domingo, 9 de agosto de 2009

Emprendimiento y Estado

Eduardo Gómez Giraldo*

Especial/LA PATRIA

Manizales


Por fin, después de muchas patadas de ahogado y cuestionamientos a cerca de la poca competitividad que tenemos los empresarios frente a la mayoría de los países, al menos un representante a la cámara se dignó cuestionar la incidencia que tienen en el empleo los gastos por concepto de parafiscales, proponiendo una nueva forma de solventarlos diferente a la actual.

Para el Gobierno, lo más fácil es cargarlo a los empresarios, quienes tienen gran responsabilidad en la productividad que se traduce en bienestar social. Pero lo lógico, si en verdad están comprometidos con incrementar el empleo, es que el mismo Estado se encargue del sostenimiento de las entidades que funcionan a costillas del detrimento de las empresas.

Es inexplicable que el Estado se haga el de la vista gorda, cuando precisamente cargas onerosas e injustas como estas, hace que actualmente las cifras de empleo informal estén cerca al 60%.

De otro lado, está la ingerencia que tienen dichos sobrecostos en la poca competitividad para las exportaciones, frente a otros países con legislaciones más realistas y flexibles.

Para rematar, están las cifras de tasas impositivas en Latinoamérica, en lo que tenemos una de las más altas. Y es que legislar desde la comodidad y prebendas que tienen aquellos que trabajan con el Gobierno, es muy diferente a ser un empresario que se consigue el salario por su cuenta.

Ojalá nos explicaran cómo un humilde comerciante puede pagar tal cantidad de impuestos abusivos e indiscriminados, o pagar honorarios a un contador, cuando apenas tiene ingresos para sobrevivir pagando IVA a la canasta familiar.

¿A dónde están los sindicalistas que luchan por el empleo?, ¿será más bien que velan por sus propios intereses?.

Un aspecto bueno que dejaron las “pirámides”, es la conciencia del común de la gente del enriquecimiento exorbitante y desproporcionado que tiene el sistema financiero formal a costa sus usuarios.

Con tarifas como las que el Estado les permite, no será posible que los pequeños empresarios puedan pagar los cobros por chequeras y tasas de interés desequilibradas, por solicitar un saldo, el 4 x 1.000, por cuota de manejo… y de ñapa, las equivocaciones que casualmente nunca son a favor del cliente, si no del banco.

Qué curiosa coincidencia. Creen los bancos que acudiendo a publicidad apoyada en la familia, los niños o en los sueños de algún incauto, nos engañan con sentimientos falsos, manipulados para encubrir su metalizado cerebro que favorece solo a un pequeño y privilegiado grupo que maneja al gobierno.

En realidad les estamos hipotecando nuestro futuro como si fuéramos empleados de ellos por años.

Es hora de que los gremios que agrupan a los comerciantes, industriales, PYME, empleados, exportadores y todos aquellos que tienen representación, ejerzan una presión importante para superar la crisis, mejorar la situación social y competir codo a codo con exportadores internacionales.

De lo contrario, con el silencio y la apatía actuales seguiremos siendo un país subdesarrollado que traga entero y se deja llevar como rebaño inconsciente, al hueco del desempleo y la falta de competitividad.


*Empresario

eduardogomezco@fastmail.fm

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