Que en los 4 meses que se llevan cerrados y contabilizados de este 2009 se hayan perdido en Sonora 4 mil 188 puestos de trabajo permanentes, de acuerdo a la estadística que ofrece el Instituto Mexicano del Seguro Social, debe ser a todas luces una buena noticia.
No porque se festine el hecho de que haya gente que en efecto se queda sin empleo, que es una situación tremenda para quien le ocurre, sino porque Sonora mal que bien ha logrado capotear en ese aspecto del empleo algunos de los peores meses en la historia para la economía nacional.
Eso es verdad, no es ni broma ni exageración, actualmente la estadística del propio IMSS nos habla de que hay una cifra que bordea los 500 mil trabajadores asegurados, que son empleados permanentes, lo que representa la mayor cifra que se haya tenido en la entidad.
Por supuesto, en una población de 2 millones 200 mil habitantes, resulta evidente que ese dato está incompleto, porque el IMSS no registra a los afiliados al Issste, o al Isssteson, que según entiendo son bastantes personas que están en la burocracia, en la academia o que ofrecen sus servicios en el magisterio, y claro la cifra del IMSS solo alcanza a ser una referencia cuando hablamos de quienes trabajan por su cuenta, quienes son profesionistas independientes, y quienes están en la economía informal.
Un cálculo habla de que alrededor de 850 mil personas en Sonora son económicamente activas, así que insisto, hablar de solo 4 mil 188 trabajadores que han perdido el empleo, cuando los estados vecinos como Baja California, Sinaloa y Chihuahua, han resentido en decenas de miles de puestos de trabajo perdidos el efecto de la crisis, es algo notable.
En el país de hecho en ese mismo lapso, se han perdido alrededor de 540 mil puestos de trabajo, lo que nos habla del fuerte impacto que tiene la recesión, y eso por no hablar de los Estados Unidos, donde mes por mes nos reportan una baja de hasta 500 mil puestos de trabajo (solo en un mes), así que podríamos decir que en lo malo nos hemos llevado la mejor parte.
Creo que es importante reconocer que el programa que lanzó el gobierno de Eduardo Bours para apoyar a las empresas maquiladoras que debieron entrar en paro técnico y ofrecer capacitación a los trabajadores ha tenido un impacto positivo.
En especial cuando se habla de la celeridad con que se actuó aportando un millón de pesos a la semana, para proteger las fuentes de trabajo, situación que habría incidido en que no se hayan perdido alrededor de 30 mil empleos adicionales, que están en ese sector.
Pues bien, hasta ahí las buenas noticias. La crisis económica continúa, y antes que mejorar tenderá a agudizarse, por eso es menester considerar que habrá un mayor impacto sobre la platilla laboral de Sonora.
Y el problema es que no únicamente el sector manufacturas está afectado actualmente, el impacto de la recesión en Estados Unidos nos está pegando duro. Sume usted ahora el problema que se viene tan fuerte en los sectores porcícola, y en el sector turismo, donde el efecto de la epidemia de la influenza AH1N1, realmente ha puesto de manifiesto lo delicados que son esos sectores, pues simplemente tendremos que ver más empleos que se pierden.
En este tópico me llama la atención el papel que ha jugado la administración del Gobierno Federal, que insiste en ningunear a Sonora, negando a los empresarios y trabajadores de acá el beneficio de la atención que se merecen.
El programa para apoyar los paros técnicos que ha emprendido el gobierno de Sonora, no ha sido aterrizado por el gobierno federal para la industria manufacturera de Sonora a pesar de que desde el momento en que se anunció hubo una solicitud a ese respecto, pero no la bendita burocracia lo ha impedido.
Ahora el gobierno de Felipe Calderón decidió excluir a los prestadores de servicios turísticos de su plan de apoyo a esa industria, que es evidentemente afectada, como si en Sonora el negocio turístico fuera muy boyante y no pasara nada.
Esa indolencia me recuerda lo que ha sucedido con Cananea, donde a pesar de haber un conflicto de huelga justificado, jurídica y moralmente, del gobierno federal los trabajadores sonorenses solo han recibido el intento de dejarlos sin su trabajo.
Algo falla, en la lógica de la relación de nuestro estado, Sonora, con la federación y no creo que sea suficiente justificación el hecho de que el gobernador Bours y el presidente Calderón tengan una mala relación.
En realidad, desde el centro por alguna razón que no alcanzo a entender se nos ha hecho a un lado, a pesar de que Sonora, es un estado dinámico, con una economía sólida y diversificada, y donde además (contra lo que pasa a nivel nacional) se ha crecido los últimos 15 años en un promedio del 5 por ciento, mientras que la economía del país sigue estancada por la estulticia de nuestros gobernantes.
Por Demian Duarte
Correspondencia a demiandu@yahoo.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario