MÉXICO, D.F., febrero 28 (EL UNIVERSAL).- Los cárteles de la droga en México están incursionando en los mercados ilegales de la piratería y el contrabando, principalmente, mediante extorsiones a los comerciantes que se dedican a estas actividades, de acuerdo con investigaciones de la Procuraduría General de la República (PGR).
Estos grupos han encontrado en el cobro de "cuotas" a cambio de supuesta protección una forma de financiarse, ante el desabasto de su materia prima por las acciones emprendidas contra el crimen organizado, aseguró Felipe de Jesús Núñez Vázquez, subprocurador de investigación Especializada en Delitos Federales de la PGR. " Lo que han hecho para seguir teniendo recursos, han migrado hacia otros delitos, no solo el secuestro, el robo de automóviles, sino a otros como la extorsión. Dentro de la piratería y el contrabando lo que hacen es extorsionar a las personas que se dedican a estas actividades, brindándoles protección, entre comillas", explicó en entrevista con EL UNIVERSAL.
El funcionario destacó que en el afán de controlar este mercado, grupos como "los Zetas" y "La Familia" han colocado sellos con "su marca" en discos y películas "piratas", obligando a los comerciantes a vender exclusivamente los productos que ellos les entregan.
"Tenemos detectado que en algunos estados le ponen algún sello. Lo hemos encontrado en Nuevo León (Monterrey) y en Michoacán, de dos grupos distintos, "La familia" y el grupo de "Los Zetas", precisó el funcionario.
El negocio de la extorsión por parte de los carteles del narcotráfico se ha extendido hasta los taladores clandestinos, pues han encontrado casos, también en Michoacán, donde tras asegurar madera, aserraderos clandestinos y maquinaria, los taladores manifiestan su extrañeza porque estaban pagando cuotas de "protección".
Núñez Vázquez reconoció que México tiene un problema serio de piratería, aunque no existen cifras precisas sobre su magnitud porque no hay un diagnóstico confiable en la materia, y eso lleva a que algunos reportes le asignen al país el cuarto lugar mundial y otros el quinto o el sexto, por lo que se trabaja en sistema de medición "para saber qué está pasando".
Destacó que durante la actual administración se han asegurado más de 370 millones de objetos "piratas" o de contrabando, pero que se están desarrollando estrategias alternativas que ataquen de manera integral el fenómeno, con acciones de mayor impacto, para sancionar a quienes están detrás de la piratería y el contrabando.
"Este tema de los números no debe ser del todo representativo de lo que la autoridad hace. El aseguramiento simplemente es parte de un proceso de investigación, derivado de la ruta crítica del objetivo que pretendemos alcanzar", manifestó.
-Reconversión del mercado y consignaciones
Las estrategias desplegadas para combatir el fenómeno, destacó el subprocurador, buscan, por un lado, incorporar al mercado formal a quienes comercializan los productos "piratas" o contrabandeados y, por el otro, fincar responsabilidades por delitos como evasión fiscal y lavado de dinero a los responsables.
Para ello, desde el inicio de esta administración la Procuraduría General de la República (PGR) trabaja de manera coordinada con la Dirección General de Administración de Aduanas, las secretarías de Hacienda, Economía y las unidades de inteligencia financiera, federal y local.
Como resultado de este trabajo, refirió el subprocurador, se han logrado resultados con mayor contenido, como la desarticulación de grupos organizados que se dedicaban a estas actividades y sentencias condenatorias, y se está buscando fincar responsabilidades por otros delitos, como lavado de dinero y evasión fiscal.
"Estamos en la integración de averiguaciones previas por las que hemos logrado fincar no solo el delito en materia de propiedad intelectual, sino otro tipo de responsabilidades, como el fincamiento de créditos fiscales, por la evasión al fisco, y hemos logrado fincar créditos de 40, 50 y 60 millones de pesos a esta gente", detalló.
Estas acciones, sumadas al aseguramiento de objetos, locales, casas, bodegas, donde almacenaban los productos "pirata" o de contrabando, y los instrumentos del delito, han permitido golpear a estos grupos en sus estructuras financieras, aseguró.
De manera paralela a la acción punitiva, destacó, se está impulsando la reconversión del mercado ilegal, para incorporar a la economía formal a los comerciantes que distribuyen este tipo de productos.
Como ejemplo, citó el caso de un grupo de entre 30 y 40 comerciantes de Tepito que comercializaban perfumes de contrabando, y que integraron una empresa para importar legalmente el producto, tras el aseguramiento de más de 125 toneladas de fragancias.
"Logramos que estas personas que se dedicaban a la venta de perfumes dentro de la informalidad se inscribieran como contribuyentes ante Hacienda, formaron su comercializadora, ya están trayendo sus productos legalmente al país, La semana pasada en la Administración General de Aduanas los inscribieron ya en el padrón de importadores".
El caso, dijo, es un ejemplo de una solución integral a un fenómeno delictivo, pero también se requiere la participación de los sectores productivos y de toda la sociedad en la búsqueda de soluciones, pues el problema de la piratería y el contrabando es, sobre todo, un problema de cultura de la legalidad.
Por: María de la Luz González
ROTATIVO de Querétaro
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