miércoles, 25 de febrero de 2009

La profundidad de la crisis económica tiene como resultado el incremento del desempleo, así lo ha reconocido el gobierno federal y según se pronostica que durante 2009 se perderán entre 200 y 300 mil puestos de trabajo sin que se pueda hacer algo para evitarlo.

Hasta ahora la estrategia del gobierno federal en su fallido plan anticrisis propone dos medidas concretas, los programas de empleo temporal y el apoyo a los trabajadores donde las empresas tengan que llevar a cabo paros técnicos, es decir, que las empresas no despiden al personal ocupado, sino simplemente interrumpen por algunos días o semanas la producción y los trabajadores reciben una parte mínima de su salario, los mismos se han instrumentado en la industria automotriz.

Sin embargo estas dos medidas serán insuficientes para compensar por una parte las remuneraciones salariales de los trabajadores que se encuentran en un paro técnico o aquellos que hayan perdido su puesto de trabajo, adicionalmente el gobierno de Calderón ha mandado al Congreso de la Unión la iniciativa de reforma a la Ley del Ahorro para el Retiro para que los trabajadores que hayan perdido su fuente de trabajo puedan retirar de su fondo de ahorro hasta un 60 por ciento de sus recursos, pero esta medida tampoco soluciona el problema del desempleo, y su dinámica en los últimos cuatro meses, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo levantada por el Inegi en el cuarto trimestre de 2008, la población ocupada que perdió su trabajo o dejó de tener una actividad remunerativa ascendió a 751 mil personas, y a esta caída hay que agregar un millón 900 mil personas desocupadas existentes en el país, al mismo tiempo en el último trimestre del año pasado se incrementaron entre 306.5 mil personas con relación al último trimestre de 2007.

Lo anterior equivale al 4.3 por ciento de la Población Económicamente Activa, el mayor porcentaje de desocupados para un cuarto trimestre desde 2005.

Al cierre del año pasado, dos millones 700 mil personas se encontraban sin trabajo; de acuerdo a la información disponible, es la primera vez que la población ocupada se contrae desde 2005.

Actualmente la población ocupada es de 43 millones 255 mil 617 personas, de las cuales nueve millones 114 mil 111 personas trabajan por cuenta propia, y de acuerdo al Inegi, 29 millones 471 mil 521 cuentan con un patrón y tienen una remuneración salarial mensual, pero también existen once millones 472 mil 485 trabajadores remunerados, pero que no tienen ninguna prestación de carácter laboral y al mismo tiempo son trece millones 301 mil 195 trabajadores remunerados sin acceso a las instituciones de salud, de acuerdo a la información proporcionada por el Inegi.

Por otra parte existen trece millones 753 mil 561 trabajadores que no cuentan con una relación laboral o contrato por escrito, a la vez en el país existen oficialmente tres millones 83 mil 301 subocupados, es decir, que sólo trabajan dos o tres días a la semana sin alguna relación laboral ni prestación, al mismo tiempo carecen de todo lo relacionado con la seguridad social.

Adicionalmente se calculan once millones 700 mil personas que trabajan en la economía informal y que representan el 27 por ciento de la Población Ocupada Total; por lo que se puede ver, el mercado laboral se encuentra en una situación de deterioro que en el transcurso del presente año se agudizará notablemente por la caída de la actividad económica y productiva del país.

Continuando con la información proporcionada por el Inegi, la población femenina que tenía algún puesto de trabajo y una remuneración económica ha resultado la más golpeada, debido a que de los 750 mil empleos perdidos en el último trimestre del año pasado, 532 mil puestos de trabajo correspondieron a las mujeres de una población ocupada femenina de 16 millones 700 mil personas.

La industria contribuyo con el 41.1 por ciento del desempleo para las mujeres, es decir 218 mil puestos de trabajo, el comercio y los servicios registraron 196 mil puestos de trabajo perdidos, lo que equivalió al 36 por ciento de la fuerza laboral femenina que se quedó sin empleo.

Así las condiciones del mercado laboral enfrentan la situación más complicada de los últimos diez años y como se dijo al principio, el desempleo registrará en los próximos meses una tendencia al alza, donde los programas gubernamentales resultan insuficientes, no solamente para contener o conservar el empleo, sino para mejorar las condiciones de trabajo y las remuneraciones salariales, condenando a los trabajadores al hambre y la miseria.

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