De acuerdo a Leonor Calderón, representante del organismo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) pronóstica que Centroamérica cerrará con un número de desempleados que rondará el medio millón.
Son 460,000 empleos los que se prevé que se hayan perdido desde 2008 y hasta este diciembre de 2009 a lo largo del istmo, y de estos, al menos entre 45,000 y 55,000 serían en El Salvador y solo en este año. “Vemos que en 2009 se calculan que se pueden perder entre 45,000 y 55,000 empleos, lo que haría que la tasa de desempleo aumente por lo menos en dos puntos porcentuales, y los más afectados son sectores que están básicamente copados por población femenina”, afirmó Calderón durante un evento en el que estuvo presente el secretario técnico, Alexander Segovia y la primera Dama, Vanda de Pignato.
Las estadísticas calculan que entre un 54% y 57% de los trabajos que se pierdan en esta crisis corresponda al trabajo femenino en sectores como restaurantes, servicios, comercio, maquila y manufactura. Los jóvenes son además otro de los sectores más vulnerables a la crisis en el área de empleo.
En ese sentido, la UNPFA, en el marco del día de la población hizo un llamado a atender con políticas sociales a los sectores más vulnerables ante la crisis, y a proteger las cadenas productivas sobre todo de las pequeñas, medianas y microempresas, ya que “el empleo informal sí genera riqueza”, acotó la representante del Fondo.
Por su parte, Segovia destacó que el nuevo gobierno está haciendo esfuerzos por atender a los sectores vulnerables ante la crisis y muestra de ello es el lanzamiento del plan global anticrisis, donde uno de los componentes es la generación de empleo a través de la ejecución de obras públicas y un programa de ingresos temporales que beneficaría al menos a 30,000 salvadoreños a lo largo de 18 meses.
Pignato destacó además el rol que jugará la Secretaría de Inclusión en el tema de atención a los sectores como la niñez, la juventud y la mujer, donde la “inclusión” no se resumirá a combatir la pobreza, sino también la falta de políticas públicas sociales y culturales.
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