lunes, 3 de agosto de 2009

Ventas de la economía informal han bajado en un 50%

* Todos los comerciantes que fueron entrevistados a pesar de la baja en sus ventas, manifestaron estar dispuestos a ser controlados por la Alcaldía de Caroní y pagar sus impuestos con tal de que estén mejor organizados para colaborar con el desarrollo de la ciudad La necesidad de una parte de los habitantes de una entidad se mide por el crecimiento de la economía informal, aquella que sale a la calle a trabajar para emprender una vida de comerciante pero lo hace de forma improvisada, “como vaya viniendo vamos viendo”.

De esta forma diversas familias instalan en distintos puntos de la ciudad locales móviles para vender, en la mayoría de los casos comida, y con ello sostener sus familias, pues han caído en las tasas de desempleo de la región; sin embargo, el comercio les insertó nuevamente en el manejo de dinero y pasaron a formar parte de la economía de la ciudad.

En este trabajo especial los entrevistados fueron aquellos que venden coco frío, cocadas, chicharrón, masa para cachapas entre otros, quienes encontraron en estos rubros el sustento de sus familias y llevan más de 10 años en el negocio; los mismos que dijeron que sus ventas habían caído durante el año 2009.

Por ejemplo, José Arquímedes, quien vende pasteles en toda la ciudad con su moto, desde 25 de Marzo en San Félix hasta Alta Vista en Puerto Ordaz, explicó que antes vendía 120 pasteles al día y hoy sólo vende 60, cuando mucho. Así mismo opinaron los clientes del señor José.


Coqueros


Juan Presilla, un guayanés que tiene más de 10 años en la venta de coco frío y que se ubica en la avenida Las Américas de Puerto Ordaz, dijo que de acuerdo a su experiencia en las ventas, en 2009 la situación se ha puesto bastante difícil, “por el tiempo que tengo aquí en esta época las ventas están fatales”.

Presilla detalló que para 2008, sus ventas registraban la salida de 300 cocos en un día, mientras que en la actualidad está vendiendo alrededor de 80 si es un fin de semana, quincena; y de 50 a 60 cocos en un fin de semana normal, cuentas que no son ni la mitad de lo que vendía en otros tiempos.

En este mismo tipo de ventas también entrevistamos a Ofelia Flores, quien tiene al menos dos años en el negocio del coco frío y la cocada; ésta manifestó que las ventas estaban muy bajas y que la situación estaba cada vez más difícil.


Chicharroneras


Quienes tienen la responsabilidad de procesar el cuero porcino para dejarlo totalmente crujiente y agradable al paladar de los guayaneses también han visto una baja en la ventas de 2009. Richard José Requena, quien tiene su puesto de trabajo en la redoma de Otilio de San Félix, desde hace más dos años, expresó que ya no vendía lo mismo que en noviembre y diciembre; y que desde esa época sus ingresos vienen en declive. Otra comerciante, Elianis Flores, con más de tres años en la venta de chicharrón opinó de la misma manera, dijo “de lo que vendíamos antes ya no hacemos ni la mitad”.


Chorizos


Odalis Campos, por parte de quienes trabajan en la venta del chorizo y con 10 años de experiencia, opinó igual que los demás comerciantes; dijo que los buenos tiempo se acabaron, que aparte del chorizo han tenido que vender otros productos para equilibrarse pero igual no tienen mucha salida.

María Espinoza, también trabajadora de la venta de los chorizos, dijo que en la buena época vendía hasta cien kilos en un día; sin embargo, en la actualidad para vender esa cantidad de chorizos tienen que sumar varios días.


En la lupa


Estos comerciantes están bajo la mirada de funcionarios de la Alcaldía para organizarlos y orientarlos a cancelar los impuestos implícitos en las ordenanzas municipales, pero éstos han reflejado una baja intensa en sus ventas. Sin embargo cuando fueron entrevistados en cuanto al pago de tributos, todos a pesar de la crisis por la que están pasando están dispuestos a pagar con tal de que les tome en cuenta para ferias, arreglos en los llamados “tarantines” entre otros; dijeron que sí pagarían con tal de que estén mejor organizados y con ello colaborar en el desarrollo y embellecimiento de la ciudad.


¿Está usted dispuesto a pagar impuestos a la Alcaldía de Caroní ?


Juan Presilla, coquero, dijo que ya estaba en los registros de la oficina de Economía Informal de la Alcaldía Socialista de Caroní; agregó que pagaba 34 bolívares fuertes mensuales en impuestos y además reconoció que tenía un retraso de cinco meses, lo que hace un total de 170 bolívares aproximadamente y los que se comprometió a cancelar. Agregó que los motivos de retraso se deben a que su señora esposa se encuentra un poco enferma en Ciudad Bolívar y sus ingresos los manda para allá.


Ofelia Flores, que también trabaja con la venta del coco, manifestó estar dispuesta a pagar impuestos a la Alcaldía de Caroní, sin embargo dejó claro que los funcionarios aún no la han visitado.


Richard José Requena, encargado de hacer los famosos chicharrones, expresó que no tenía problema en pagar tributos a la Alcaldía, sólo que no se lo han propuesto; dijo “podría pagar 50 bolívares fuertes mensuales”, agregó que funcionarios sí lo han visitado pero sólo para que dejen el espacio en condiciones limpias.


Eleanis Flores, también comerciante en el rubro de chicharrones, dijo estar en disposición de pagar impuestos a la Alcaldía, mas no ha sido visitada por ningún funcionario; “podríamos pagar hasta 30 bolívares mensuales”.

Odalis Campos, en la venta del chorizo, dijo que pagaría a la Alcaldía lo que dispongan los fiscales.

Luisa Romero, que trabaja desde hace 10 años con la venta de masa para cachapas y conocida como “La Catira”, expresó que las ventas habían bajado un poco en cuanto a su gremio y que por eso había detallado puntos donde han aumentado el producto y ella a pesar de mantener su precio ha sobrevivido porque sus clientes le han sido fieles, pero dijo “si hay que pagar a la Alcaldía podría cancelar hasta 50 bolívares fuertes”.

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