La crisis internacional no sólo afectará la creación de nuevos puestos de trabajo sino que sobre todo provocará un deterioro en la calidad del empleo. En este marco, el trabajo informal vuelve a acercarse al 40 por ciento del total de la masa laboral, acercándose a los niveles anotados en el año 2004, según un estudio de la Escuela de Economía de la Universidad Católica Argentina. (Hay más para leer) | |
El informe indica que "las perspectivas del mercado laboral para 2009 exhiben una clara tendencia al deterioro en la calidad de los empleos, por lo que el empleo informal podría llegar al 40 por ciento a fin de año", razón por la que se expresó la necesidad de reformular las políticas de empleo. "Existe una desaceleración experimentada en los últimos años en la generación de empleos en la Argentina y una tendencia al deterioro en la calidad de los empleos", agregó el informe. En ese sentido, destacó que los problemas actuales no se deben a la crisis financiera internacional sino que son consecuencia de la situación local puesto que comenzaron a observarse a mediados de 2007 a raíz del "agotamiento de la licuación de costos laborales que había producido la devaluación de 2002". "A partir del cuarto trimestre de 2004 -cuando su incidencia estaba en el orden del 48,9 por ciento- el empleo no registrado exhibió una clara tendencia a la baja, hasta alcanzar un valor de 36,3 por ciento en el tercer trimestre de 2008. No obstante, en el último trimestre del año se produjo un salto que llevó a la incidencia del empleo no registrado aun valor del 37,8 por ciento", subrayó. Por esa razón, los economistas a cargo del estudio manifestaron que "para que el empleo siga creciendo -al menos, como para evitar que la tasa de desempleo aumente- y se reduzca la informalidad, es necesario que crezca el empleo formal; pero esto no puede ocurrir en un escenario donde es cada vez más costoso, difícil y riesgoso contratar a un trabajador en blanco". Para reforzar lo asegurado, en el informe se detalló que los costos de despido en Argentina representan 95 semanas de salario, mientras que el promedio para América Latina es de 50 semanas. "El costo del despido constituye un obstáculo para la generación de empleo formal y tiene una alta incidencia entre las pequeñas empresas, que son las que tienen la mayor rotación laboral" puntualizó, y sugirió reemplazar el actual esquema indemnizatorio "por uno basado en el ahorro para el desempleo". En ese sentido, dijo que la situación actual obliga a "reformular y fortalecer los mecanismos de protección de los trabajadores ante la contingencia de pérdida del empleo"; y propuso que, mientras dure el período de riesgo de pérdida de trabajo, se deben reforzar el monto del seguro de desempleo y transformar el Plan Jefes y otros programas asistenciales. |
viernes, 5 de junio de 2009
Vuelve a crecer el trabajo informal
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