Joven Corresponsal
Reciclaje de bajo hacia arriba
Brasil aprende a reciclar materiales por medio de una masa de 800 mil
colectores informales y organizaciones de movilización social y
ambiental
Por Edson Capoano, de São Paulo
Brasil es uno de los campeones mundiales en reciclaje. Con un 94,4% de
reciclaje del aluminio, 139,1 mil toneladas, supera a países cuyo
proceso es obligatorio, como Japón, o a países con legislación rígida
y educación ambiental sedimentada, como Dinamarca, Finlandia, Noruega
y Suiza.
Pese que la conciencia ambiental anda creciendo en la población, lo
que mueve el pueblo brasileño en el tema es la oportunidad de generar
plata y inserirse en el mercado laboral. De la colecta selectiva hecha
en 327 ciudades y a 25 millones de habitantes, un 43.5% es hecho por
cooperativas de colectores ("catadores", en portugués), población sin
empleo fijo que vive de la búsqueda y venta de material reciclado.
Brasil cierra el ciclo de reciclaje básicamente por una rede de 800
mil catadores informales y de 35 mil cooperados. Éstos disputan
espacio con los coches mientras colectan material, luchan contra el
prejuicio que hay sobre su pobreza y se meten en una brecha entre la
falta de la colecta pública eficiente y un mercado empresarial que
mueve millones de euros.
En São Paulo, con 11 millones de habitantes, 1.600.000 personas están
en el mercado informal de trabajo. Los desempleados suman 1.592
millones, más de 15 % de la Población Económicamente Activa (PEA). En
ese contexto, colectar y vender aluminio, plástico PET de las botellas
y cartón rechazado se tornó una importante fuente de renta. (...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario