El impacto de la devaluación del peso en los costos operativos de las empresas provocó despidos que elevaron la tasa de desocupación a 5 por ciento de la población económicamente activa (PEA) en enero, el mayor nivel de cesantía registrado en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) desde la aplicación de este instrumento de medición en abril de 2002.
En cuanto a los ingresos por exportaciones totales, el organismo informó que éstos cayeron de 22 mil 233 millones de dólares en enero del año pasado a 15 mil 231.5 millones en el mismo mes de 2009, lo que representó una merma anual de 31.5 por ciento en la disponibilidad de divisas para la economía obtenidas por esta vía.
En el caso de las manufacturas, el derrumbe anual de las exportaciones fue de 26.8 por ciento en el primer mes de este año, y de 38.6 por ciento si se compara con las realizadas en septiembre de 2008, en el preámbulo del proceso de devaluación iniciado por el peso. Las ventas al exterior de la minería resintieron una contracción anual de 43.3 por ciento y las agropecuarias fueron 9.8 por ciento menores a las efectuadas hace un año.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indicó que los ingresos de divisas
Ajustes de personal
En tanto, las importaciones de materias primas y bienes de capital para la producción registraron un desplome anual de 30.1 y 10.3 por ciento respectivamente, en el primer mes de 2009, según informes dados a conocer ayer por el Inegi.
Sólo durante enero, más de 336 mil personas se incorporaron a las filas de la desocupación debido principalmente a los ajustes de personal realizados por las empresas para compensar la elevación de costos provocada por la importación de materias primas pagadas con dólares adquiridos ahora a un precio de casi 15 pesos por unidad, 37 por ciento más caros que al inicio de octubre del año pasado, cuando se requería de 10.95 pesos para comprar una divisa estadunidense.
De acuerdo con las cifras preliminares de la ENOE, dadas a conocer ayer por el Inegi, 5 por ciento de la población económicamente activa del país está desocupada y realiza esfuerzos por encontrar un empleo, tanto en el sector formal como en el informal de la economía. Así, la desocupación afectó a casi 2 millones 260 mil personas en enero de este año, cuando en el cuarto trimestre de 2008 ese fenómeno se extendía sobre un millón 923 mil habitantes mayores de 14 años de edad y que realizaban acciones por encontrar una ocupación para allegarse ingresos.
La ola de despidos hizo que la tasa de desocupación, que se situaba en 4.11 por ciento de la PEA en octubre del año pasado, coincidió con el proceso devaluatorio del peso frente al dólar, iniciado a principios de ese mes. En noviembre la tasa de desocupación pasó a 4.47 por ciento, en diciembre descendió a 4.32 y en enero ha alcanzado 5 por ciento. Esto significa que uno de cada 20 integrantes de la población económicamente activa del país se encontraba desocupado y a la búsqueda de empleo en enero de 2009.
En el primer mes de este año, precisó el Inegi, la tasa de desocupación en las 32 principales ciudades del país llegó a 6.09 por ciento, el mayor universo de desocupación respecto de la PEA urbana observado desde febrero de 1996. En el caso de las mujeres la tasa de desocupación fue de 6.22 por ciento, en tanto que la correspondiente a los hombres se elevó a 6.01.
A la par de los recortes de personal en las empresas, el organismo informó que la importación de materias primas e insumos para la producción registró una caída anual de 30.1 por ciento en enero de 2009. Pero también indicó que las importaciones de bienes intermedios durante el primer mes de este año se desplomaron 40.5 por ciento respecto a las efectuadas en septiembre de 2008, a unos días de que iniciara el más reciente episodio de devaluación del peso.
Por el lado de la importación de maquinaria y equipo para la producción, el Inegi informo que en enero las compras de bienes de capital en el exterior tuvieron una caída anual de 10.3 por ciento; pero en comparación con las realizadas en el preámbulo de la devaluación, en septiembre de 2008, el derrumbe fue de 29.7 por ciento.
La devaluación del peso, uno de los factores que elevaron los precios, consideran analistas
Roberto Gozález Amador
Impulsada principalmente por un incremento en el precio de productos agrícolas, la inflación aumentó 0.17 por ciento en la primera quincena de febrero, variación que superó la esperada por analistas financieros y que fue la más alta para un periodo similar desde 2004, reportó el Banco de México.
El crecimiento del índice nacional de precios al consumidor (INPC), el indicador que mide las variaciones en la inflación, alcanzó 6.28 por ciento entre la primera quincena de febrero de 2008 y el mismo periodo de este año, añadió el banco central. La variación anual resultó prácticamente sin cambio respecto del mes previo, cuando el incremento era de 6.25 por ciento.
La inflación en la primera quincena de febrero se ubicó muy por encima de nuestro pronóstico debido al mayor incremento respecto a lo previsto en los precios agrícolas
, mencionó ayer Banamex, filial en México de Citigroup.
Mientras tanto, Ricardo Aguilar Abe, analista de Invex, aseguró que en un entorno donde la demanda está cayendo, el único elemento que permitiría explicar el aumento en los precios es la devaluación del tipo de cambio; sin embargo, todavía no contamos con evidencia suficiente que permita confirmar ese supuesto
, consideró.
En la primera quincena de este año, mientras la inflación general tuvo un repunte anual de 6.25 por ciento, la que mide el precio de los alimentos se incrementó 9.62 por ciento; el índice correspondiente a productos agropecuarios subió 11.51 por ciento y, más al detalle, la de los bienes pecuarios lo hizo en 14.55 por ciento, en todos los casos en términos anuales.
Respiro al peso
El peso logró este martes un respiro en la desenfrenada caída que su valor ha registrado frente al dólar estadunidense en los últimos meses. Al cierre de la jornada, la cotización para operaciones de mayoreo, las más representativas del mercado, se situó en 14.83 pesos por dólar, 11 centavos abajo del cierre previo. Al menudeo, el tipo de cambio concluyó en 14.50 pesos por dólar a la compra y 14.90 pesos a la venta, luego que el martes llegó a cotizar hasta en 15.35 pesos.
En la última semana, el Banco de México utilizó 555 millones de dólares de la reserva internacional de divisas para tratar de contener el desplome en el valor del peso.
La depreciación del peso entre agosto de 2008 y este mes alcanza poco más de 50 por ciento. Eso ya sucedió
, comentó a este diario Joel Virgen, analista de Banamex. Para las empresas exportadoras eso puede ser una buena noticia, en el sentido de que una moneda depreciada hace más competitivas sus exportaciones. Pero se debe matizar: mientras el sector exportador aparentemente se beneficia, al mismo tiempo ocurre una caída en la demanda de productos mexicanos en el exterior, por la recesión en Estados Unidos, el principal mercado mexicano
, añadió.
En la otra cara de la moneda, las empresas mexicanas que demandan bienes importados registran un incremento en sus costos por la devaluación del peso, dijo Joel Virgen.
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