El alcalde Pablo Zalaquett anunció intensas fiscalizaciones y las multas podrían superar los 100 mil pesos para quienes sean sorprendidos comprando en la calle.
Más de 200 vendedores ambulantes ilegales fueron detenidos en medio de un intenso operativo policial en pleno casco histórico de Santiago.
La operación rastrillo busca erradicar esta actividad clandestina que ha aumentado en más de un 100 por ciento. Mercaderías de los más diversos tipos como gorros, pinches y candados. Ni hablar de los comestibles como paltas, sopaipillas, cabritas e incluso panqueques.
Basta con recorrer cualquier rincón del Centro Cívico de Santiago para encontrar vendedores ambulantes. Un verdadero boulevard donde las veredas se transforman en vitrinas.
Se estima que sólo en la comuna de Santiago existen a lo menos unos 600 ambulantes autorizados. Sin embargo, otros 1.600 no poseen ningún tipo de autorización.
En los últimos 2 años, el programa "Santiago más seguro" ha logrado disminuir en un 30 por ciento el robo con sorpresa y un 18 por ciento el robo con violencia. El aumento explosivo del comercio callejero pone en riesgo estos resultados.
Quienes compren en la calle también serán sancionados. Hoy una treintena de personas fueron infraccionadas con una multa sobre los 10 mil pesos.
El alcalde Zalaquett señaló que "el comercio ambulante genera 3 situaciones: 1 un espacio propicio para la delincuencia, 2 entorpece el accionar de carabineros y 3 algunos comerciantes ambulantes están vinculados a la delincuencia. Tolerancia cero a la delincuencia en Santiago".
Medidas sorpresivas y contundentes destinadas a erradicar definitivamente al comercio ambulante y con ello sus vínculos con la delincuencia.
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