POR JOAN CARLES VALERO
BARCELONA. Recién inaugurado el debate sobre la necesidad de ampliar la edad de la jubilación en España, el Gobierno abrirá la semana que viene el melón de la dualidad del mercado laboral con la adoptación de medidas de corrección de la elevada temporalidad y de fomento de la contratación de jóvenes. El objetivo a largo plazo es que los jóvenes también tengan contratos indefinidos.
El propio ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, lo anunció el viernes en la clausura del encuentro informal que los ministros de Trabajo europeos han mantenido en Barcelona durante tres días, después de constatar algo que todos los organismos internacionales recuerdan a España: el mercado laboral en España se caracteriza por una «alta temporalidad», ya que uno de cada tres trabajadores tienen ese tipo de contratos, especialmente entre el colectivo de los jóvenes. Un extremo que ha provocado que el colectivo de los temporales haya sido de los más perjudicados por los efectos que la crisis ha tenido en el empleo, ya que los ajustes de las empresas se han producido «por la vía de la reducción de las plantillas», por lo que los primeros puestos de trabajo en perderse fueron los temporales, donde los jóvenes tienen un mayor peso.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) riñe constantemente a nuestro país por mantener la protección de los trabajadores descompensada. Es lo que se denomina un mercado laboral dual, en el que los contratos indefinidos gozan de una indemnización de 45 días de salario por año trabajado en caso de despido improcedente, muy por encima de la media occidental, frente a la de los eventuales, que con 8 días por año está muy por debajo de la media.
Juan Antonio Sagardoy, presidente del bufete especializado en derecho laboral Sagardoy Abogados y uno de los redactores del Estatuto de los Trabajadores, advirtió recientemente en Barcelona que España entrará en un paro estructural si no se aborda la reforma laboral y se acaba con el mercado dual. El experto vaticina simples «primeros auxilios» frente a la necesidad de cirugía.
Sagardoy también cree que el diálogo social concluirá con un pacto «de mínimos» centrado básicamente en una rebaja de un 1,1% de las cotizaciones a la Seguridad Social y una reforma «light» del trabajo a tiempo parcial y bonificaciones y ayudas al desempleo y a la contratación.
Existen varios informes, como el realizado por la Universidad de Oviedo, que son claros y contundentes sobre lo que se tiene que hacer técnicamente en el mercado laboral español. Pero falta decisión política. El presidente de la patronal catalana Fomento del Trabajo, Joan Rosell, pidió esta semana que el Gobierno adoptara medidas «aunque sea a modo de prueba durante unos meses».
«La única manera de acabar con la temporalidad es crear un empleo indefinido más barato, porque los empresarios tienen pánico a los trabajadores de más de 10 o 15 años de antigüedad», opina Sandalio Gómez, profesor del IESE. Con el contrato de trabajo único (ver la ficha) se fomenta la flexiseguridad que defiende la Unión Europea.
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