Comerciantes de telefonía popular buscan diálogo con el alcalde porteño

Comerciantes de telefonía popular buscan diálogo con el alcalde porteño

Queremos hablar con el dueño del circo! espetaron este lunes en la tarde, molestos, los comerciantes informales que se autodenominan trabajadores de telefonía popular, a su salida del fracasado tercer intento de concretar una reunión con directores municipales para esclarecer el escenario sobre el cual ellos podrán reanudar sus labores.

Cansados de los intentos frustrados por reunirse con Richard Navarro, director de Desarrollo Social de la alcaldía, ahora los informales exigen una reunión con el alcalde Rafael Lacava en persona.

Como "peloticas de goma", dicen los informales de telefonía popular que los tiene Sergio Martínez -segundo a bordo de la Dirección de Desarrollo Social- quien desde el pasado miércoles los ha convocado cuatro veces a una reunión con Richard Martínez, titular de ese despacho, y sólo en una ocasión lograron verle la cara para no llegar a ninguna solución final.

Henry Rumbos, en representación de sus compañeros de labores, advierte al mandatario municipal que no son 20 personas, sino más de 100 porteños padres y madres de familia para los que esta actividad constituye el único sustento de sus hogares.

"Tenemos ocho días sin trabajar, por día nuestras pérdidas ascienden entre 85 y 200 bolívares fuertes, además, ya muchos de nosotros perdimos el plan", reclama Rumbos, aupado por varios compañeros, en su mayoría mujeres con sus pequeños hijos en los brazos.

Rumbos hizo mención a la solicitud que hicieran -días atrás- ante los miembros de la cámara municipal para que intercedieran por ellos ante el ejecutivo local.

Tanto él como sus compañeros informales hicieron alusión al beneficio que le prestan al colectivo porteño. Además alegaron que cuentan con una larga lista de firmas (más de 150) concedidas por la comunidad en apoyo a la labor que ellos desarrollan a las puertas de hospitales, escuelas y otras instituciones.

Falta de compromiso...

Lo que más descontento tiene a este sector de la economía informal con la directiva del Departamento de Desarrollo Social es la falta de palabra y compromiso.

Alegan que Martínez, el pasado jueves 21 de enero, les "juró y perjuró" que ellos no serían objeto de medidas a cargo de la Policía Municipal una vez se ejecutara el desalojo.

¡Sorprendidos! quedaron estos trabajadores cuando ese lunes la Polimunicipal no sólo los desalojó de donde estaban apostados, sino que además a muchos les quitaron los teléfonos.

"Ahora trabajamos escondidos, como si fuésemos ladrones", espetaron los molestos trabajadores, no sin antes advertir que no intentarán ninguna medida de protesta pues su único interés es llegar a un acuerdo con el alcalde Lacava para que les permita continuar con su trabajo. (LSN)