* Entre más niñas, reciben educación crece el nivel de desarrollo humano: OCDE
* Del primer al tercer trimestre del 2009 el desempleo de mujeres aumentó en un 42 por ciento
Con el aumento de los niveles de desempleo en los últimos cinco años, las mujeres han sido relegadas todavía más a los ámbitos del empleo informal y también a los trabajos domésticos que parecen los más seguros pero en realidad son donde más riesgos hay según el estudio Porque soy una niña, el estado de las niñas 2009 realizado por la organización Plan Internacional.
De acuerdo a cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo en el primer trimestre del 2005, había 5 mil 922 mujeres desocupadas, el 73 por ciento de ellas tenían entre 14 y 29 años de edad, el mayor nivel de desempleo en ese momento se encontraba en quienes tenían educación media superior y superior con 2 mil 651 que representaban el 44.7 por ciento, seguido de quienes terminaron la secundaria que fueron 2 mil 278 mujeres que representan el 38 por ciento del total.
Esa cifra de desempleo aumentó para el primer trimestre del 2009 casi al doble, pues para ese momento el número de mujeres desempleadas fue de 10 mil 193, aunque los rangos de edad se modificaron de manera significativa pues para este momento el 68.5 por ciento estaba eran de 20 a 39 años de edad y en cuanto al nivel de instrucción siguió bajo las mismas condiciones del 2005, el primer lugar lo ocupa quienes contaban con educación media superior y superior con el 44.8 por ciento y enseguida las de secundaria concluida con 28.3 por ciento.
Entre el primer y el tercer trimestre del 2005, el desempleo en mujeres aumentó casi en un 32 por ciento; mientras que en el 2009 el aumento en este mismo periodo de tiempo fue de más del 42 por ciento. La última cifra que el ENOE registra para este rubro de desempleo de mujeres fue de 14 mil 510, la tendencia de mayor desempleo volvió de nuevo a las edades de 14 a 29 años de edad, que juntos representan el 67 por ciento del total.
En el registro de desempleo del tercer trimestre del 2009, la cantidad de mujeres con secundaria terminada superó el número de quienes tiene educación media superior y superior concluida.
De acuerdo al estudio Porque soy una niña referido en la un artículo informativo de la página de CIMAC (Comunicación e Información de la Mujer) noticias aseguran que de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) hasta antes de la crisis el número de niños y niñas inmersos en dinámicas de trabajo se estaba reduciendo, sin embargo esta situación amenaza con minar este progreso.
Los factores que pudieran incidir en el aumento de trabajo de los niños es la reducción de presupuestos nacionales destinados para la educación, la baja en las remesas de los migrantes y la persistente situación de los espacios laborales que todavía no están abiertos al cien por ciento para el género femenino propiciará que muchas tengan que abandonar la escuela para integrarse a la población económicamente activa sin tener edad y en otros casos habrá mujeres del sector formal que dejen sus empleos para dedicarse al sector informal.
En este estudio acotaron que el trabajo doméstico es “seguro”, sin embargo oculta una amplia gama de abuso y explotación incluyendo violencia física, psicológica y sexual; el estimado a nivel mundial es que 100 millones de personas, en su mayoría mujeres jóvenes y niñas trabajan en los sectores donde existe menos regulación y protección.
Este informe constata estadísticas de la Organización para la Cooperación Económica y Desarrollo (OCDE) donde se ve reflejado que los países que tienen menor cantidad de niñas recibiendo educación están al final de los índices de desarrollo humano; en el caso de Aguascalientes para el 2005, la tasa de asistencia escolar para las niñas es del 92.8 por ciento, 92.2 por ciento los hombres.
