Granada Hoy - Aspirantes con 2.000 horas de trabajo o 300 de formación
Para inscribirse en el procedimiento de cualificación profesional, los aspirantes deberán tener 20 años cumplidos en el momento de presentar la solicitud y poseer experiencia laboral o formación relacionada con las competencias que se quieren acreditar, o ambas cosas. Así, el candidato podrá acceder al sistema y demostrar en unos meses que posee la cualificación mínima para obtener la acreditación, que Educación y Empleo han definido en 10 competencias.
Según el real decreto 1224/2009, en el caso de tener una experiencia laboral, ésta deberá de ser de al menos tres años, con un mínimo de 2.000 horas trabajadas en total en los últimos diez años transcurridos antes de realizarse la convocatoria. Y en el caso de formación, el aspirante deberá justificar un mínimo de 300 horas. El sistema es muy claro: se concederá 0,5 puntos por año de experiencia certificado, con un máximo de 5 puntos; y 0,3 por cada 10 horas de formación no formal certificada, con un máximo de 3.
Además, la edad del candidato también cuenta. Entre 20-29 y 55-60 años, se concederá 0,25 puntos; de 30-39 validarán 0,50; y de 40 a 54 años, un punto, que es lo máximo.
La primera experiencia piloto llevada a cabo el curso pasado se desglosó en dos fases: una de asesoramiento y otra de evaluación.
La fase de asesoramiento es obligatoria y tiene un carácter colectivo e individualizado. "El objetivo es apoyar a las personas en la recopilación de evidencias necesarias que demuestran su dominio profesional", informa el director del IES Hurtado de Mendoza, José Luis Lizancos. El curso pasado, a mediados de febrero, se convocó la primera reunión con los asesores, donde se hizo entrega de una guía, un dossier de competencias, el mapa de recursos formativos y un cuestionario de autoevaluación. Unos días después se celebraba la primera reunión grupal de candidatos en Sevilla para informales del procedimiento y hacerles entrega de toda la documentación.
Durante los dos meses siguientes se realizaron las entrevistas personales a cada candidato; y a finales de abril comenzó la fase de evaluación con las pruebas competenciales y reuniones con el equipo coordinador.
En el caso de Cocina y Repostería, los aspirantes han tenido que acreditar diez competencias: "definir ofertas gastronómicas sencillas, realizar aprovisionamiento y controlar consumos"; "preelaborar y conservar toda clase de alimentos"; "preparar platos elementales"; "presentar los platos más significativos de las cocinas regionales de España y de la cocina internacional"; "actuar bajo normas de seguridad, higiene y protección ambiental en hostelería"; "definir ofertas sencillas de repostería"; "elaborar masas, pastas y repostería"; "presentar productos hechos a base de masas y pastas, postres de cocina y helados"; "aplicar las normas de higiene y seguridad en la industria panadera" y, lo mismo, "en la industria alimentaria".
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