Clave. Llega a US$ 14.000 millones, según informe de Universidad Católica
ANDRÉS OYHENARD
Un estudio de la Universidad Católica para la Cámara de Comercio arrojó que la producción informal en Uruguay llega al 36,9% del PIB, colocando al país con uno de los guarismos más altos de la región.
La escasa productividad y la carga impositiva son las principales causas, señala el reporte al que accedió El País y que será presentado hoy por "Uruguay al Futuro", el centro de estudios de la Cámara de Comercio y Servicios, en un seminario en el edificio de la Bolsa de Valores.
Uruguay es uno de los países de América Latina con mayor actividad informal que alcanza a 36,9% de su Producto Interno Bruto (PIB). Esta cifra representa cerca de US$ 14.000 millones anuales, según el informe elaborado por el Grupo de Investigación sobre Empleo de la Universidad Católica.
"Actualmente Uruguay registra cifras récord en la región respecto a actividad informal, que de ser un 5,7% del PIB total a fines de los años `60, ha tenido un incremento de tal magnitud que alcanza casi el 37%", según el estudio.
Se afirma además que la baja de cada punto porcentual en el informalismo le significaría al Estado incrementar su recaudación en US$ 40 millones y se propone una serie de medidas para disminuir la actividad no formal como generalizar el IVA, crear juzgados especializados en temas tributarios, entre otros aspectos.
En América Latina, las estimaciones señalan que el informalismo se ubica en promedio en 29,7% del PIB, con casos como el de Chile donde llega solamente el 16,3% de su PBI total o el 12,9% registrado en los países de la OCDE.
En diálogo con El País, el economista e investigador de la Universidad Católica -y uno de los responsables del estudio-, Joaquín Días, dijo que lo "preocupante es que en los últimos 20 años el sector informal representa un tercio de la producción total del país". Días presentará hoy el informe junto al economista y docente de la Católica -ex subsecretario de Economía y ex director de Rentas- Marcelo Brasca.
El documento señala que el informalismo en Uruguay tomó un nuevo impulso en los últimos años, ya que tras una fuerte caída de cuatro puntos en el año 2000 que lo llevó al 30,6%, -en 1999 estaba en el orden del 34%- retomó el crecimiento hasta llegar al 36,9% a 2007.
Dentro de las actividades que contribuyen a la producción informal están por un lado aquellas de baja productividad que no están en condiciones de enfrentar los costos de la formalización, mientras que por otro están las que actúan de forma ilegal o cuasi-ilegal como la evasión, contrabando, narcotráfico, lavado de dinero, entre otras, se menciona.
Las primeras representan un 10 a 15% del PIB total, mientras que las segundas alcanzan a un 20-25% del PIB total.
Días indicó que los impuestos son un factor determinante en el "corto plazo" porque a un mayor régimen impositivo hay una tendencia a la evasión. Sin embargo, reiteró que a mediano plazo "lo determinante" es la productividad de las personas.
El estudio establece que las viviendas particulares, los puestos callejeros y el trabajo a domicilio generan la mayor cantidad de actividad informal, siendo la construcción y los servicios domésticos y una porción importante del comercio, restaurantes y hoteles donde está el mayor porcentaje de evasión.
Otras conclusiones que surgen es que la informalidad se concentra en los extremos etáreos de la población, como los menores de 20 años y los mayores de 64 años.
Tomando en cuenta la ocupación, los cuentapropistas sin local son los que presentan mayor porcentaje de informalidad (93,6%), seguidos de los cuentapropistas con local (66,8%), los miembros del hogar no remunerados (63,4%) y los trabajadores asalariados (28,7%).
"El principal escollo para combatir la producción informal en Uruguay es que en la persecución y el control de las actividades de evasión y contrabando no existen las herramientas adecuadas para atacarla", dijo Días.
PROPUESTAS. Para tratar de bajar la informalidad en la economía el estudio sugiere una batería de propuestas como controlar la evasión a través de la creación de varios juzgados especializados en materia tributaria. Para la Aduana, establece que debería procesar una reforma en el mismo sentido que la DGI y el BPS, aprovechando la experiencia de los aciertos y errores de las anteriores reformas.
Buscar indicadores de condicionalidad alternativos al ingreso para las asignaciones familiares ya que se generan incentivos al ocultamiento de los ingresos para poder acceder al beneficio.
En materia tributaria, propone generalizar el IVA y sustituir el Imesi por el IVA en algunos casos, bajar el importe mínimo de IRAE, perfeccionar el monotributo, entre otros.
También se propone profundizar la capacitación para mejorar la productividad de trabajadores y empresarios.
Evasión del IVA llega a US$ 849:
A pesar que se redujo la evasión del IVA de 24,2% en 2007 al 20,6% de la recaudación potencial en 2008, según los datos de la DGI, aún continúa en niveles elevados.
La recaudación potencial por IVA a lo largo del año pasado fue de $ 86.199 millones en términos corrientes (US$ 4.117 millones) y la efectiva fue de $ 68.418 millones (US$ 3.267 millones), lo que lleva a que la evasión haya sido de $ 17.781 millones (US$ 849 millones), es decir, una tasa de 20,6% de la recaudación potencial, según una estimación de la evasión en el IVA de la DGI. La menor evasión del IVA que se dio en 2008 permitió, a su vez, duplicar lo perdido por las modificaciones hechas en la reforma tributaria al eliminar el Cofis y disminuir las alícuotas de IVA básico y mínimo.
Las cifras
40 Son los millones de dólares que podría aumentar la recaudación del Estado por cada punto que se reduzca de informalidad en la economía.
El País Digital
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