El estudio incluye una gráfica donde se aprecian las ganancias o pérdidas que las niñas tienen al ir creciendo y aumentar su nivel educativo, en caso de que ellas tengan acceso a su crecimiento educativo, físico y personal; nacen, son vacunadas, reciben una alimentación adecuada a sus necesidades de nutrición, tienen derecho a una herencia, pueden tener una tierra y una propiedad, deben tener tiempo para ellas, amigos, asistir a la educación básica, tener educación sobre salud sexual, asistir a la secundaria, vivir en espacios seguros, tener una capacitación financiera, acceder a una cuenta bancaria, tener un crédito, capacitación vocacional, obtener un buen trabajo y poseer un buen trabajo.
Por el contrario, las niñas en desamparo están propensas a tener problemas de nutrición, entre los 5 y los 11 años pueden estar abrumadas por las labores domésticas ya sea en su hogar o por trabajo; en la etapa de la adolescencia corren el riesgo de padecer VIH SIDA o cualquier otra enfermedad de transmisión sexual por falta de una educación adecuada o en su caso pueden tener un embarazo precoz, lo que no les augura una larga vida o al menos no una con la mayor cantidad de oportunidades.
Sin especificar el sexo, en la página de Cuéntame México en términos de educación, en Aguascalientes según estadísticas del 2005, por cada 100 personas de 15 años o más, 5 no tienen ningún grado de escolaridad, 13 tienen la primaria incompleta, 19 la concluyeron, 4 no tienen la secundaria terminada, 25 finalizaron la secundaria, 6 no concluyeron la educación media superior, 13 completaron la educación media superior, 4 no concluyeron la educación profesional, 10 finalizaron la educación superior y uno tiene estudios de posgrado.
El llamado que la organización Plan Internacional consta de diez puntos, donde sugieren promover la integración de los principios de igualdad de género en las políticas económicas nacionales y regionales, priorizar la educación de las niñas, mantener programas de protección social y servicios sociales de prevención, ampliar la inversión en oportunidades trabajo para las mujeres jóvenes, apoyar a las mujeres trabajadoras y garantizar que tengan salarios y condiciones de trabajo decentes, invertir en el liderazgo de ellas mismas, asegurar la igualdad de derechos de niños y niñas para tener posesiones y promover un conjunto de principios guía que sean prácticos y globales sobre las niñas y las mujeres que trabajan.
* Del primer al tercer trimestre del 2009 el desempleo de mujeres aumentó en un 42 por ciento
Con el aumento de los niveles de desempleo en los últimos cinco años, las mujeres han sido relegadas todavía más a los ámbitos del empleo informal y también a los trabajos domésticos que parecen los más seguros pero en realidad son donde más riesgos hay según el estudio Porque soy una niña, el estado de las niñas 2009 realizado por la organización Plan Internacional.
De acuerdo a cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo en el primer trimestre del 2005, había 5 mil 922 mujeres desocupadas, el 73 por ciento de ellas tenían entre 14 y 29 años de edad, el mayor nivel de desempleo en ese momento se encontraba en quienes tenían educación media superior y superior con 2 mil 651 que representaban el 44.7 por ciento, seguido de quienes terminaron la secundaria que fueron 2 mil 278 mujeres que representan el 38 por ciento del total.
Esa cifra de desempleo aumentó para el primer trimestre del 2009 casi al doble, pues para ese momento el número de mujeres desempleadas fue de 10 mil 193, aunque los rangos de edad se modificaron de manera significativa pues para este momento el 68.5 por ciento estaba eran de 20 a 39 años de edad y en cuanto al nivel de instrucción siguió bajo las mismas condiciones del 2005, el primer lugar lo ocupa quienes contaban con educación media superior y superior con el 44.8 por ciento y enseguida las de secundaria concluida con 28.3 por ciento.
Entre el primer y el tercer trimestre del 2005, el desempleo en mujeres aumentó casi en un 32 por ciento; mientras que en el 2009 el aumento en este mismo periodo de tiempo fue de más del 42 por ciento. La última cifra que el ENOE registra para este rubro de desempleo de mujeres fue de 14 mil 510, la tendencia de mayor desempleo volvió de nuevo a las edades de 14 a 29 años de edad, que juntos representan el 67 por ciento del total.
