sábado, 2 de enero de 2010

La economía sumergida causa estragos en el Archipiélago en plenas Navidades - Canarias - Canarias - ABC.es

La economía sumergida causa estragos en el Archipiélago en plenas Navidades - Canarias - Canarias - ABC.es

Tras un segundo año de carestía económica, las Navidades se han convertido en una fecha clave para que aflore la economía sumergida en diversas facetas.
Basta con ver las cifras para reflejar los efectos devastadores de la crisis. Canarias será la región con el bolsillo más austero en estas fechas junto a Galicia (ambas con 630 euros de gasto por persona), según el estudio que anualmente realiza la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI). Un dato que contrasta con los 800 euros que desembolsarán cada madrileño y valenciano estos días.
El alto nivel de desempleo existente en las Islas ha fomentado prácticas de empleo informal que parecían estar enterradas en el pasado. Por supuesto, los autónomos, las mujeres y los inmigrantes son los principales colectivos que capitalizan estas prácticas ante las acuciantes necesidades.
A nivel de transporte, los taxis clandestinos siguen campando a sus anchas en la capital grancanaria a las puertas de hoteles, centros comerciales o en zonas aledañas del puerto, a pesar de las quejas de las distintas cooperativas.
Hasta una cuarentena de estos vehículos particulares siguen labrando su particular actividad en supermercados y zonas concretas de la ciudad, como Miller Bajo y Escaleritas, situación que ya conoce el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.
Otras «modalidades»
Por otro lado, la venta de productos de primera necesidad sin necesidad de intermediarios (con las consabidas polémicas suscitadas en el seno de Mercalaspalmas) han generado una nueva modalidad de venta a domicilio de frutas, hortalizas, carne y pescado que permiten un ahorro de casi el 50 por ciento y, por ello, la disminución de las ventas en varios recintos comerciales de la ciudad.
Una práctica capitalizada principalmente por inmigrantes parados a los que la desesperación les ha llevado a este «todo-vale» criticado por varios estamentos económicos.
En cuanto a la guerra de precios, los comercios regentados por la comunidad china hacen su particular agosto en estas fechas, aprovechando la naturaleza familiar de sus negocios, para minimizar costes y maximizar horarios.
Si en el pasado, la comunidad hindú (muy arraigada en el Archipiélago) mostró su malestar por ciertas prácticas consideradas como «desleales», ahora otros colectivos poblacionales recelan de la calidad y la distribución de algunos de sus productos: principalmente juguetes potencialmente peligrosos para los niños, productos provistos de materiales irritantes, como zapatos y prendas de vestir, y lo último en estas fechas, adquisición y venta de marcas blancas procedentes de otras superficies.
Otra de las prácticas que se multiplican en Navidad son las peluquerías familiares y clandestinas, llevadas a cabo principalmente por mujeres. En América Latina son más que frecuentes este tipo de empleos informales, que tanto en Las Palmas como en el sur de la isla e incluso en Arrecife (Lanzarote) permiten a varias familias lidiar con la crisis.
En definitiva, la economía sumergida ha dejado de ser, nuevamente, un coto especial para fontaneros, albañiles y mecánicos. De nuevo Canarias retrocede un par de peldaños en su sistema productivo, en el que ya no se refleja una cuantía de 13.000 millones de euros generados de manera alegal.

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