantil.

La Triple Certificación Empresarial supone el cumplimiento de premisas en tres áreas: la defensa de la niñez, la inclusión de género y de los pueblos indígenas y el cuidado del medio ambiente. Todas las empresas que requieran una certificación orgánica y de comercio justo requieren cumplir los siguientes requisitos:

1.-En términos laborales se prohíbe el trabajo infantil.

2.- Se prohíbe la discriminación de los trabajadores por sexo, lengua o autoidentificación a algún pueblo originario.

3.- Que sean socialmente responsables con el medio ambiente.

De esta forma nuestro programa plantea un respaldo importante a las acciones que condenen el trabajo infantil a partir de medidas concretas que penalicen la dotación de crédito semilla a las empresas y emprendedores que no consideren y apliquen estos criterios.

En el ámbito institucional, se plantea el fortalecimiento de las defensorías de la niñez, comenzando por incrementar el personal y la cantidad de instancias para atender las denuncias sobre abusos de la niñez.

Con este propósito se sugieren las siguientes acciones:

1.-Fortalecimiento legal de las defensorías de la niñez, con la participación de asesores legales.

2.-Incremento de las oficinas de la defensoría de la niñez para garantizar una mayor cobertura de atención de las denuncias.

3.-Modernización de las oficinas de la defensoría de la niñez para equiparlas con la infraestructura y los equipos necesarios que les permitan cumplir con su función.

Un aspecto dramático de la realidad nacional fue descrito por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). El pasado 16 de septiembre de 2009, esta institución informó que uno de cada tres niños y adolescentes de Bolivia debe trabajar para vivir. Esto equivale a que 845.000 menores, es decir, el 10% de la población boliviana, realiza alguna actividad económica.

Para Alianza Social, el trabajo infantil, es entre otras manifestaciones, una clara demostración del nivel de atraso y subdesarrollo por el que atraviesa el país, producto de los modelos perversos de desarrollo aplicados sobre todo en los últimos 30 años..

La situación de deterioro estructural que demuestran los datos de UNICEF no ha mejorado los últimos cuatro años de gobierno de Evo Morales, debido a que no hay políticas, planes ni programas hacia este sector tan vulnerable de la población. En nuestro Programa de Gobierno, Alianza Social sostiene que “los únicos privilegiados en las políticas públicas serán los niños y los ancianos”. Ello revela el grado de importancia que le asignamos a estos dos sectores.

Por estas razones afirmamos que evitar el trabajo infantil hace parte de las políticas sociales que Alianza Social ancla en el enfoque del Desarrollo Humano que además tiene como objetivo aumentar el acervo educativo, el desarrollo de la salud, el desarrollo integral de los niños y adolescente que abarca también los campos físicos, intelectuales y espirituales.

Para su concreción crearemos el Instituto de la Familia con los siguientes objetivos: i) Contribuir al desarrollo integral de niños y niñas, poniendo especial énfasis en el puerperio, nutrición y estimulación temprana, ii) Educar a la comunidad en tareas de prevención, defensa de la salud y erradicación de la violencia. iii) Prohibición del trabajo infantil.

La realidad boliviana es el reflejo de nuestras autoridades pasadas y las del presente, con respecto al trabajo infantil y otros, en este caso en nuestro país, creemos que son más del 10% de niños que están sometidos a la explotación laboral y donde el principal problema es la falta de oportunidades a las familias bolivianas, es decir, la falta de empleo.

La creación de empleos no puede ser responsabilidad de un solo sector de la economía nacional, es decir, sola del privado o del sector público, es necesaria la integración de todos los sectores sociales, privados, públicos, cooperativos, asociativos, comunitarios, al interior de una estrategia conjunta, de corto, mediano y largo plazo, para combatir la explotación laboral infantil en Bolivia.

Como Gobierno desarrollaremos una política de Estado, para construir una Infraestructura Productiva Nacional, que genere las condiciones básicas para un crecimiento económico rápido y sostenible, que permita generar fuentes de empleo y de oportunidades de trabajo en cantidades crecientes y estables, para eliminar la extrema pobreza, y disminuir los índices de pobreza, hasta eliminarlos.

El trabajo infantil es una consecuencia de la pobreza en la que se encuentran las familias, para ello Bolivia Social Demócrata (BSD), propone recuperar para las niñas y los niños lo que es natural, el juego, actividad determinante en el comportamiento futuro de la persona, generando empleos dignos para sus padres, para los menores trabajadores, establecer regulaciones laborales que protejan y garanticen su educación, seguro social y salud.

Entre tanto, BSD también se propone regular el trabajo infantil, mejorando las condiciones laborales del menor trabajador.
El Diario

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