domingo, 17 de enero de 2010

Ahorro y previsión | Periódico Sintesis | Portal de Noticias de Puebla, Tlaxcala, Hidalgo

Ahorro y previsión | Periódico Sintesis | Portal de Noticias de Puebla, Tlaxcala, Hidalgo

No ha pasado de moda, ni lo hará, la fábula de “la cigarra y la hormiga” del escritor español Félix María Samaniego a pesar de haber sido escrita en el siglo XVIII tiene tal vigencia que los niños del siglo XXI no deberían ignorarla y aprender más bien de ésta la moraleja de que el ahorro y la previsión son indispensables siempre. Recordemos algún fragmento: “Dime, pues, holgazana, ¿qué has hecho en el buen tiempo? -Yo -dijo la Cigarra-, a todo pasajero cantaba alegremente, sin cesar ni un momento

ento”.
Dentro de la sociedad actual encontramos el fiel reflejo de esa holgazana cigarra y de la pequeña, pero trabajadora, y cautelosa hormiga. Me pregunto: ¿Cuántos seres humanos tendrán la actitud poco comprometida de la cigarra que describe Samaniego? ¿Cuántas otras personas serán laboriosas y precavidas como la hormiga? ¿Serán las más o menos?
La naturaleza brinda sendas lecciones a los seres humanos. Merecemos analizarlas para buscar fórmulas de superación.
En este contexto, el ahorro y la previsión, deben formar parte de la disciplina personal y familiar. En un sentido más ambicioso sería deseable entrelazar a la familia junto con el sector educativo, además de otras instituciones de la sociedad, para trabajar en forma coordinada para establecer una cultura del ahorro desde una base didáctica.
Dicho lo anterior, hacerlo sin extrapolar modelos anglosajones que muchas veces no empatan con la propia forma de ser ni el carácter de los latinoamericanos.
Buena parte del modelo actual del sistema financiero aplicado en México es extrapolado de España, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, aplican condiciones de crédito y ahorro que funcionan en sus países con la gente natural y que no dan los mismos resultados en países latinoamericanos.
De esta forma se arrastran así enormes rezagos no puede entenderse que el país tenga un sistema financiero moderno so pena de su extranjerización arrastrando tener a más de la mitad de la Población Económicamente Activa (PEA) excluida de sus servicios y con el lastre de una profunda subbancarización.
La actitud hacia el ahorro no es la misma entre un estadounidense, inglés, alemán a la de un mexicano, brasileño o colombiano.
Dejemos los genes a un lado el impacto directo del medio en su más amplia expresión condiciona y a menor grado de preparación educativa menor probabilidad se tendrá de buscar el acceso a una institución financiera formal.
El punto es que hay que enseñarle a la gente primero a ahorrar, la importancia de hacerlo y segundo, aprovechar las instituciones financieras formales al alcance.
Quizá sea difícil enseñarle a personas mayores de 45 años, pero hay otro mundo de pequeños y jóvenes a los que tampoco se les están dando los elementos didácticos, orientativos e informativos.

A colación

El mejor futuro que podemos regalarle a nuestros hijos está edificado en el esfuerzo mancomunado del ahorro, hoy más que nunca es la premisa fundamental para dotarlos de la llave clave hacia un futuro más estable en el que el espíritu empresarial será el camino de millones de personas en un mundo sin posibilidades laborales para todos. Como padres, lo tenemos que comprender y asimilar.
Hace algunos meses, durante una entrevista de televisión a la que asistí con el periodista David Estrada, en Querétaro, Querétaro, un televidente me preguntó por qué razón la economía en sus valores más fundamentales (cultura del ahorro, previsión, razonamiento económico, actitud del consumidor, cultura del pago) no formaba parte de la instrucción primaria, secundaria y preparatoria.
Él lo dijo “si alguien me hubiera enseñado que aunque sea ahorrando de poco a poquito en unos años tendría cierto capital lo hubiera hecho. Ojalá alguien me hubiera explicado la importancia de la economía y que no todo en ella es malo”.
En efecto, la economía no tiene porque ser satanizada aunque la mayor parte de las personas la liga con el alza de los impuestos y el encarecimiento de los productos, todos formamos parte de ella y todos los días estamos tomando decisiones económicas, certeras o erróneas.
Podemos elegir un mal crédito hipotecario que nos tendrá sufriendo 25 años o bien otro esquema que permitirá librarnos de la hipoteca en 10 años.
Otro ejemplo: ahorrar mediante el esquema de tandas, pirámides y después sufrir un robo de lo ahorrado porque al ser mecanismos informales la persona siempre estará expuesta a que, en cualquier momento, la persona que organiza la tanda, pirámide o caja de ahorro se fugue con todo el dinero.
Es muy distinto abrir una cuenta de ahorro en una institución y obtener un poco de interés, tener la seguridad de que el dinero está allí además protegido en caso de quiebra.

Galimatías

Para este año, el Consejo Nacional de Población (Conapo) prevé que en México habrá 30.5 millones de niños y niñas menores de 15 años, estamos hablando del 29.5% del total de la población.
Es muy importante dirigir todo tipo de esfuerzos para educar a este amplio grupo dentro del valor del ahorro como esquema de previsión, ventaja para la inversión y la realización empresarial.
El seno familiar y la escuela son los dos canales tradicionales para el educando, no podemos minimizar la tremenda influencia que los medios de comunicación masiva como la televisión y las películas juegan como condicionantes de modas, comportamientos convirtiéndose en papel fundamental para los educandos.
Si desde casa les enseñamos a nuestros hijos que “de a poco a poquito se puede construir muchito”, podremos lograr una sociedad de “hormigas previsoras” por encima de las cigarras holgazanas.
Si desde casa damos el ejemplo, los pequeñines reproducirán las actitudes positivas hacia la economía, el ahorro, el cuidado del dinero, la importancia de saber elegir.
Muchos padres dan a sus hijos “su domingo” una pequeña cantidad de dinero semanal para que éstos lo gasten en dulces. Hagan lo contrario sigan dando la pequeña cantidad, pero enseñen a sus hijos a ponerse propósitos mensuales, trimestrales o semestrales para gastarlo.
Es importante que ellos vean como esos 20 pesos de un domingo, pueden crecer a 240 pesos en un trimestre o 960 pesos en un año.

P.D. Le invito a compartir sus experiencias. ¿Qué hace usted para fomentar el ahorro en sus hijos?. Participe en mi blog: http//claudialunapalencia.blogspot.com

*Economista y columnista especializada. Con estudios de doctorado por la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales. Puede contactarla en: claulunpalencia@yahoo.com



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