Página/12 :: Economía :: Más ladrillos para apuntalar la recuperación
l sector de la construcción tuvo un buen comienzo de año y las perspectivas para los meses siguientes son aún mejores. En enero se registró un crecimiento interanual del 5,2 por ciento, mientras que en la comparación mensual el alza llegó a 6,1. Estos resultados permitieron que enero fuera el mejor mes desde que comenzó a impactar a nivel local la crisis internacional. Los datos provienen del informe mensual que publica el Indec. Consultado por Página/12, Carlos Wagner, titular de la Cámara Argentina de la Construcción, manifestó que desde el sector tienen “la sensación de estar por repetir un año como el 2008, que registró un record histórico”. Movilizada tanto por la obra pública como la privada, la construcción podría crecer, según estiman, entre un 4 o un 5 por ciento en el año. “Esperamos que no haya más baile político, porque la economía del sector está bien”, concluyó Wagner.
El empresario destacó el rol que cumplirá el Estado a partir de la obra pública que, según le informaron en el Gobierno, crecerá este año un 20 por ciento. Por su parte, en una reunión con el titular de la Anses, Diego Bossio, el funcionario le adelantó que el organismo tiene 7000 millones de pesos para financiar obras, de los cuales hay 4000 millones destinados para el plan de viviendas sociales. A un valor promedio de 130 mil pesos cada vivienda –cifra estimada por el sector–, daría un total de 30.700 viviendas, que se suman a los otros planes oficiales. Según el censo de 2001, el déficit de viviendas era más de 2.600.000, cifra que, según estiman desde la publicación Reporte Económico, se mantendría vigente.
En tanto, en enero la Anses financió 300 millones para el Plan Vial y 600 para el Fondo Hídrico, cuya erogación total supone la inversión de 1400 millones. En cuanto a la obra privada, el Indec informó que la superficie a construir registrada por los permisos de edificación subió el 9,1 por ciento frente a enero del año pasado, aunque bajó 21,6 respecto de diciembre. La utilización de insumos muestra que, salvo asfalto –que cayó 7,2 por ciento en forma interanual–, todos tuvieron variaciones positivas. Pisos y revestimientos subió 13,3; hierro redondo 11,3; pinturas 6,6; ladrillos huecos 5,2 y cemento 2 por ciento.
Los empresarios remarcan que están “sorprendidos por el repunte en la obra privada”. Según explicó Wagner, se volvió a movilizar la venta en pozo, lo que representa una importante vía de financiamiento. En relación con el acceso al crédito, el dirigente del sector adelantó que “para este año el Gobierno está preparando un plan hipotecario más ambicioso que el lanzado en la anterior oportunidad, donde se destinarán casi el doble de recursos”. La falta de crédito es un freno fundamental, junto al alto precio de las propiedades, para que los trabajadores de sectores medios o bajos puedan acceder a la vivienda propia.
En cuanto a la contratación de mano de obra, “en la última parte del año pasado estuvo estancada”, admitió Wagner. El instituto de estadísticas registró que en el cuarto trimestre de 2009 los puestos de trabajo formales en el sector cayeron 7,9 en forma interanual y 1,1 con respecto al trimestre anterior. “Esperamos poder remontar y recuperar los niveles de 2008”, vaticinó el empresario. Supondría –calculó Wagner– la creación de unos 25 a 30 mil puestos de trabajo “en blanco”. El sector es un importante empleador informal y, según las estimaciones, se ubica por encima del promedio general de 37 por ciento. La precariedad laboral facilita los despidos o suspensiones, por eso permitió que la caída en la actividad en 2009 haya impactado más sobre los trabajadores más débiles.
La construcción es un fuerte traccionador de la economía, ya que es un sector empleador de trabajadores con ingresos bajos, con lo que buena parte de la masa salarial se dirige al consumo. Además, sirve como un buen termómetro de la movilidad industrial, puesto que la construcción es un componente de la inversión. En la encuesta que realiza el Indec, los empresarios estimaron mayormente que en febrero el nivel de actividad no varió. De los que trabajan con la obra pública, el 21,1 supuso una caída, mientras que los pesimistas dedicados a la obra privada fueron el 25 por ciento.
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