En el registro de desempleo del tercer trimestre del 2009, la cantidad de mujeres con secundaria terminada superó el número de quienes tiene educación media superior y superior concluida.
De acuerdo al estudio Porque soy una niña referido en la un artículo informativo de la página de CIMAC (Comunicación e Información de la Mujer) noticias aseguran que de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) hasta antes de la crisis el número de niños y niñas inmersos en dinámicas de trabajo se estaba reduciendo, sin embargo esta situación amenaza con minar este progreso.
Los factores que pudieran incidir en el aumento de trabajo de los niños es la reducción de presupuestos nacionales destinados para la educación, la baja en las remesas de los migrantes y la persistente situación de los espacios laborales que todavía no están abiertos al cien por ciento para el género femenino propiciará que muchas tengan que abandonar la escuela para integrarse a la población económicamente activa sin tener edad y en otros casos habrá mujeres del sector formal que dejen sus empleos para dedicarse al sector informal.
En este estudio acotaron que el trabajo doméstico es “seguro”, sin embargo oculta una amplia gama de abuso y explotación incluyendo violencia física, psicológica y sexual; el estimado a nivel mundial es que 100 millones de personas, en su mayoría mujeres jóvenes y niñas trabajan en los sectores donde existe menos regulación y protección.
Este informe constata estadísticas de la Organización para la Cooperación Económica y Desarrollo (OCDE) donde se ve reflejado que los países que tienen menor cantidad de niñas recibiendo educación están al final de los índices de desarrollo humano; en el caso de Aguascalientes para el 2005, la tasa de asistencia escolar para las niñas es del 92.8 por ciento, 92.2 por ciento los hombres.
El estudio incluye una gráfica donde se aprecian las ganancias o pérdidas que las niñas tienen al ir creciendo y aumentar su nivel educativo, en caso de que ellas tengan acceso a su crecimiento educativo, físico y personal; nacen, son vacunadas, reciben una alimentación adecuada a sus necesidades de nutrición, tienen derecho a una herencia, pueden tener una tierra y una propiedad, deben tener tiempo para ellas, amigos, asistir a la educación básica, tener educación sobre salud sexual, asistir a la secundaria, vivir en espacios seguros, tener una capacitación financiera, acceder a una cuenta bancaria, tener un crédito, capacitación vocacional, obtener un buen trabajo y poseer un buen trabajo.
Por el contrario, las niñas en desamparo están propensas a tener problemas de nutrición, entre los 5 y los 11 años pueden estar abrumadas por las labores domésticas ya sea en su hogar o por trabajo; en la etapa de la adolescencia corren el riesgo de padecer VIH SIDA o cualquier otra enfermedad de transmisión sexual por falta de una educación adecuada o en su caso pueden tener un embarazo precoz, lo que no les augura una larga vida o al menos no una con la mayor cantidad de oportunidades.
Sin especificar el sexo, en la página de Cuéntame México en términos de educación, en Aguascalientes según estadísticas del 2005, por cada 100 personas de 15 años o más, 5 no tienen ningún grado de escolaridad, 13 tienen la primaria incompleta, 19 la concluyeron, 4 no tienen la secundaria terminada, 25 finalizaron la secundaria, 6 no concluyeron la educación media superior, 13 completaron la educación media superior, 4 no concluyeron la educación profesional, 10 finalizaron la educación superior y uno tiene estudios de posgrado.
El llamado que la organización Plan Internacional consta de diez puntos, donde sugieren promover la integración de los principios de igualdad de género en las políticas económicas nacionales y regionales, priorizar la educación de las niñas, mantener programas de protección social y servicios sociales de prevención, ampliar la inversión en oportunidades trabajo para las mujeres jóvenes, apoyar a las mujeres trabajadoras y garantizar que tengan salarios y condiciones de trabajo decentes, invertir en el liderazgo de ellas mismas, asegurar la igualdad de derechos de niños y niñas para tener posesiones y promover un conjunto de principios guía que sean prácticos y globales sobre las niñas y las mujeres que trabajan.
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